El desencuentro Fox-Castro
El Gobierno mexicano vot¨® contra Cuba en la Comisi¨®n de Derechos Humanos de Ginebra, y asumi¨® la crisis bilateral, despu¨¦s de considerar que el choque con la oposici¨®n es superable, y que Washington habr¨¢ de recompensar el endurecimiento de su pol¨ªtica hacia Fidel Castro. La prioridad, seg¨²n las fuentes consultadas, es el nuevo activismo por la democracia, y un acuerdo migratorio que legalice a los tres millones y medio de compatriotas en EE UU.
'No es entreguismo, sino una negociaci¨®n pragm¨¢tica de intereses', sostiene Leo Zuckermann, investigador del CIDE. El pragmatismo rigi¨® unas relaciones que atraviesan su peor momento en cien a?os. El Partido Revolucionario Institucional (PRI) naci¨® de la revoluci¨®n mexicana del siglo XX, contrajo nupcias con la cubana, y el maridaje convino a ambos. M¨¦xico no intervino en los asuntos internos de Cuba, y Castro no apoy¨® a las guerrillas alzadas contra el PRI.
Pero el nuevo presidente, Vicente Fox, es empresario, la izquierda no es su cantera, y su apuesta es Washington. El PRI necesit¨® de Cuba porque le aportaba un cierto lustre revolucionario, se?ala el historiador del Colegio de M¨¦xico Lorenzo Meyer. M¨¦xico us¨® tambi¨¦n la carta cubana como baza en la asim¨¦trica relaci¨®n con Estados Unidos, y vot¨® en solitario contra la expulsi¨®n de Cuba de la Organizaci¨®n de Estados Americanos (OEA) a principios de los sesenta.
Washington acept¨® esa relativa independencia porque, entre otros factores, el pacto entre M¨¦xico y La Habana imped¨ªa la consolidaci¨®n de una guerrilla en sus fronteras. La situaci¨®n cambi¨® con Fox, el conservador Partido de Acci¨®n Nacional (PAN), y el pol¨¦mico intelectual Jorge Casta?eda al frente de la canciller¨ªa. Comunista en sus a?os juveniles, arremeti¨® despu¨¦s contra la revoluci¨®n cubana.
M¨¦xico fue siempre el gran aliado de Castro y base de su alzamiento contra la dictadura de Fulgencio Batista en 1959. Los tiempos cambiaron, pero no las emociones. 'La pol¨ªtica de Fox, teniendo tantas cosas que hacer en casa, es como muy oportunista. Hay que mostrar que se cambi¨® en relaci¨®n con el PRI, y uno de los campos m¨¢s f¨¢ciles es la relaci¨®n con Cuba', agrega Lorenzo Meyer. Tampoco que le acusen de vendido al gringo. El nacionalismo regres¨® al Congreso.
Estados Unidos arrebat¨® a M¨¦xico la mitad de su territorio en el siglo XIX, y ese despojo, sumado a otros conflictos, aliment¨® el nacionalismo y una larvada animosidad hacia el imperio del norte. Fox deber¨¢ demostrar que la crisis facilitar¨¢ el entendimiento con Estados Unidos. 'Si el caso cubano no se traduce en un avance de los intereses de M¨¦xico, todo esto resultar¨¢ en un desastre para la Administraci¨®n foxista', advierte Leo Zuckermann.
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