Abstinencia por 150 euros

Cuando contaba doce a?os de edad Alberto Ib¨¢?ez ten¨ªa 300 pesetas en el bolsillo y de entre todas las cosas que vio en el quiosco de su barrio eligi¨® comprar su primer paquete de tabaco. La raz¨®n: 'Porque s¨ª'. Desde entonces es fumador habitual. Ahora que acaba de cumplir la mayor¨ªa de edad ha decidido participar en un programa para dejar la adicci¨®n durante un mes a cambio de una recompensa econ¨®mica de 150 euros que piensa conseguir para comprarse un tel¨¦fono m¨®vil. Cuando acaben los d¨ªas de abstinencia obligatoria admite que seguramente volver¨¢ a fumar, simplemente porque le gusta.

La Junta de Andaluc¨ªa ha puesto en marcha un plan entre los escolares andaluces para que ¨¦stos dejen de fumar en mayo a cambio de una recompensa econ¨®mica para el que aguante todo el mes y resulte ganador del sorteo final, para cuya participaci¨®n es necesaria una prueba m¨¦dica final que compruebe su sacrificio. S¨®lo diez de los participantes obtendr¨¢n este premio.

Un programa de estas caracter¨ªsticas puede crear un ambiente contrario al tabaco en algunos centros de secundaria de Andaluc¨ªa, como pretenden los organizadores. Pero es una tarea mucho m¨¢s complicada trasladar la f¨®rmula y hacerla efectiva en un instituto de la zona norte de Granada, una de las m¨¢s deprimidas de la ciudad. All¨ª el tabaco puede ser la adicci¨®n menos peligrosa para los j¨®venes. Sin embargo, tres de ellos, Alberto Ib¨¢?ez, Beatriz Mena y Vanesa Agudo han decidido dejarlo durante 31 d¨ªas, aunque la mayor parte de sus compa?eros se lo ponga dif¨ªcil. 'Lo peor son los descansos, cuando todos mis amigos van al servicio para fumar', cuenta Vanesa resignada.

Los motivos de estos tres j¨®venes para participar en el D¨¦jalo y gana, como se conoce el proyecto que coordina la Escuela Andaluza de Salud P¨²blica, son muy distintos. Vanesa, que con 16 a?os es la menor de los tres y comenz¨® a fumar hace apenas un a?o, al entrar al instituto, asegura que la decisi¨®n de dejar los cigarrillos la tom¨® su novio. 'Me dio a elegir entre ¨¦l o el tabaco. Y ni me lo pens¨¦'. Esto ocurri¨® hace unos meses y el concurso le ha venido como anillo al dedo para intentar sacar provecho de su esfuerzo.

Beatriz no se ha sumado a la iniciativa porque le parezca educativa. 'Esto es un plan del Gobierno para poner a los j¨®venes como quieren, para quitarnos de todo y hacernos borregos. Pero no lo van a conseguir'. Esta estudiante de 19 a?os cree que 'hay que saber consumir las drogas', pero un problema de asma le obliga a tener que dejar el tabaco. Su rebeld¨ªa le pedir¨ªa que no lo hiciera pero el consejo del m¨¦dico fue m¨¢s que convincente.

Los tres est¨¢n de acuerdo en una cosa. Con programas como ¨¦ste es muy dif¨ªcil hacer algo de mella en los alumnos de centros como el Instituto Aynadamar. El cartel que anuncia el concurso es 'un papel m¨¢s en el tabl¨®n'.