M¨¢s de un mill¨®n de franceses se echan a la calle contra Le Pen
La izquierda y los sindicatos acusan a la derecha de no participar en las manifestaciones
El pueblo franc¨¦s baj¨® ayer masivamente a las calles de las principales ciudades de Francia, en defensa de la Rep¨²blica y contra la extrema derecha. La movilizaci¨®n llen¨® las calles de 70 ciudades y culmin¨® en una marcha de casi medio mill¨®n de personas en Par¨ªs, que hubo de recorrer los cuatro kil¨®metros que separan las plazas de la Rep¨²blica y de La Naci¨®n por dos bulevares separados, ante la imposibilidad de que uno de ellos diera cabida al gent¨ªo. Al final de la tarde se contabilizaban 1,3 millones de manifestantes, una cifra muy importante para Francia.
El cortejo de Par¨ªs era plural en todo: en edades, en or¨ªgenes y en sensibilidades pol¨ªticas
'En mayo, haz lo que te disgusta: vota a Chirac el domingo', se le¨ªa en una pancarta
Un alto funcionario policial asegura que habr¨ªa que remontarse a Mayo del 68 o a las manifestaciones a favor por la escuela privada de 1984 para encontrar una movilizaci¨®n equiparable en Par¨ªs, que se a?ade a los 51.000 manifestantes contabilizados en Grenoble -el r¨¦cord hist¨®rico de esta ciudad-, otras 50.000 en Ly¨®n, 40.000 en Burdeos, 30.000 en Marsella, 30.000 en Nantes o 50.000 en Toulouse, la ciudad en que los aires de Bella Ciao y de ?Ay, Carmela! introdujeron evocaciones revolucionarias y cantos partisanos.
El pueblo apretujado, sudoroso, se sacudi¨® el miedo con el recurso a la rica imaginer¨ªa popular. Muchos menos gritos y ruido que en Espa?a, pero mucha m¨¢s exhibici¨®n de carteles y pancartas producto del bricolaje, con textos que atacaban en todos los tonos al Frente Nacional de Le Pen: desde el cl¨¢sico 'F como fascista, N como nazis', hasta letreros pintados sobre grandes banderas de Francia -'guardemos todos nuestros colores'- y pancartas que enlazaban a Le Pen con Pinochet.
Todo ello dej¨® bien claro el sentido pol¨ªtico de un Primero de Mayo celebrado a cuatro d¨ªas de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, con una ultraderecha crecida en las urnas aunque m¨¢s encogida en la calle; lo contrario de lo que la ha sucedido a la izquierda, capaz de manifestarse masivamente, pero que vota menos. En todo caso, un Primero de Mayo muy distinto al del a?o pasado, celebrado en los mismos escenarios con unos pocos millares de participantes.
Tras una gran pancarta 'por el progreso social y para cerrar el paso a la extrema derecha', los l¨ªderes sindicales abr¨ªan la marcha en Par¨ªs. Bernard Thibault, secretario general de la Confederaci¨®n General del Trabajo -la central sindical m¨¢s numerosa- llama a votar a Chirac el domingo pr¨®ximo 'para que el presidente, una vez elegido de la manera m¨¢s masiva posible, se muestre particularmente vigilante respecto a las decisiones econ¨®micas y sociales'. Jos¨¦ Bov¨¦, conocido l¨ªder antiglobalizaci¨®n, pide tambi¨¦n el voto favorable a Chirac con el m¨¢s exigente objetivo de que Le Pen 'se quede con el 0% de los votos'.
El cortejo de Par¨ªs era plural en todo: en edades, en or¨ªgenes y en sensibilidades pol¨ªticas. Martine Aubry, alcaldesa de Lille y ex ministra de Empleo y Solidaridad, negaba que la marcha fuera s¨®lo una psicoterapia: 'Es una fuerte defensa de la Rep¨²blica y de la Francia m¨²ltiple, del rechazo del odio y de la intolerancia', en medio de pancartas que invitaban al pueblo de izquierda a que se trague el sapo de votar a Chirac el domingo, con textos como: 'En mayo, haz lo que te disgusta'.
La derecha parlamentaria, que espera beneficiarse de toda esta movilizaci¨®n con la reelecci¨®n masiva de Chirac, se neg¨® a solidarizarse con las marchas. Algunos de sus portavoces insistieron en que lo importante es que el primer ministro, Lionel Jospin, el gran derrotado del 21 de abril, haga un llamamiento m¨¢s vibrante a favor del voto al presidente, el domingo pr¨®ximo. La r¨¦plica del nuevo l¨ªder socialista, Fran?ois Hollande, no se hizo esperar: en medio de la manifestaci¨®n, ech¨® de menos la presencia de la derecha y se mostr¨® muy orgulloso de 'ver a tantos franceses, y entre ellos tantos j¨®venes, en la calle y por la democracia'. El l¨ªder de Los Verdes, No?l Mam¨¨re; el de los comunistas, Robert Hue, y los trostkistas Olivier Besancenot y Arlette Laguiller desfilaron tambi¨¦n en el cortejo parisiense, detr¨¢s de los sindicatos.
Horas antes de la gran marcha sindical y pol¨ªtica, un grupo de unas 3.000 personas se reuni¨® junto al puente del Carrusel, en el Sena, para rendir homenaje a Brahim Bouarran. Este joven de origen marroqu¨ª muri¨® ahogado en el r¨ªo, el 1 de mayo de 1995, tras ser arrojado al agua por cuatro cabezas rapadas en el momento en que pasaba la manifestaci¨®n del Frente Nacional.
'Sabemos que los electores del Frente Nacional no son todos unos asesinos, pero deben darse cuenta de que las ideas de su l¨ªder son las que impulsan a matar', afirm¨® Mouloud Aounit, presidente del Movimiento contra el Racismo. Ataviado con la banda tricolor que acredita su condici¨®n, el alcalde de Par¨ªs, Bertrand Delano?, recalc¨® el mismo concepto: 'Hay ideas y palabras que matan'. Los que dec¨ªan esto pod¨ªan escuchar, de fondo, los gritos de 'Le Pen, presidente' lanzados por la manifestaci¨®n de la extrema derecha, que coincidieron a la misma hora, sin llegar a encontrarse. La explanada del Museo del Louvre, clausurada por la polic¨ªa, sirvi¨® de fuerza de interposici¨®n entre esos dos trozos de Francia.
La extrema derecha y la izquierda no chocaron en ning¨²n momento durante las manifestaciones de ayer. Toda la demostraci¨®n de fuerza de la izquierda discurri¨® en un ambiente festivo e hizo un amplio contrapeso al desfile del Frente Nacional, realizado horas antes, sin que al final de la jornada se hubiera registrado incidente alguno de importancia. Unas 25 personas fueron detenidas 'a t¨ªtulo preventivo' en las estaciones de ferrocarril o lugares no directamente relacionados con las manifestaciones, seg¨²n inform¨® la Prefectura de Polic¨ªa, siete de ellas de extrema derecha.
Unos 3.500 gendarmes y polic¨ªas organizaron dispositivos de separaci¨®n de manifestaciones, y el control general de la operaci¨®n se efectu¨® a trav¨¦s del uso sistem¨¢tico de 330 c¨¢maras en la v¨ªa publica. La 'jornada de alto riesgo' que preve¨ªan las autoridades no confirm¨®, en definitiva, los malos augurios, seg¨²n la informaci¨®n recogida hasta primeras horas de la noche.
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