'Los lectores est¨¢n en peligro de desaparici¨®n'
A su llegada a Barcelona, con su enormidad derrotada en una butaca del hotel, cansado y con jet lag, Harold Bloom parec¨ªa una ballena varada entre las rocas. Hablando casi en susurros, con los ojos semicerrados, Bloom agradeci¨® haber sido elegido para el Premio Internacional Catalunya, que recibir¨¢ hoy en la Generalitat.
'Evidentemente, estoy muy contento de recibir el Premio Catalunya', se?al¨®, 'porque en los c¨ªrculos en los que me muevo se me considera un cr¨ªtico controvertido. Yo no siento que lo sea, pero esto debe de ser indicativo de que hay algo que no marcha bien'. Al apuntarle que quiz¨¢ todo se deba a sus frecuentes ataques contra la que ¨¦l llama Escuela del Resentimiento, formada por profesores y cr¨ªticos que priman, sobre todo, los estudios literarios desde el punto de vista ¨¦tnico o feminista, Bloom se anim¨® y explic¨®: 'No hace mucho recib¨ª un libro terrible. El t¨ªtulo era Bloom on Shakespeare y reun¨ªa ensayos escritos por universitarios resentidos contra m¨ª. En uno de los art¨ªculos se dec¨ªa que yo era un racista porque me negaba a reconocer las dificultades que plantea ser un negro en Otelo, o porque insist¨ªa en que Calib¨¢n, tal como dice el texto de Shakespeare, es hijo de una bruja africana. Segu¨ªan art¨ªculos de feministas que me acusaban de mis¨®gino y acababa con los sospechosos habituales. La verdad es que hoje¨¦ el libro y s¨®lo sirvi¨® para provocarme una sonrisa amarga'.
'Si los de Harry Potter son los libros m¨¢s populares, tenemos un problema terrible'
'Me llamaban racista porque no reconoc¨ªa lo dif¨ªcil de ser un negro en 'Otelo'
Bloom relat¨® tambi¨¦n una triste experiencia en la Universidad de Stanford, donde los 'pol¨ªticamente correctos' le insultaron y abuchearon. 'Hace ya a?os que en mi pa¨ªs y en todos los pa¨ªses anglosajones no se est¨¢ ense?ando literatura en serio', lamenta. 'Si esto sigue as¨ª, primando la ense?anza de la literatura en funci¨®n del g¨¦nero, la etnia, las tendencias sexuales o las opiniones pol¨ªticas, la sociedad acabar¨¢ autodestruy¨¦ndose'.
Para ilustrar su opini¨®n, Bloom record¨® una frase de Thomas Mann en la que compara la obra literaria bien hecha a un mueble que durar¨¢ siglos. Y a?adi¨®: 'A los que me abucheaban en Stanford les dije: 'A vosotros s¨®lo os interesa si una mesa la ha hecho una carpintera lesbiana, de origen mexicano y de ideas revolucionarias, pero os olvid¨¢is de lo m¨¢s importante: que tenga cuatro patas y est¨¦ bien construida'.
A la pregunta de que si cree que los lectores son una especie en extinci¨®n, Bloom resopl¨® y dijo: 'Si miramos la enorme masa mundial, supuestamente compuesta por una poblaci¨®n alfabetizada, tenemos que admitir que los lectores est¨¢n en peligro de desaparici¨®n. Por otra parte, sin embargo, en los ¨²ltimos ocho a?os he dedicado mucho tiempo a dar conferencias por Estados Unidos y por varios pa¨ªses europeos y he de confesar que he encontrado muchos lectores interesados. Entre ellos hab¨ªa blancos, negros, asi¨¢ticos, j¨®venes, mayores, hombres, mujeres, doctores, abogados, hombres de negocios... En fin, personas de todo tipo. Me emocion¨® saber que hay gente que lee mucho. De mi ¨²ltimo libro, publicado el pasado octubre en Estados Unidos, se ha hecho una primera edici¨®n de 200.000 ejemplares, lo que significa que hay muchos lectores interesados en lo que escribo. Hay pa¨ªses sin embargo, como el Reino Unido, donde la Escuela del Resentimiento es totalmente dominante. Las universidades de EE UU tambi¨¦n est¨¢n infectadas. All¨ª ya no se ense?a literatura en serio. Pero es evidente que en el mundo hay cientos de miles de lectores solitarios que son muy valiosos. Esto me hace confiar en que la lectura no ser¨¢ destruida por culpa de la era de la informaci¨®n. Pienso, pues, que a veces subestimo la fortaleza de los lectores residuales'.
Al hablar del fen¨®meno Internet, Bloom se mostr¨® cauto. 'Si hablamos de un joven que ha recibido una buena formaci¨®n, Internet puede ser una herramienta muy ¨²til', afirm¨®. 'Me encanta que en Internet puedan encontrar todo tipo de informaci¨®n valiosa, pero el que acude a Internet sin haber sido previamente formado corre el riesgo de morir ahogado en un oc¨¦ano de informaci¨®n. Cuando leo sobre la red mundial de Internet no puedo evitar pensar en la imagen de una gran tela de ara?a que atrapa a los incautos'.
Al hilo de sus pensamientos y de sus lecturas recientes, Bloom se puso por sorpresa a hablar del fen¨®meno Harry Potter. 'Me le¨ª Harry Potter y la piedra filosofal. ?Qu¨¦ mal escrito est¨¢! Est¨¢ lleno de frases t¨®picas y de repeticiones. Francamente, me decepcion¨® mucho. Si los de Harry Potter son ahora los libros m¨¢s populares en todo el mundo, tenemos un problema terrible'.
?vido lector en distintas lenguas, al hablar de literatura catalana, Bloom destac¨® en especial seis nombres: Ramon Llull, Ausi¨¤s March, J. V. Foix, Joan Perucho, Merc¨¨ Rodoreda y Salvador Espriu. 'S¨¦ que ahora se considera que la fama de Espriu fue hinchada por motivos pol¨ªticos', comenta, 'pero creo que ¨¦l no escribi¨® una poes¨ªa para salvar la lengua catalana. La suya es una poes¨ªa l¨ªrica en el aspecto m¨¢s internacional, comparable a la de Celan, Val¨¦ry o Cernuda. El comit¨¦ del Nobel ha cometido muchos pecados y uno de ellos fue el de no dar el premio a Salvador Espriu. Creo que se lo merec¨ªa'.
En lo concerniente al Nobel, Bloom tambi¨¦n se extendi¨® sobre Toni Morrison. 'Ella es una persona maravillosa que se ha proclamado feminista, afroamericana y marxista', dijo. 'Yo no s¨¦ en qu¨¦ consiste ser marxista, pero sus tres ¨²ltimos libros son una pura mierda. Antes escrib¨ªa muy bien e incluso le dieron el Nobel, pero es que los criterios del comit¨¦ del Nobel son escandalosos'.
Una Espa?a muy cambiada
Harold Bloom record¨® ayer una visita a Espa?a en el invierno de 1958-1959. 'Yo iba a ense?ar literatura en la Universidad de Jerusal¨¦n y, antes de viajar a Israel, mi mujer y yo decidimos hacer una visita a Madrid y Barcelona. La Espa?a que recuerdo de entonces era oscura y pobre. En Madrid me sorprendi¨® el desprecio del r¨¦gimen por la Universidad, y recuerdo que al llegar en tren a Barcelona encontramos la estaci¨®n llena de polic¨ªas y guardia civiles con ametralladoras. Ahora, por suerte, lo encuentro todo muy cambiado. Madrid ha resurgido de sus cenizas como el Ave F¨¦nix y Barcelona parece una ciudad totalmente nueva'. Bloom abri¨® ayer, con una intervenci¨®n realizada por videoconferencia desde Barcelona, el Simposio Internacional sobre Luis Cernuda, que se desarrolla en la Residencia de Estudiantes de Madrid (ayer y hoy) y en la Universidad de Sevilla (ma?ana y pasado). Bloom defini¨® a Cernuda como 'un poeta sublime, que roza los l¨ªmites de la literatura, fue el menos cristiano y el menos espa?ol de todos los poetas espa?oles', dijo.
En su actual estancia de diez d¨ªas en Espa?a, Bloom viajar¨¢ a Mallorca y a Valencia, donde participar¨¢ en distintos actos. El pr¨®ximo d¨ªa 29 regresar¨¢ a Barcelona para presentar su ¨²ltimo libro, El futuro de la imaginaci¨®n (Anagrama y, en catal¨¢n, Emp¨²ries). Tras confesar su admiraci¨®n por el autor del Quijote, Harold Bloom se?al¨®: 'Cervantes es la verdadera Biblia de Espa?a'. Posteriormente elogi¨® a Borges e insisti¨® en que Les hist¨°ries naturals, de Joan Perucho, es un libro equiparable a las obras de Calvino, que no ha obtenido la atenci¨®n internacional que se merece. Bloom habla en un tono cansado, pero vibra cuando el tema es la literatura, y saca sus afiladas armas en contra de la Escuela del Resentimiento. 'En las universidades anglosajonas se est¨¢ ense?ando una literatura mediocre, y los estudiantes que salen de all¨ª tambi¨¦n ser¨¢n mediocres y transmitir¨¢n un saber mediocre'.
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