Netanyahu gana apoyo en el Likud con el voto de castigo a Sharon

Washington seguir¨¢ apoyando la creaci¨®n del Estado de Palestina como f¨®rmula para establecer la paz en Oriente Pr¨®ximo, asegur¨® ayer un portavoz de la Casa Blanca, cuando apenas se cumpl¨ªan 24 horas de la reuni¨®n extraordinaria del Comit¨¦ Central del Likud en la que se decidi¨® por unanimidad y a mano alzada oponerse a la creaci¨®n de un Estado de Palestina. El ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu, el gran halc¨®n del Likud, se abre paso hacia el poder.

El apoyo de la Administraci¨®n de George Bush al Estado de Palestina, explicitado por el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, es un presagio de nuevos enfrentamientos entre Estados Unidos y el Gobierno de Israel, seg¨²n aseguraban ayer observadores pol¨ªticos en Jerusal¨¦n.

La resoluci¨®n del Comit¨¦ Central del partido nacionalista Likud, compuesto por 2.600 representantes, hab¨ªa rechazado previamente, con una votaci¨®n secreta y con el 60% de las papeletas, una propuesta de Sharon que trataba de aplazar por razones t¨¢cticas la votaci¨®n sobre la negativa al Estado de Palestina. A continuaci¨®n se celebr¨® la votaci¨®n sobre la no viabilidad del Estado de Palestina, una propuesta que fue refrendada por unanimidad, incluidos los ministros del Likud en el Gobierno.

La doble derrota, en una sola noche, de las posiciones planteadas por Ariel Sharon confirman p¨²blicamente el liderazgo dentro del partido nacionalista del ex primer ministro Benjam¨ªn Netanyahu. De 52 a?os, Netanyahu present¨® en mayo de 1999 su dimisi¨®n como l¨ªder y diputado del Likud y se fue al exilio pol¨ªtico al perder las elecciones a primer ministro ante el laborista Ehud Barak. Art¨ªfice de la propuesta que sali¨® ganadora en la reuni¨®n del Comit¨¦ Central, Netanyahu propugna una postura a¨²n mas dura contra los palestinos; defiende sin ambig¨¹edades la expulsi¨®n del presidente Yasir Arafat al extranjero, sin hacer caso de las presiones de EE UU, y asegura que la creaci¨®n de un Estado palestino supone levantar un 'Estado terrorista'.

Pero sobre todo, el Comit¨¦ Central del Likud ha dado un voto de castigo a Sharon por su alianza con los laboristas y su colaboraci¨®n con Sim¨®n Peres, uno de los impulsores de los acuerdos de Oslo. En los pasillos del aparato del Likud se acusa a Sharon de haberse convertido en 'un reh¨¦n' del Partido Laborista, y de estar prolongando la vida de la izquierda israel¨ª, a pesar del triunfo abrumador de la derecha en las elecciones de marzo de 2001, en que consigui¨® el apoyo del 70% de los electores.

La actitud del Likud, oponi¨¦ndose al Estado de Palestina, hace a¨²n m¨¢s dif¨ªcil su colaboraci¨®n con los laboristas en el Gobierno de Unidad Nacional, ya que el Partido Laborista, en v¨ªsperas de las elecciones de 1999, aprob¨® su apoyo al Estado de Palestina, seg¨²n una propuesta planteada por Shlomo Ben Ami, quien posteriormente se convertir¨ªa en ministro de Exteriores.

Ayer, mientras la comunidad internacional reaccionaba con sorpresa y condenaba la decisi¨®n del Likud, observadores pol¨ªticos aseguraban que el acuerdo tiene escasa trascendencia pol¨ªtica, ya que la propuesta real de Sharon sobre el Estado palestino es inviable e inaceptable para la poblaci¨®n palestina, lo que le coloca muy cerca de la declaraci¨®n adoptada por el Comit¨¦ Central.

El negociador palestino Saeb Erekat asegur¨® desde Jeric¨® que el 'voto del Likud ha desenmascarado el verdadero rostro de Israel'. Erekat acus¨® al partido nacionalista israel¨ª de 'destruir los acuerdos de Oslo' y a?adi¨® que 'de ahora en adelante no podr¨¢n hablar de paz' ni siquiera los cuatro ministros laboristas, que se unieron al Gobierno de Unidad Nacional 'para contener a la derecha nacionalista'.