Al f¨²tbol la EPO le va bien
El f¨²tbol ha sido objeto de exhaustivos estudios cient¨ªficos. En el ¨²ltimo decenio se han publicado cerca de 600 art¨ªculos de investigaci¨®n relacionados con diversos aspectos de este deporte. Muchos de ellos muestran la importancia de las cualidades f¨ªsicas para triunfar en el f¨²tbol de alto nivel. Por ejemplo, en un Mundial. Tanto es as¨ª que una deficiente preparaci¨®n f¨ªsica puede llegar a deslucir las cualidades t¨¦cnicas -o casi art¨ªsticas- de algunos futbolistas. De poco sirve la t¨¦cnica individual de un crack, por muy depurada que sea, cuando sus reflejos y su coordinaci¨®n motora est¨¢n mermados por la fatiga. O cuando los calambres y la acidosis l¨¢ctica le impiden anticiparse a un rival en la disputa por el bal¨®n o a regatear a un defensa por velocidad.
Independientemente de la t¨¦cnica individual, un futbolista ha de ser un deportista completo, pues todas las cualidades f¨ªsicas b¨¢sicas son importantes en este deporte: resistencia (un jugador de campo puede llegar a recorrer 10 kil¨®metros durante un partido), fuerza muscular, explosividad, velocidad y capacidad para soportar esfuerzos intermitentes pero intensos. Por supuesto, a un futbolista no se le exige tener la resistencia de Mart¨ªn Fiz, la velocidad de Maurice Greene o el salto vertical de Michael Jordan. Pero s¨ª debe alcanzar, gracias a una preparaci¨®n f¨ªsica bien programada, un nivel razonablemente bueno en cada una de las citadas cualidades. Lo malo es que el dopaje farmacol¨®gico tambi¨¦n ayuda a mejorarlas.
Algunos f¨¢rmacos pueden incrementar significativamente el rendimiento f¨ªsico en todos los deportes. Y el f¨²tbol no iba a ser una excepci¨®n. La testosterona y sus derivados sint¨¦ticos, los llamados esteroides anabolizantes, incrementan la masa muscular y la fuerza de cualquier deportista que los consuma. Adem¨¢s, estas drogas permitir¨ªan que un jugador se recuperase antes de los m¨²ltiples traumatismos (patadas, tacos clavados en la pierna o los t¨ªpicos bocadillos o rodillazos en el muslo) y microtraumatismos (causantes de las famosas agujetas) que sus m¨²sculos sufren en cada partido. Y no olvidemos que algunos futbolistas juegan dos partidos a la semana durante casi todo el a?o.
Otras drogas que podr¨ªan mejorar significativamente el rendimiento del futbolista son la eritropoietina (EPO) y sus derivados m¨¢s modernos, como la tristemente famosa NESP (darbopoetina alfa). Estos f¨¢rmacos incrementan la capacidad de transporte de ox¨ªgeno desde la sangre a los m¨²sculos y mejoran por ello el consumo m¨¢ximo de ox¨ªgeno (VO2max) de cualquier deportista. EL VO2max de un futbolista de alto nivel suele ser bastante elevado, por encima incluso de los 60 mililitros de ox¨ªgeno por kilogramo de peso por minuto (ml/kg/min), lo cual refleja la creciente importancia de la preparaci¨®n f¨ªsica en este deporte. Para entendernos, estos altos niveles de VO2max est¨¢n m¨¢s cerca de los de un maratoniano o ciclista profesional (entre 75 y 80 ml/kg/min) que de los de un ciudadano de a pie (alrededor de 35 ml/kg/min).
Con la EPO o sus derivados se puede incrementar el VO2max de un deportista hasta en un 10%, algo dif¨ªcil de conseguir s¨®lo con el entrenamiento. En el f¨²tbol, un aumento del VO2max de un jugador de campo se reflejar¨ªa sobre todo en una mayor capacidad de recuperaci¨®n despu¨¦s de cada sprint o carrera de alta intensidad. As¨ª, su contribuci¨®n al juego del equipo, con bal¨®n o sin ¨¦l, ser¨ªa mayor. Especialmente, en las segundas partes y las pr¨®rrogas. Por ejemplo, despu¨¦s de participar en un contraataque, un defensa podr¨ªa retornar r¨¢pidamente a su posici¨®n defensiva en vez de desfondarse y dejar a su equipo en una situaci¨®n comprometida . O un delantero, adem¨¢s de atacar e intentar meter goles, podr¨ªa presionar a los defensas rivales durante todo el partido.
Alejandro Luc¨ªa es fisi¨®logo de la Universidad Europea de Madrid.
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