La izquierda y el PER: sin complejos
Los resultados de las elecciones presidenciales en Francia han reavivado en toda Europa el debate sobre el papel de la izquierda en las sociedades avanzadas de occidente. Se afirma que desde la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn, los partidos europeos de izquierdas no han sabido encontrar un espacio pol¨ªtico propio y diferenciado de las tendencias neoliberales; que el mensaje tradicional y comprometido con los m¨¢s desfavorecidos de la socialdemocracia se ha difuminado; que la b¨²squeda del electorado de centro ha llevado a los partidos socialistas a defender nuevos intereses de una sociedad m¨¢s aburguesada...En fin, seg¨²n algunos, que hacemos una pol¨ªtica de izquierdas acomplejada porque nuestros discursos de siempre se han quedado antiguos y nuestra ideolog¨ªa huele a rancia.
Si Aznar est¨¢ preocupado por los agravios, que empiece por darle a Andaluc¨ªa lo que le corresponde: las pol¨ªticas de empleo.
En este panorama internacional, donde la globalizaci¨®n y el pensamiento ¨²nico tratan de arrasar con todo, surge en Andaluc¨ªa un intenso debate sobre el PER (Plan de Empleo Rural) a ra¨ªz de que el Gobierno Aznar haya anunciado su intenci¨®n de eliminarlo por la v¨ªa lenta. Se trata de un debate pol¨ªtico de primera magnitud, serio y profundo. De primera magnitud porque del PER dependen m¨¢s de 200.000 andaluces y la prioridad de un pol¨ªtico debe ser defender los intereses de los ciudadanos a los que representa. La cuesti¨®n es seria porque estamos hablando del futuro de muchos pueblos de Andaluc¨ªa y profunda porque el tema afecta a la estructura social de nuestra comunidad. Por todo ello, y por m¨¢s elementos que expondr¨¦ en este art¨ªculo, es fundamental que de este debate se desmonten algunos 'argumentos' que se usan con demasiada ligereza y que considero fr¨ªvolos y perniciosos.
Para algunos, instalados en la soberbia o en el m¨¢s puro desconocimiento, el PER es el sistema que confirma el t¨®pico m¨¢s da?ino que circula sobre Andaluc¨ªa: los andaluces, especialmente los jornaleros del campo, viven del subsidio y no quieren trabajar. La imagen de la Andaluc¨ªa subsidiada adem¨¢s de injusta, es falsa. Seg¨²n datos del Ministerio de Trabajo nueve comunidades espa?olas reciben de media m¨¢s prestaciones sociales que Andaluc¨ªa, entre ellas Catalu?a, Galicia y Castilla-Le¨®n. Decir que los andaluces no quieren trabajar es indecente y responde a una posici¨®n caciquil, como la que refleja el articulo publicado el pasado jueves en este peri¨®dico por el ex diputado del PP, Manuel Seco, al que quisiera recordarle que las prestaciones que reciben los desempleados no salen de los impuestos de todos sino de las propias cotizaciones de los trabajadores (en estos momentos el INEM tiene un excedente de aproximadamente medio bill¨®n de pesetas). Si tanto le preocupa al se?or Seco y a todos sus compa?eros de partido el destino del dinero p¨²blico, que le exijan a su presidente Aznar que lo dedique a cubrir las necesidades de los m¨¢s desfavorecidos, a potenciar la econom¨ªa y a favorecer la creaci¨®n de empleo en las zonas rurales y que, por ejemplo, defienda en la Uni¨®n Europea que s¨®lo se subvencionen aquellas explotaciones que generan mano de obra y riqueza. Porque tambi¨¦n es dinero p¨²blico el que reciben, v¨ªa subvenci¨®n, empresas y terratenientes. Con los impuestos de todos pagamos el bill¨®n de pesetas que Aznar dio a las compa?¨ªas el¨¦ctricas.
El presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha dado ahora otro 'argumento' escandaloso para justificar la supresi¨®n del PER. Se atreve Aznar a hablar de agravios porque s¨®lo se benefician del subsidio agrario los jornaleros andaluces y extreme?os, olvid¨¢ndose de una gran 'deuda hist¨®rica' que Espa?a tiene con estas dos comunidades, especialmente con los jornaleros de las zonas rurales. El PER ha servido para recortar las diferencias en el nivel de vida del campo andaluz con otros territorios del pa¨ªs, donde hist¨®ricamente y en la actualidad se invierte m¨¢s que en nuestra tierra. Si Aznar est¨¢ tan preocupado por los agravios, que empiece por darle a Andaluc¨ªa lo que le corresponde, como por ejemplo las competencias de las pol¨ªticas de empleo y el nivel de inversiones que representa la poblaci¨®n de Andaluc¨ªa en el conjunto del Estado.
En este debate, tambi¨¦n se est¨¢n escuchando opiniones de otros sectores sociales m¨¢s instalados en ciertas elites urbanas autodenominadas 'progresistas'. A algunos, PER y jornaleros les suena a viejo, y, aunque reconocen los beneficios que ha tenido el sistema, creen que est¨¢n re?idos con la modernidad. Yo les recomendar¨ªa que en vez de leerse las estad¨ªsticas oficiales, abandonen por unos d¨ªas las ciudades y se paseen por los pueblos de Andaluc¨ªa, y cuando vean instalaciones deportivas, centros culturales, equipamientos de todo tipo, industrias de transformaci¨®n agr¨ªcola, bibliotecas, etc¨¦tera, as¨ª como una poblaci¨®n rural m¨¢s din¨¢mica que hace 18 a?os y satisfecha de vivir all¨ª, comprender¨¢n que el PER no es pasado, sino presente.
Defender la permanencia del Subsidio Agrario y del PER no es un anacronismo, es un ejercicio de futuro. La inyecci¨®n de dinero p¨²blico, 160.000 millones de pesetas anuales, es imprescindible para la econom¨ªa de buena parte de la sociedad rural andaluza en la que desgraciadamente, y a pesar de los apoyos con dinero p¨²blico, todav¨ªa hoy la iniciativa privada suele estar bastante privada de iniciativa, salvo que el futuro y la modernidad que les ofrezcamos a estos cientos de miles de personas sea volver a la emigraci¨®n.
Defender el PER no es conformismo, ni para los socialistas andaluces, ni para los beneficiarios del subsidio, a los que el PP pretende culpabilizar por estar desempleados, ni para los empresarios del medio rural que sin esta inyecci¨®n econ¨®mica ver¨ªan peligrar sus negocios. El Subsidio Agrario garantiza un m¨ªnimo vital a 200.000 andaluces de 207.000 pesetas al a?o,, un m¨ªnimo que ha tra¨ªdo paz social a nuestros pueblos y que es la base para que cuajen otras pol¨ªticas activas y dinamizadoras de la econom¨ªa rural que la Junta de Andaluc¨ªa viene realizando desde hace a?os y en las que ha invertido medio bill¨®n de pesetas . Ahora que se demandan planes de familia y pol¨ªticas de discriminaci¨®n positiva hacia la mujer, baste decir que m¨¢s de la mitad de los beneficiarios del subsidio agrario son mujeres.
El PER ha supuesto la primera modernizaci¨®n del campo andaluz, y desde el PSOE, padres del sistema, no vamos a permitir que el PP lo liquide y frene el avance de los pueblos de Andaluc¨ªa. El PER es la base para la segunda modernizaci¨®n del mundo rural. Y volviendo al principio, ?se debe renunciar desde la izquierda al mantenimiento de conquistas sociales en aras de una imagen de supuesta modernidad? Ante el PER no caben complejos.
Jos¨¦ Caballos Mojeda es portavoz del Grupo Socialista en el Parlamento de Andaluc¨ªa.
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