Arias Ca?ete pide excusas a Bruselas por su postura ante el plan de pesca

Las supuestas presiones ejercidas sobre la Comisi¨®n Europea desde el Gobierno espa?ol, entre otros, para boicotear el proyecto de reforma de la pol¨ªtica pesquera comunitaria est¨¢n originando una aut¨¦ntica marejada entre Bruselas, Madrid y Copenhague. Ayer entraron en escena el presidente de la Comisi¨®n, Romano Prodi, y la vicepresidenta Loyola de la Palacio. El primero para anunciar que el ministro espa?ol de Agricultura, Miguel Arias Ca?ete, 'ha pedido disculpas' por asegurar que s¨ª hubo tales presiones desde Espa?a, y la segunda para afirmar que 'no ha recibido presiones ni instrucciones de ning¨²n Gobierno'.

El origen de la pol¨¦mica se remonta al jueves pasado, cuando Arias Ca?ete declar¨® a TVE: 'Los Estados miembros que formamos ese grupo hemos instruido a nuestros comisarios respectivos para que trataran de parar la reforma'. 'Es cierto', agreg¨®, 'que se han ofrecido presiones'. El proyecto de reforma, que prev¨¦ una reducci¨®n del 40% en la capacidad de capturas de la flota comunitaria, no fue debatido por la Comisi¨®n, en contra de lo previsto, el mi¨¦rcoles pasado.

Acusaci¨®n

Enseguida, desde Bruselas se acus¨® al Gobierno espa?ol de no respetar el Tratado de la Comunidad Europea que, en su art¨ªculo 213 dice textualmente: 'En el cumplimiento de sus funciones, no solicitar¨¢n ni aceptar¨¢n instrucciones de ning¨²n Gobierno ni de ning¨²n organismo (...) Cada Estado miembro se compromete a respetar este principio y a no intentar influir en los miembros de la Comisi¨®n en el desempe?o de sus funciones'.

Prodi se?al¨® ayer que Arias Ca?ete comunic¨® a Franz Fischler, el comisario autor de la propuesta, que sus declaraciones 'no eran correctas' y que le ped¨ªa 'disculpas', por lo que el contencioso estaba ya zanjado. Un portavoz del comisario confirm¨® ayer que, en efecto, la conversaci¨®n, en esos t¨¦rminos, se produjo el pasado viernes en un viaje de ambos de Madrid a Murcia.

Pero el esc¨¢ndalo ya hab¨ªa saltado, con especial virulencia en Dinamarca, cuyo Gobierno apoya con firmeza la reforma de Fischler. Dirigentes pol¨ªticos daneses han exigido incluso que dimitan los comisarios que supuestamente han recibido tales presiones.

De Palacio envi¨® una carta al peri¨®dico dan¨¦s Politiken, muy cr¨ªtico con la Comisi¨®n y con Espa?a en la pol¨¦mica, en la que, tras asegurar que no recibi¨® presiones porque eso ser¨ªa 'un disparate pol¨ªtico y legal', se?ala que no est¨¢ dispuesta a soportar restricci¨®n alguna a su independencia. Pese a todo el revuelo, el comisario Fischler ha asegurado que no cambiar¨¢ apenas su proyecto, que en principio ser¨¢ sometido a debate en la Comisi¨®n a finales del mes que viene.