El alcance de la conferencia internacional sobre Oriente Pr¨®ximo fractura al Gabinete de Bush
Los 'halcones' de la Casa Blanca quieren imponer una simple reuni¨®n exploratoria
La convocatoria de una conferencia internacional sobre Oriente Pr¨®ximo es una apuesta muy arriesgada para George W. Bush. Las posiciones entre israel¨ªes y palestinos parecen m¨¢s alejadas que nunca y el conflicto tiene profundas implicaciones dom¨¦sticas en EE UU, como demostr¨® el jueves la resoluci¨®n del Congreso a favor de Sharon y en contra de Arafat. Lo peor para Bush es la divisi¨®n que la iniciativa ha abierto en la Administraci¨®n republicana. Lo que para el secretario de Estado, Colin Powell, es una conferencia de paz, para los halcones de la Casa Blanca es una 'reuni¨®n exploratoria'. El presidente se juega su prestigio y, adem¨¢s, las elecciones parlamentarias de noviembre.
La iniciativa del cuarteto compuesto por EE UU, UE, Rusia y la ONU al convocar la conferencia sorprendi¨® a los sectores m¨¢s duros de la Casa Blanca, opuestos a una implicaci¨®n tan profunda en el conflicto e incr¨¦dulos ante las palabras de Powell. El portavoz presidencial, Ari Fleischer, se vio obligado a manifestar que el anuncio de Powell ten¨ªa 'la aprobaci¨®n' de Bush, tras una pelea azuzada por el Congreso, cuyas dos c¨¢maras quieren que Sharon tenga las manos libres para combatir el 'terrorismo palestino'.
Los cristianos ultraconservadores, que decantaron la balanza a favor de Bush en las elecciones presidenciales y dominan el Partido Republicano, no quieren ni discutir la posibilidad de hacer concesiones a Arafat. El lobby jud¨ªo, muy influyente en el Partido Dem¨®crata, llega por otras v¨ªas a la misma conclusi¨®n. Como tel¨®n de fondo aparecen las elecciones de noviembre, en las que los votos cristianos y jud¨ªos ser¨¢n fundamentales para dar la mayor¨ªa parlamentaria.
'Descafeinar' la cumbre
El presidente Bush se sinti¨® obligado, el viernes, a descafeinar el alcance de la conferencia y habl¨® de 'una reuni¨®n ministerial' y de 'una serie de discusiones para concretar puntos de vista'. Pero eso no fue lo que plante¨® el cuarteto. El ministro espa?ol de Exteriores, Josep Piqu¨¦, representante de la UE junto a Javier Solana, habl¨® de 'una conferencia ministerial' que 'necesariamente' deb¨ªa ser rematada por 'los jefes de Estado y de Gobierno', es decir, por Bush, Sharon y Arafat, cuya coincidencia parece ahora impensable. Piqu¨¦ a?adi¨®, al igual que Powell, que el objetivo era 'una paz duradera' y que el conflicto de Israel con Siria y L¨ªbano deb¨ªa ser 'incluido en las discusiones'.
El plan de Powell, avalado por el cuarteto, consta de tres fases. La primera se centra en ayudar a la Autoridad Palestina a reconstruir sus fuerzas de seguridad y, al mismo tiempo, exigirle una actitud clara contra el terrorismo. La segunda es dinero: para satisfacer las necesidades b¨¢sicas, para iniciar la reconstrucci¨®n de las infraestructuras y 'para que Arafat pueda convencer a su pueblo de que hay esperanza y perspectivas de prosperidad', en palabras de Powell. La tercera fase es la conferencia de paz, en la que, en opini¨®n de Powell, pa¨ªses ¨¢rabes como Egipto y Arabia Saud¨ª deben jugar 'un papel determinante'.
Uno de los 'soportes' del hipot¨¦tico proceso de paz, la ONU, ha quedado muy fr¨¢gil tras el fiasco de la investigaci¨®n sobre Yen¨ªn. M¨¢s de 50 pa¨ªses censuraron ayer de madrugada la actitud de Israel, que impidi¨® el desplazamiento a la zona de una comisi¨®n investigadora. El embajador de Siria ante la ONU, Faisal Mekdad, reflej¨® la opini¨®n de los Gobiernos ¨¢rabes al afirmar que estaba 'demostrado' que Israel ten¨ªa 'mucho que ocultar y mucho de lo que avergonzarse', y al criticar la actitud timorata del Consejo de Seguridad frente al bloqueo de Israel y EE UU.
La visita de Sharon a Washington, el martes, ser¨¢ decisiva para fijar el alcance de la conferencia y sus posibilidades de ¨¦xito. Bush esperaba presionar a Sharon, pero la reciente resoluci¨®n del Congreso estadounidense coloca al primer ministro israel¨ª en una posici¨®n de fuerza: sabe que la Casa Blanca tiene un margen de maniobra limitado y que, en ¨²ltimo extremo, debe permanecer sin ambig¨¹edades del lado de Israel.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Colin Powell
- George W. Bush
- Resoluciones ONU
- Yasir Arafat
- Ariel Sharon
- Ari Fleischer
- Declaraciones prensa
- Siria
- Contactos oficiales
- Partido Dem¨®crata EE UU
- Conflicto ¨¢rabe-israel¨ª
- Negociaciones paz
- Rusia
- Cumbres internacionales
- Territorios palestinos
- Israel
- Europa este
- Geopol¨ªtica
- Relaciones internacionales
- Palestina
- Proceso paz
- Estados Unidos
- Pol¨ªtica exterior
- Oriente pr¨®ximo
- ONU