'Crear los fondos me pareci¨® l¨®gico'

La carta que Uriarte escribi¨® a Garz¨®n justifica como compensaciones los millonarios fondos de pensiones que el banco concedi¨® a sus consejeros tras la fusi¨®n con Argentaria. A continuaci¨®n reproducimos el texto ¨ªntegro.

Al Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de la Audiencia Nacional:

Pedro Luis Uriarte Santamarina, mayor de edad, casado, vecino de Bilbao, con domicilio, a efectos de notificaciones, en Alameda Recalde 4, provisto de documento nacional de identidad ante el Juzgado comparece y dice:

Que presenta este escrito al objeto de que se proceda a la uni¨®n del mismo a las diligencias previas n¨²mero 161/00-D tramitadas por el Juzgado Central de Instrucci¨®n n¨²mero 5, conocidas por el caso de las cuentas opacas BBVA.

El objeto de este escrito es el de clarificar al juzgado, voluntariamente, la intervenci¨®n del suscrito en el tema de los fondos de pensiones de los consejeros y otras personas del BBVA, sin perjuicio de aclarar o ampliar al juzgador cualquier otro extremo que estime necesario, si fuese requerido para ello.

En el mes de marzo del a?o 2000, el copresidente de BBVA, don Emilio Ybarra, me manifest¨® que el banco me iba a reconocer una serie de derechos, como consecuencia de la sensible p¨¦rdida de retribuciones que la fusi¨®n hab¨ªa originado al colectivo de consejeros provenientes de BBV, al situar las retribuciones de los miembros del consejo de administraci¨®n del BBVA en un nivel intermedio entre las que percib¨ªan los consejeros de origen Argentaria y los de origen BBV.

La decisi¨®n que se me comunic¨® me pareci¨® l¨®gica, porque conoc¨ªa que se hab¨ªa creado una situaci¨®n muy inc¨®moda entre los consejeros de origen BBV, dadas las caracter¨ªsticas del acuerdo de fusi¨®n firmado y el hecho de que el Banco hab¨ªa resuelto satisfactoriamente la situaci¨®n profesional y salarial del equipo ejecutivo de origen BBV, no as¨ª las de sus consejeros. Asum¨ª, por tanto, que estas cantidades ser¨ªan incluidas en la memoria del ejercicio y aprobadas por la Junta General Ordinaria de Accionistas, a celebrar en los primeros meses del a?o 2001, lo cual no ocurri¨® porque la operaci¨®n fue cancelada antes de esa fecha, como explico m¨¢s adelante.

Tambi¨¦n me dio a entender el se?or Ybarra que esos fondos pod¨ªan ser reclamados por el banco, en caso necesario, o dedicados a otros fines seg¨²n las indicaciones del mismo.

El 25 de septiembre del a?o 2001 asist¨ª a la lectura de una declaraci¨®n personal del se?or Ybarra ante el gobernador del Banco de Espa?a y el subgobernador, en la que, entre otras manifestaciones sobre el contenido del informe presentado al Banco de Espa?a, unos d¨ªas antes, por el presidente de la Comisi¨®n de Control del Consejo de BBVA, el Se?or Ybarra hizo referencia las operaciones que se hab¨ªan suscrito con AIG.

Situ¨® estas operaciones, cuya responsabilidad asumi¨® personalmente, en el contexto de las fuertes tensiones que se hab¨ªan originado, desde su inicio en relaci¨®n con el proceso de la toma de control del Banco mexicano Bancomer. Se trataba de una operaci¨®n estrat¨¦gica de suma importancia planteada y negociada desde BBV y en cuyo desarrollo, y feliz t¨¦rmino el se?or Ybarra tuvo un papel protagonista, asumiendo la direcci¨®n de la misma.

A reserva de cu¨¢l era la intenci¨®n ¨²ltima del se?or Ybarra en relaci¨®n con el objetivo final de las cantidades entregadas a personas del consejo de administraci¨®n, en abril de 2000 se contrata por parte del banco un dep¨®sito a mi nombre.

La cantidad incluida en el mismo me es comunicada, verbal y personalmente, en la sede de BBVA, sin que se me se?alara cu¨¢les hab¨ªan sido las referencias tomadas para la realizaci¨®n del c¨¢lculo de la misma. Tampoco se me comentaron las cantidades que hab¨ªan sido asignadas a otras personas.

A principios de mayo del a?o 2000 recibo en mi despacho oficial del BBVA, situado en Castellana, 81 (Madrid), una carta a mi nombre, con membrete de AIG, confirm¨¢ndome las condiciones de la operaci¨®n.

En la noche del d¨ªa 27 de diciembre del a?o 2000 conozco, de una forma absolutamente casual y por la confidencia de un ejecutivo del banco, que los dos copresidentes de BBVA hab¨ªan decidido la repatriaci¨®n de unos importantes recursos que se manten¨ªan en cuentas opacas en el exterior.

Al d¨ªa siguiente, pude confirmar, por el comentario de una de las personas que estaba trabajando en ello, que la noticia era cierta.

Solicit¨¦ con car¨¢cter inmediato una entrevista con el copresidente se?or Ybarra, para confirmar la informaci¨®n. Un d¨ªa despu¨¦s, el 29 de diciembre, me entrevist¨¦ con ¨¦l en Bilbao. En la citada entrevista el se?or Ybarra me inform¨® que unos fondos situados en el exterior se iban a incorporar a la contabilidad el ¨²ltimo d¨ªa de ese a?o, por decisi¨®n de los dos copresidentes.

Por mi parte le manifest¨¦ mi decisi¨®n irrevocable de poner a disposici¨®n del banco las cantidades contratadas por el Banco con AIG Global Pensions. Confirm¨¦ todo ello con una carta manuscrita dirigida a Emilio de Ybarra que redact¨¦ tras finalizar la reuni¨®n.

El d¨ªa 2 de enero del a?o 2001 todav¨ªa no hab¨ªa recibido ninguna indicaci¨®n de c¨®mo cancelar el dep¨®sito por parte del banco, lo cual entend¨ª como comprensible, dado los d¨ªas de vacaciones en las que nos encontr¨¢bamos. Por esta raz¨®n, y para hacer efectivo, sin m¨¢s demora mi deseo de devoluci¨®n y de cancelaci¨®n inmediata de la operaci¨®n que se me hab¨ªa otorgado, en esa misma fecha decid¨ª tomar yo mismo la iniciativa y dirig¨ª un e-mail a AIG en el que les solicitaba que me indicasen cu¨¢l era procedimiento para cancelar la operaci¨®n contratada a mi nombre.

El d¨ªa 4 de enero tuve una reuni¨®n con los dos copresidentes, la del despacho semanal habitual, y, tras terminar el mismo, pude confirmar la decisi¨®n que me hab¨ªa comentado el se?or Ybarra en la entrevista del d¨ªa 29. Ratifiqu¨¦, en presencia de los dos copresidentes, mis manifestaciones al se?or Ybarra y el contenido de la carta que le hab¨ªa dirigido, con fecha 29 de diciembre.

Continu¨¦ realizando, activamente, diversas gestiones voluntarias con la compa?¨ªa con el objetivo de cancelar la operaci¨®n, hasta que finalic¨¦ las mismas, con fecha 9 de enero del a?o 2001. Ese d¨ªa el se?or Ybarra indic¨® por tel¨¦fono que paralizase mis actuaciones individuales, porque el banco proced¨ªa a realizar las gestiones necesarias para cancelar la operaci¨®n contratada a mi nombre y a formalizar el reintegro de esa cantidad y sus rendimientos, desde AIG a las arcas de BBVA.

El d¨ªa 10 de enero del a?o 2001 entregu¨¦ a la persona que me indic¨® el se?or Ybarra el documento formal de la compa?¨ªa de seguros que permit¨ªa la cancelaci¨®n de la operaci¨®n y el abono de su importe, directamente, a la cuenta del banco que ¨¦ste se?al¨®.

Finalmente, unas semanas despu¨¦s, se me inform¨® que se hab¨ªa producido el reintegro de la cantidad que en su d¨ªa se me asign¨®, junto con los rendimientos acumulados. Tambi¨¦n se me confirm¨® que el banco hab¨ªa incluido el conjunto de la cifra dentro del cap¨ªtulo de 'Cuentas a Cobrar' antes del cierre del ejercio 2000, dando por cancelada entonces la operatoria, al quedar la misma incluida en la contabilidad de dicho a?o. Se me confirm¨®, adem¨¢s, que se hab¨ªan pagado todos los impuestos por parte del banco.

En relaci¨®n con los hechos anteriores obra en mi poder documentaci¨®n acreditativa que sustenta la declaraci¨®n que he hecho anteriormente y que gustosamente pondr¨¦ a disposici¨®n del Juzgado Central de Instrucci¨®n n? 5, a su requerimiento.

Suplico al juzgado acuerde la uni¨®n del presente escrito a las diligencias anteriormente rese?adas.

Es justicia que pido en Bilbao para Madrid a fecha de 19 de abril de 2002.