Culitos
Sabemos que la sensibilidad social, el bien hacer jur¨ªdico, y el sentido de la justicia, son valores que est¨¢n fuertemente enraizados en algunas de las personas que ejercen el poder. Si alguien lo desconoce no tiene mas que mirar a la comunidad de Castilla Le¨®n. Comprobar¨¢ como el fiscal Garc¨ªa Ancos sigue encargado de proteger a los ciudadanos, que sean de 'mejor' clase que la concejala de Ponferrada. Es una de las razones que hacen que, no se entienda mucho, la queja del PSOE, ante la direcci¨®n de la Escuela de Pr¨¢ctica Jur¨ªdica de C¨®rdoba. Total, el problema, que se plante¨® en la Escuela, para que lo resolvieran los licenciados en derecho, no era tan grosero como el fiscal. Incluso peor que los tres alcaldes socialistas, a los que en el ejemplo se les calificaba de 'de bebidos y algo salidos', lo ten¨ªa la recepcionista del hotel. La recepcionista era 'bajita, y adicta a los programas pornogr¨¢ficos de televisi¨®n' y, a pesar de ello, no se han quejado las recepcionistas bajitas, que pudieran ser aficionadas a ver la verdad de Juana o el patito feo, versi¨®n Beti. Claro que, tal como se las gasta el fiscal de Castilla, con las que no son de su 'clase', puede ser mejor que no hablen.
Adem¨¢s, a lo mejor, los profesores del ejemplo solo han seguido las ense?anzas jur¨ªdicas de la mayor¨ªa del CGPJ. El caso de G¨®mez de Lia?o, puede servir de ejemplo. El problema te¨®rico, a resolver, ser¨ªa el siguiente: 'tenemos veintinueve universitarios que han roto las puertas de la Universidad de Sevilla, cuya reparaci¨®n sale a mil quinientos euros por imputado, y a un juez condenado que, al igual que Pedro neg¨® a Jes¨²s por tres veces, las mismas neg¨® la Justicia. Todos, quieren ser jueces'.
Soluci¨®n de la mayor¨ªa: los universitarios -si los condenan- no pueden ser jueces porque tendr¨ªan antecedentes penales, (art. 302 de la LOPJ). Lia?o s¨ª, por culpa de Belloch, que no incorpor¨® a la reforma de la LOPJ que los jueces con antecedentes penales, no cancelados, no podr¨ªan ejercer de jueces, aunque lo mande el gobierno.
Con esta realidad, la queja, no va a servir de mucho. La justicia, a pesar del pacto, y la educaci¨®n, s¨®lo sirven a unos pocos. Los dem¨¢s son los culitos que se pueden tocar, y ofender. Garc¨ªa Ancos, y algunos m¨¢s, lo recuerdan cada d¨ªa.
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