La alfabetizaci¨®n de las minas
Las universidades populares cumplen 100 a?os y empiezan a buscar la conquista de las nuevas tecnolog¨ªasLas universidades populares cumplen 100 a?os y empiezan a buscar la conquista de las nuevas tecnolog¨ªas
Las universidades populares cumplen estos d¨ªas 100 a?os de vida en Espa?a. El modelo se copi¨® del que ya exist¨ªa en las zonas mineras inglesas en aquella ¨¦poca: los profesores universitarios daban clases de alfabetizaci¨®n en su tiempo libre a los trabajadores que no ten¨ªan f¨¢cil acceso a la educaci¨®n; les ense?aban nociones de medicina, higiene, arte. Aquella idea se extendi¨® a Francia y algo despu¨¦s, siguiendo el rastro minero, lleg¨® a las cuencas asturianas. En 1901 la Universidad de Oviedo cre¨® la primera universidad popular de Espa?a, que un a?o m¨¢s tarde tendr¨ªa algunas hermanas en pueblos cercanos.
En la actualidad hay unas 240 localidades en 23 provincias con su universidad para el pueblo, y alrededor de dos millones de personas participan cada a?o en los cursos y talleres que imparten. El presidente de la Federaci¨®n Espa?ola de Universidades Populares es el alcalde de Albacete, Manuel P¨¦rez Castell: 'Estas universidades deben ser aut¨®nomas, ligeramente autogestionarias y su cometido principal es generar igualdad a trav¨¦s de procesos formativos y educativos'. Son instituciones que dependen en gran medida del presupuesto de los ayuntamientos y tienen las puertas abiertas para todos aquellos que quieran aprender en compa?¨ªa conocimientos intelectuales o pr¨¢cticos, destinados al aprendizaje de oficios, artesan¨ªas. O simplemente para adentrarse en la cultura desde exposiciones de pintura, etnogr¨¢ficas, proyecciones cinematogr¨¢ficas o conciertos musicales, entre otras muchas actividades.
Solidaridad, igualdad de g¨¦nero, convivencia, integraci¨®n de inmigrantes, interculturalidad, dinamizaci¨®n sociocultural, son todos ellos conceptos estrechamente ligados con las universidades populares.
Blasco Ib¨¢?ez y Machado
As¨ª lo fueron ya en 1903, cuando el escritor valenciano Blasco Ib¨¢?ez, otros intelectuales de la regi¨®n y la propia universidad fundan la Universidad Popular de Valencia, con id¨¦ntico objetivo que el de sus predecesoras: 'Mejorar la cultura y la calidad de vida de los trabajadores', explica Ricardo Bel¨¦ndez, director gerente de la Fundaci¨®n de Cultura y Deporte de Castilla-La Mancha y ex director de la Universidad Popular de Albacete.
En aquella ¨¦poca las universidades populares sal¨ªan como setas bajo el auspicio de grandes hombres y mujeres de la cultura o ligadas a instituciones de prestigio en sus ciudades. La de Madrid naci¨® en 1904 de la mano de los j¨®venes del Ateneo; y en 1905 la Liga de Amigos de la Ense?anza cre¨® la de Sevilla. Un a?o m¨¢s tarde surgi¨® la de La Coru?a y el Congreso de los Diputados se interes¨® por conceder un presupuesto a la de Madrid, algo que se conseguir¨ªa algunos a?os despu¨¦s.
'Estaban ligadas a gente progresista, republicanos, y entre las actividades que programaba entonces la universidad popular de la capital hab¨ªa visitas a ciudades monumentales, a museos, y conferencias impartidas por intelectuales de altura', dice Bel¨¦ndez.
Con la misma espontaneidad con que nac¨ªan se agotaban al cabo de unos meses algunas de ellas y volv¨ªan a resurgir alg¨²n tiempo despu¨¦s. En 1920 se funda la de Segovia, en la que parcicip¨® Antonio Machado. En 1931 la literata Carmen Conde y su marido, Antonio Oliver, fundan la de Cartagena. Pero ya se acercaba la guerra civil. La Federaci¨®n de Estudiantes rescata en 1933 la extinguida Universidad Popular de Sevilla y durante la contienda se encarga de promover la creaci¨®n de otras 50 en toda Espa?a. La victoria de Franco sobre las tropas republicanas entierra todos aquellos proyectos; y muertos se quedaron los casi 40 a?os que el general sigui¨® vivo. 'Aquellos movimientos culturales eran demasiado libres para la doctrina nacionalcatolicista que impregn¨® toda la ense?anza del franquismo', se?ala Bel¨¦ndez.
Faustino Mart¨ªn copi¨® con la llegada de la democracia el modelo que ¨¦l hab¨ªa aprendido en Alemania y fund¨® junto a Flor¨ªan Godes la Escuela Popular de Albacete. Inauguraba as¨ª esta nueva ¨¦poca. 'En Alemania yo era profesor para los inmigrantes de all¨ª; prepar¨¢bamos a la gente que quer¨ªa continuar sus estudios y examinarse por libre, d¨¢bamos cursos de alfabetizaci¨®n y otras cosas', explica Faustino Mart¨ªn.
A su vuelta a Espa?a transmiten a los trabajadores nociones de pintura, cine, pero tambi¨¦n sindicalismo, asociacionismo. Entonces impart¨ªan las clases abogados, m¨¦dicos, todo aquel que tuviera formaci¨®n. En un ambiente clandestino, porque Franco todav¨ªa no se hab¨ªa muerto. 'Trat¨¢bamos de alfabetizar a los trabajadores de los barrios y les motiv¨¢bamos para que continuaran sus estudios. La experiencia del aprendizaje les daba confianza y autoestima', recuerda Mart¨ªn. Entonces, como ahora, hab¨ªa alumnos de 16 a?os y de 70.
Pero ahora estas universidades de los pueblos 'est¨¢n en un buen momento de desarrollo y consolidaci¨®n', asegura Bel¨¦ndez. Antes se les ense?aba a leer y escribir, ahora el reto es la alfabetizaci¨®n tecnol¨®gica.
El modelo de Extremadura
Las nuevas tecnolog¨ªas y la sociedad de la informaci¨®n es un terreno en el que ahora se adentran las universidades populares. 'Puede que estemos ante un fen¨®meno de analfabetismo tecnol¨®gico. Ahora las nuevas tecnolog¨ªas son un m¨¦todo como antes lo fue la escritura y, si no se aprenden, mucha gente puede quedarse fuera del sistema', explica el presidente de la federaci¨®n nacional, Manuel P¨¦rez Castell. Muchos coinciden en se?alar que la red extreme?a -hay 151 pueblos con universidad popular- es una de las m¨¢s organizadas y avanzadas en este campo. Cada universidad organiza sus propios talleres y cursos, pero la asociaci¨®n donde se agrupan convenia con las distintas consejer¨ªas programas comunes. Con Educaci¨®n, por ejemplo, llevan tres a?os con un curso de alfabetizaci¨®n tecnol¨®gica en el que participan unos 30 municipios. Tienen, adem¨¢s, un centro regional de Orientaci¨®n y Formaci¨®n en Nuevas Tecnolog¨ªas en Casar de C¨¢ceres, donde se forman los profesionales de las universidades y desde donde se organizan cursos, seg¨²n explica el presidente de la asociaci¨®n extreme?a, el alcalde de Castuera, Paco Marto. 'En su origen, el fin de estas universidades era paliar el d¨¦ficit formativo para que la gente se incorporara al sistema educativo, pero ¨¦sa ya no es la prioridad', dice. Las ideas m¨¢s novedosas que persiguen ahora son las relacionadas con la cooperaci¨®n y la integraci¨®n. 'Con Bienestar Social tenemos un programa para contratar a una persona de las universidades populares en cada pueblo -por ahora 19- para que asesoren y apoyen a los inmigrantes de su localidad', dice Marto. La segunda pata tecnol¨®gica que debe sostener a estas universidades es el uso de la Red como medio, es decir, que se conecten entre s¨ª e intercambien experiencias. 'Es un reto hacia el que tenemos que ir avanzando', afirma el presidente nacional. Castell se?ala que la experiencia extreme?a puede ser un modelo, aunque hay que buscar su consolidaci¨®n. En su p¨¢gina web (aupex.org) se puede conectar con un centro de documentaci¨®n que ofrece direcciones e informaci¨®n sobre los distintos proyectos.
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