'Me gusta jugar entre lo real y lo ficticio'

Michael Winterbottom es un caso aparte en el cine brit¨¢nico. Con 41 a?os y sin emigrar a Hollywood ha dirigido 12 pel¨ªculas. Tan prol¨ªfico como los veteranos Mike Leigh y Ken Loach, con quienes compite en el Festival de Cannes, se distingue de ambos por la variedad gen¨¦rica de su cine. Adapt¨® una obra literaria en Jude, entr¨® en la guerra con Welcome to Sarajevo, en el western con El perd¨®n y en la exploraci¨®n social con Wonderland. Acaba de rodar una road movie, desde Pakist¨¢n a Inglaterra, con dos inmigrantes afganos. Poco antes de viajar a Cannes, Winterbottom se mostraba sorprendido por la selecci¨®n en competici¨®n de su ¨²ltimo filme, 24 Hour Party People, donde narra la evoluci¨®n del punk hasta la m¨²sica rave a trav¨¦s de la movida de Manchester.

'Hist¨®ricamente, el cine brit¨¢nico se considera la versi¨®n 'amateur' del estadounidense'

Pregunta. ?Qu¨¦ le atrajo de la movida de Manchester?

Respuesta. Las oleadas de m¨²sica genial que sacudieron la ciudad a partir del punk, en 1976, y hasta 1992 con el cierre del club Ha?ienda y la bancarrota del sello Factory. Una banda impuls¨® la formaci¨®n de otra, desde los Sex Pistols a Joy Division, New Order y The Happy Mondays, propagando el entusiasmo de generaci¨®n en generaci¨®n. Igualmente atractiva es la figura de Tony Wilson, la doble vida que llevaba: presentador de televisi¨®n de d¨ªa e impulsor de la movida de noche. Las personas cambian con el tiempo, pero en los 16 a?os que cubre el filme, ¨¦l preserv¨® el entusiasmo, inocencia y optimismo. Y, de paso, no aprendi¨® nada.

P. La audiencia aprende de antemano que no todo lo que ve en pantalla ocurri¨® realmente. ?No le interesa descubrir la verdad?

R. No es un documental, sino una experiencia divertida realizada con el mismo esp¨ªritu an¨¢rquico del Factory. La pel¨ªcula indica constantemente que da igual que los hechos sean genuinos o no, aunque cuanto m¨¢s extra?os m¨¢s reales son. No existe una ¨²nica versi¨®n de un evento y ofrecemos la de Wilson. ?l es un creador de mitos; cre¨® el espacio para que nacieran estas bandas geniales y cre¨® el mito de Manchester.

P. ?Qu¨¦ hizo posible el auge de Manchester en esa ¨¦poca?

R. El peque?o grupo de gente que permaneci¨® en la ciudad sin sentir la necesidad de progresar al siguiente nivel. Como realizador brit¨¢nico lo entiendo. No existe un cine de provincias, Londres es la ¨²nica opci¨®n. Aun as¨ª, la gente espera verte en Los ?ngeles tras hacer un par de pel¨ªculas aqu¨ª. Es una reacci¨®n natural, ya que, hist¨®ricamente, el cine brit¨¢nico se considera la versi¨®n amateur del estadounidense.

P. Ahora le agrupan con Mike Leigh y Ken Loach. ?Es un riesgo para su reputaci¨®n?R. Prefiero que me cataloguen con la vieja guardia, ambos cineastas interesantes, que con muchos de los que han emigrado a EE UU.

P. Usted salta de g¨¦nero en g¨¦nero. ?Cu¨¢l es el denominador com¨²n en su estilo?

R. Me gusta que el proceso sea lo m¨¢s abierto posible. Partimos con frecuencia con un gui¨®n, pero los actores tienen libertad para improvisar o rodamos en secuencia de forma que la historia evoluciona por s¨ª misma. Intento captar la verdad del momento sin ajustarme a imposiciones proyectadas meses atr¨¢s. Me gusta que haya un juego entre el mundo real y el ficticio.

P. ?Todos los personajes de 24 Hour... son reales?

R. Tienen que serlo porque la m¨²sica es original. Nos acarre¨® un mont¨®n de problemas, pleitos incluso, porque algunos no quer¨ªan que les identific¨¢ramos y otros demandaban un papel m¨¢s importante en la pel¨ªcula. Contamos su historia y es natural que se mostraran susceptibles. Tuvimos que persuadirles y ense?arles el gui¨®n, pero hubo gente a la que no convencimos. Morrisey, de los Smiths, se neg¨® a cedernos los derechos de su m¨²sica y tuvimos que eliminar a su personaje.

P. ?Se adentra en terreno pol¨ªtico con su pr¨®ximo filme sobre dos inmigrantes afganos?

R. S¨ª, es una road movie sobre la experiencia de dos refugiados que viajan ilegalmente a Inglaterra desde Pakist¨¢n. Encendemos la c¨¢mara en los campos de Pakist¨¢n y la apagamos al final del trayecto. Hay un ambiente muy hostil hacia los refugiados y la gente demanda que se proh¨ªba su entrada a Inglaterra.

P. ?El auge de la ultraderecha en Europa le forzar¨¢ a actualizar aspectos de la pel¨ªcula?

R. No, ya que partimos de la base de que hay racismo en Europa. Asumimos que, con su mentalidad de fortaleza, Europa est¨¢ creando el problema de la inmigraci¨®n. La gente seguir¨¢ viniendo, pero les forzamos a pasar experiencias horribles, arriesgar la vida y gastar fortunas. El viaje de Pakist¨¢n a Inglaterra me cuesta a m¨ª 800 d¨®lares; a los refugiados 20.000.