Causas
?Es Le Pen un producto de la crisis de los partidos pol¨ªticos franceses o tiene m¨¢s que ver con las sacudidas de incertidumbre social que presiden este comienzo de siglo? Seguro que la reaparici¨®n de un proyecto tan descaradamente racista y xen¨®fobo procede de ambas causas aunque sin duda la que m¨¢s nos debe preocupar es la segunda porque recomponer un modelo de funcionamiento de los partidos parece m¨¢s factible que volar los cimientos de la inseguridad padecida por las sociedades francesa y europea. Dicho de otro modo y para que nos apliquemos el cuento en la medida que nos corresponda: a Le Pen le han votado antiguos electores gaullistas, socialistas, comunistas y desesperados sin ideolog¨ªa. Ya sab¨ªamos que el fascismo y los partidos racistas hist¨®ricamente se han alimentado de electores de todo el arco parlamentario. Ejemplos hay en el pasado y en el presente.
No creo, por tanto, que la acusaci¨®n o elogio envenenado que Manuel Chaves lanz¨® el pasado fin de semana contra el PP, afirmando que este partido es el depositario electoral de la extrema derecha espa?ola, nos pueda llevar a alguna conclusi¨®n positiva. Tambi¨¦n se podr¨ªa haber dicho que ese partido, a pesar de sus l¨ªderes andaluces, contiene en su interior bastantes personas de derecha moderada, homologable a cualquier otra europea. M¨¢s interesante para todos los que estamos preocupados por el resurgir de Le Pen y otros como ¨¦l ser¨ªa incidir en las causas del crecimiento de las opciones electorales xen¨®fobas y fascistas. Sabemos que los posibles or¨ªgenes pueden estar en la concepci¨®n negativa de la inmigraci¨®n, en los brutales procesos de desindustrializaci¨®n y de ruptura de los mercados estables del trabajo, en la ausencia de expectativas para numerosos sectores juveniles de las periferias de las ciudades y en algunos otros. Y todo eso, ?no son procesos experimentados en Espa?a y en Andaluc¨ªa? ?No tuvimos ya nuestros Gil, Ruiz Mateos y algunos m¨¢s? ?Qui¨¦n nos dice que estamos salvados de esa peste? ?Conocemos ya el apellido del l¨ªder que explotar¨¢ ma?ana el sentimiento de los sectores marginados del progreso social? Vayamos, por tanto, a impedir las causas que dan aliento a las propuestas racistas y no a alimentar querellas para un mitin.
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