Barcelona plantea construir espigones sumergidos para proteger las playas

La forma de proteger las playas de Barcelona es colocar espigones sumergidos en la l¨ªnea de costa para evitar los efectos de los fuertes temporales de Levante, como los sufridos desde noviembre pasado. La opini¨®n es mantenida por el Ayuntamiento de Barcelona, que ya ha conseguido el compromiso del Ministerio de Medio Ambiente de realizar el proyecto. Seg¨²n c¨¢lculos del consistorio, la obra tendr¨ªa un coste de seis millones de euros.

Para proteger las playas de los temporales de Levante hay dos tipos de medidas que tomar. Una, a acorto plazo, que debe asegurar el aporte de arena suficiente para reponer lo que el mar se haya llevado. Desde noviembre pasado, las playas han sufrido nueve temporales -algunos de especial intensidad, como los dos de noviembre y el de la semana pasada- que han supuesto la p¨¦rdida de 200.000 metros c¨²bicos de arena, seg¨²n c¨¢lculos de Parques y Jardines. Parte de esa arena ha retornado, aunque desde la empresa municipal se insiste en que se trata de una parte m¨ªnima y que, en general, toda la l¨ªnea de costa de Barcelona ha retrocedido. En el caso del Bogatell, por poner un ejemplo, la torre de vigilancia ha tenido que retroceder 10 metros.

Pero en lo que el consistorio insiste m¨¢s es en buscar actuaciones a largo plazo y, sobre todo, que eviten graves deperfectos: la elaboraci¨®n de un plan de defensa de las playas para evitar que cualquier tipo de temporal -sobre todo los de Levante porque los del Sur son menos da?inos- deje descarnadas buena parte de las playas y arrase con todo el mobiliario e infraestructuras. En ese sentido, desde el Ayuntamiento se recuerda que la ciudad dej¨® incompleto el sistema de espigones sumergidos en la ¨¦poca ol¨ªmpica.

Bogatell y Mar Bella

Aquel sistema de defensa de las playas se proyect¨® a ra¨ªz de la creaci¨®n del Puerto Ol¨ªmpico y supuso la construcci¨®n de espigones en la playa de la Nova Ic¨¤ria: 'Y el resultado est¨¢ claro, puesto que esa playa no ha sufrido los da?os que se han registrado en la del Bogatell o la de la Mar Bella', explica el ingeniero jefe del Ayuntamiento de Barcelona, Albert Vilalta. Seg¨²n los c¨¢lculos del consistorio, el espig¨®n m¨¢s largo ser¨ªa de unos 175 metros frente a la playa del Bogatell y el m¨¢s corto, de 125, frente a la playa de la Mar Bella. Ese tipo de barrera se coloca a medio metro por debajo del nivel del agua y es una barrera eficaz para frenar la fuerza de los temporales. 'Con ello se evitar¨ªa que el mar se lleve grandes cantidades de arena como ha ocurrido en los ¨²ltimos meses, aunque cierta reposici¨®n siempre es necesaria', a?ade Vilalta. En opini¨®n del ingeniero jefe municipal, es cierto que el mar devuelve la arena que los temporales arrancan 'pero lo que no est¨¢ nada claro es el tiempo de retorno, y pueden pasar a?os'. Y lo que ocurre con las playas de Barcelona es que son profusamente utilizadas: cinco millones de personas en temporada alta -de junio a setiembre- y otras siete las disfrutan a lo largo de todo el a?o.

'Hay dos tipos de playas. Las que no tienen sistemas de protecci¨®n y las r¨ªgidas, que tienen sistemas de defensa que impiden grandes p¨¦rdidas de arena por efectos de temporales. Es cierto que las playas con sistemas de protecci¨®n, como espigones, impiden el retorno natural de la arena pero se trata de un sistema que tiene m¨¢s garant¨ªas de evitar episodios como los de este a?o', insiste Vilalta.

Seg¨²n los c¨¢lculos del Ayuntamiento, construir los dos espigones en la playa del Bogatell y Mar Bella supone una inversi¨®n que se aproximar¨ªa a los seis millones de euros (unos 1.000 millones de pesetas). Y, en principio, el consistorio parte de la idea de que corresponder¨ªa al Ministerio de Medio Ambiente hacerse cargo de esa inversi¨®n. La playa de la Barceloneta no resulta tan afectada por los temporales.

Con todo, lo que la cuarta teniente de alcalde del consistorio, Imma Mayol, ha negociado con el Ministerio de Medio Ambiente es la elaboraci¨®n de un proyecto de sistemas de defensa que podr¨ªa arrojar otras propuestas alternativas.