Las dudas de la divisa
En el ¨²ltimo mes, el sentimiento del mercado respecto al d¨®lar se ha deteriorado de forma notable. La divisa estadounidense se ha depreciado frente a un buen n¨²mero de divisas, entre ellas el euro. Ello ha supuesto un cambio respecto a lo observado en el ¨²ltimo a?o en el que el d¨®lar se apreci¨® un 6% en t¨¦rminos efectivos nominales.
?Qu¨¦ hay detr¨¢s de este cambio de sentimiento? Se pueden mencionar al menos dos factores. En primer lugar, las sorpresas negativas de algunos indicadores econ¨®micos y la decepci¨®n con algunos resultados empresariales han provocado un retroceso en las expectativas de subidas de tipos de inter¨¦s en EE UU. En las ¨²ltimas semanas, ante las dudas de la intensidad del crecimiento de la econom¨ªa estadounidense tras su buen comportamiento en el primer trimestre, las expectativas descontadas por los futuros de los tipos de inter¨¦s norteamericanos a tres meses han descendido casi 100 puntos b¨¢sicos. Algo que no se ha observado en la UEM y en otros pa¨ªses del ¨¢rea d¨®lar, lo que ha conducido a una ampliaci¨®n significativa del diferencial en las rentabilidades de corto plazo en contra de EE UU.
La superaci¨®n de las incertidumbres sobre la econom¨ªa estadounidense devolver¨¢ al d¨®lar a un nivel acorde con sus fundamentos
Un segundo factor deriva de las crecientes dudas sobre la sostenibilidad del d¨¦ficit por cuenta corriente de EE UU. Un d¨¦ficit que en 2001 alcanz¨® el 4,1% y que en 2002 es previsible que se ampl¨ªe. La preocupaci¨®n se ha acentuado ante la proliferaci¨®n de art¨ªculos acad¨¦micos que muestran la relaci¨®n entre un elevado saldo corriente y una depreciaci¨®n del tipo de cambio. La experiencia de 25 episodios en pa¨ªses industrializados en el pasado fue que aproximadamente un a?o antes de que el d¨¦ficit corriente alcanzase un l¨ªmite m¨¢ximo, que en promedio fue 5% del PIB, se desencadenaba un proceso de ajuste que duraba entre tres y cuatro a?os y que llevaba aparejado un bajo crecimiento de la renta y una depreciaci¨®n del tipo de cambio real, entre un 10-20%. En EE UU esta preocupaci¨®n por el d¨¦ficit corriente coincide ahora con la reaparici¨®n de un d¨¦ficit fiscal, que se estima cercano al 1% en 2002, tras varios a?os de super¨¢vit.
Con todo ello, la cotizaci¨®n del d¨®lar en las ¨²ltimas semanas recoge una serie de dudas sobre la econom¨ªa de EE UU que el euro ha sido capaz de capitalizar en muy corto plazo. La clave es por cu¨¢nto tiempo podr¨¢ el euro seguir apropi¨¢ndose de estas ganancias. Dado que se espera que los fundamentos, esto es, el diferencial de crecimiento de los precios y sobre todo de la productividad, seguir¨¢n siendo positivos para EE UU, y que las incertidumbres pasen a un segundo plano, hay margen para que el d¨®lar se aprecie y vuelva a niveles de hace un mes con el euro. Mientras los fundamentos no cambien, la tendencia del d¨®lar tampoco lo har¨¢.
Sonsoles Castillo es economista del Servicio de Estudios de BBVA.
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