Carmen Alborch analiza la rivalidad entre las mujeres en 'Malas'
'No somos amigas por naturaleza, pero tampoco las peores enemigas', dice la autora
Solas, su libro anterior, ha vendido m¨¢s de 300.000 ejemplares. Arropada por el ¨¦xito editorial, Carmen Alborch (Castell¨® de Rugat, Valencia, 1947) regresa ahora al panorama editorial con Malas, rivalidad y complicidad entre mujeres (Aguilar), un an¨¢lisis sobre el universo y los sentimientos femeninos, en el que mezcla lecturas, conversaciones y vivencias. 'Es un libro personal en el que se muestra una pluralidad de voces', asegur¨® ayer la autora, que calific¨® las relaciones entre mujeres como complejas. 'No somos amigas por naturaleza, pero tampoco las peores enemigas'.
Uno de los aciertos de este ensayo es su t¨ªtulo -'Nada que ver con cualquier connotaci¨®n b¨ªblica'-. El libro, en el que Alborch ha trabajado durante dos a?os, iba a llamarse en origen Juntas, porque las mujeres 'nos hacemos la competencia, nos respetamos y nos apoyamos', pero la ex ministra de Cultura quer¨ªa tambi¨¦n romper con esa idea tan t¨®pica de la bondad entre las chicas. No en vano uno de sus lemas preferidos es 'somos malas, pero podemos ser peores'.
Desde la pluralidad de voces y tratando de huir de las generalizaciones, la diputada del PSOE desarrolla en m¨¢s de 300 p¨¢ginas una historia de lo femenino. Para explicarlo, la autora recurre a constantes citas. Lo suyo no es la intertextualizaci¨®n: 'Despu¨¦s de hacer el esqueleto del libro ten¨ªa que plagarlo de referencias literarias y cinematogr¨¢ficas, como si fuera un mosaico'. Shere Hite, Nora Ephron o Agnes Heller son algunas de las voces que se escuchan en Malas, pero tambi¨¦n hay espacio para enemistades como la de Joan Crawford y Bette Davis. 'Puede que exista el para¨ªso, pero si Joan est¨¢ all¨ª, yo no ir¨¦', dijo Davis de su oponente en ?Qu¨¦ fue de Baby Jane? 'Esos peinados', contestaba Crawford, 'no son adecuados para personas mayores. Creo que quedar¨ªan mejor en un perro'.
Razones y emociones
'El libro es un pretexto para suscitar emociones y razones, un instrumento de comunicaci¨®n y de intercambio de ideas para que las relaciones mejoren', explic¨® ayer la autora en la presentaci¨®n de su nuevo ensayo. 'Antes, la rivalidad entre mujeres consist¨ªa en encontrar al hombre y, ahora, al incorporarnos a la vida p¨²blica, se ha trasladado a otros ¨¢mbitos y jerarqu¨ªas'. asegur¨®. Alborch sostiene que las mujeres tienen derecho a ser ambiciosas y competir, algo que tambi¨¦n pueden hacer los hombres. Por eso, asegura, habla de respeto y de dignidad entre los sexos. La presidenta de la Comisi¨®n de RTVE en el Congreso propone como terapia que las mujeres exterioricen m¨¢s sus sentimientos. 'Si utilizamos la palabra que tantas veces se nos ha negado, las cosas mejorar¨¢n'. Alborch asegura que no ha querido poner el dedo en el ojo de las mujeres, sino destapar la herida, que respire y que cicatrice.
Juan Cruz, director de Comunicaci¨®n del Grupo Santillana, calific¨® a la autora como una de las personas que tuvieron una importancia decisiva en el cambio cultural que se produjo en la Espa?a de los ochenta. 'No es un libro de ideolog¨ªa, sino de ideas', aclar¨® Cruz, que cerr¨® el acto con un poema de Lena Holstein recogido en el libro: 'Era una buena madre, / una esposa comprensiva / y al mismo tiempo una amante fant¨¢stica y ardiente. / Participaba pol¨ªticamente, / e incluso para el gimnasio ten¨ªa tiempo. / Las ventanas estaban lavadas, / lo mismo las alfombras y manteles / cuando la ambulancia lleg¨® a buscarla' .
Malas est¨¢ dedicado a 'las mujeres de mi vida' y en la lista de agradecimientos destaca Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez -'por su constante est¨ªmulo intelectual'-.
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