Los ultras agreden a periodistas ante la pasividad de la polic¨ªa
El ¨²nico hospitalizado tras las deflagraciones fue un fot¨®grafo agredido por j¨®venes violentos
'Todo empez¨® minutos despu¨¦s de la explosi¨®n del primer coche bomba, cuando la polic¨ªa acordon¨® la zona cercana al estadio Bernab¨¦u y no dej¨® pasar a los ultras hacia la zona del atentado', relat¨® una redactora de El Peri¨®dico de Catalu?a y compa?era del fot¨®grafo agredido por los violentos. 'Yo vi que Antonio ven¨ªa corriendo, despavorido, perseguido por un grupo de hinchas, y que ca¨ªa al suelo, donde lo patearon. Yo grit¨¦ su nombre y me acerqu¨¦, sorprendida por la mirada impasible de polic¨ªas y transe¨²ntes. Finalmente lo dejaron y entre un compa?ero y un aficionado lo condujimos hasta los servicios sanitarios, que lo llevaron hasta el hospital Ram¨®n y Cajal. El resultado: un codo roto, una luxaci¨®n de hombro y un mont¨®n de hematomas por todo el cuerpo, adem¨¢s de una c¨¢mara de fotos destrozada y un susto de muerte. Ya le han dado el alta', concluy¨®.
'?Mentirosos!. ?Vosotros, periodistas, sois los terroristas, hijos de puta!', gritaban los ultra sur a los reporteros, seg¨²n contaban informadores de CNN + que se encontraban cerca del lugar de los hechos y que tambi¨¦n fueron agredidos. 'Nosotros trabajamos en Torre Picasso -a escasos 20 metros del lugar del atentado- y bajamos enseguida', relat¨® el reportero Miguel Toral. 'Vimos la paliza que le dieron al fot¨®grafo de El Peri¨®dico de Catalu?a. Pero es que unos metros m¨¢s lejos, otros ultras se ensa?aban con un compa?ero nuestro que trataba de transmitir lo ocurrido. A pu?etazo limpio. Nos metimos a defenderle, y a patada limpia. Me acerqu¨¦ a un polic¨ªa y le se?al¨¦ a los chavales que nos agred¨ªan para que los detuvieran, o algo. Pero s¨®lo se acercaron, hablaron con uno de ellos y lo dejaron ir. Despu¨¦s, el mismo polic¨ªa vino a pedirme el carn¨¦', relat¨® el reportero, contrariado. 'Cuando le ped¨ª explicaciones, me dijo que ¨¦l no era un guardia de seguridad', a?adi¨®.
La onda expansiva del primer coche bomba que hizo estallar ETA, a las 16.55, lleg¨® a las proximidades del estadio Santiago Bernab¨¦u. All¨ª se concentraban centenares de seguidores del Real Madrid que esperaban ansiosos el partido contra el Barcelona. Lo que empez¨® siendo la concentraci¨®n habitual previa a un importante acontecimiento deportivo culmin¨® en una de las mayores manifestaciones de violencia y fascismo en los ¨²ltimos a?os, seg¨²n miembros de la polic¨ªa, y que se ceb¨® con periodistas y 'con alg¨²n inmigrante que pasaba por la zona', seg¨²n precis¨® un agente del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa.
'?Pintaos las manos de blanco ahora!', increpaban los violentos a los transe¨²ntes. '?Arzalluz, mu¨¦rete!', repet¨ªan. '?Euskal presoak, c¨¢mara de gas!', coreaban trastocando una de las consignas de los aberzales para reclamar que los presos etarras sean trasladados a c¨¢rceles de Euskadi.
Vandalismo
Las calles que confluyen en el estadio Bernab¨¦u fueron escenario de m¨²ltiples y virulentos enfrentamientos, cuyas consecuencias se aproximaron a los da?os causados por el estallido del coche bomba de ETA: veh¨ªculos volcados sobre la calzada, cabinas de tel¨¦fono destrozadas, contenedores de vidrio vaciados sobre las aceras, terrazas desvencijadas y cristales rotos en las aceras... Dos horas antes del partido de f¨²tbol, las calles cercanas al Bernab¨¦u presentaban un aspecto propio de una zona sometida a una ola de vandalismo.
Las botellas de cristal volaban sobre la multitud de cabezas de ni?os, padres y abuelos que se encontraban en la zona para asistir al partido y que corr¨ªan de un lado para otro, despavoridos, intentando huir de la violencia. 'Esto se viene fraguando desde esta ma?ana', comentaba un polic¨ªa aludiendo al nivel de alcoholismo de los violentos, tan j¨®venes como enardecidos. 'Pero adem¨¢s', a?adi¨®, 'la gente se ha alterado mucho por lo del atentado, y ¨¦stos [por los '¨²ltras'], con la ideolog¨ªa de extrema derecha que tienen...'.
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