Enemigos
Conect¨¦ en el televisor y me llev¨¦ un susto de campeonato. Cre¨ª que lady Di hab¨ªa vuelto y hab¨ªa muerto de nuevo, hasta que me percat¨¦ de que la avalancha de flores y de compungidos pla?ideros que aparec¨ªa en pantalla estaba integrada por los atribulados ciudadanos de otro pa¨ªs, Holanda, que se encuentra en estado de shock, y que ha perdido la inocencia, esta vez por el injustificable y muy condenable asesinato de una persona humana, por xen¨®fobo, ultraderechista y pro abrigos de pieles que fuera. Ten¨ªa su parte buena: era gay y estaba orgulloso de ello (lo cual, convengamos, resulta mucho m¨¢s sencillo en Amsterdam que en Nerja).
Ya van dos pa¨ªses, Francia y Holanda, que, en menos de un mes, han recibido un palo brutal. Hubo otro, Estados Unidos, que en el primer a?o de este miserable siglo sufri¨® un gran shock y perdi¨® la inocencia, cuando se produjo la terrible masacre del 11-S. De aquellos lodos viene esta divisi¨®n del mundo entre las fuerzas del Bien y las del Mal, y del ataque de pasmo padecido por las clases pol¨ªticas francesa y holandesa, va a venir un giro a la derecha y una revalorizaci¨®n del pensamiento policial, en toda la UE, de los que no vamos a poder librarnos en d¨¦cadas.
Guardia fronteriza, blindaje, mano dura, manos libres, tolerancia cero, por el lado del Bien, o Seguridad; y por el del Mal, la inmigraci¨®n, groseramente equiparada a Delincuencia. Los adormecidos pol¨ªticos de nuestro tiempo siempre eligen el camino f¨¢cil, que no es la b¨²squeda de los or¨ªgenes del problema, sino su aplastamiento a golpes de porra. Estados Unidos, como Imperio, se busc¨® una guerra al terrorismo y la inici¨® por la A de Afganist¨¢n. Ellos pueden. Los europeos, m¨¢s modestamente, hemos decidido que nuestro enemigo est¨¢ en casa, sin ser nosotros.
Los pol¨ªticos llamados democr¨¢ticos de este momento no quieren el bienestar de la sociedad, sino sus votos, y est¨¢n dispuestos a copiar a sus rivales, alentando la irracionalidad del electorado, aprovech¨¢ndose de sus miedos. Nada de discurrir, de razonar. Cualquier cosa, con tal de que no les desbanque un Le Pen o ese se?or de color que dicen va a sustituir a Fortuyn, y que parece sacado de un anuncio del Club M¨¦diterran¨¦e.
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