Kafka en San Sebasti¨¢n
Estoy llegando a la conclusi¨®n de que hay indicios de descomposici¨®n en el Ayuntamiento de San Sebastian, tras ser testigo de c¨®mo el derecho al descanso de un grupo de vecinos es eludido por parte de quien tiene la obligaci¨®n de protegerlo, al tiempo que la propia corporaci¨®n alienta o mantiene la actividad de establecimientos que incumplen impune y repetidamente las normativas sobre ruido. Denunciar a un disco-bar porque su m¨²sica se oye insistentemente hasta el quinto piso de varios bloques de viviendas se ha convertido en una experiencia kafkiana.
Durante los siete meses que llevo en esta aventura he redactado denuncias, llamado en numerosas ocasiones a la Polic¨ªa Municipal, a los departamentos t¨¦cnicos del Ayuntamiento y coleccionado resoluciones en las que se indica que la colocaci¨®n del aire acondicionado incumple la normativa, que las ventanas del bar se abrieron ilegalmente, que la fachada no cumple los niveles de insonorizaci¨®n requeridos o que el limitador del equipo de m¨²sica limita por encima de los 75 decibelios autorizados. Pero nada ha cambiado. El pub contin¨²a con su actividad, impidiendo el descanso al vecindario. Es m¨¢s, al amparo de esta situaci¨®n, una academia de baile, que dista 20 metros del pub, ha puesto en marcha, los fines de semana sesiones nocturnas con m¨²sica a todo volumen.
Ante mi c¨®lera, los propios funcionarios municipales me animan a no desistir. Me recuerdan c¨®mo en el barrio de Intxaurrondo acaba de ser clausurado un local despu¨¦s de que un pertinaz ciudadano haya estado cuatro a?os embarcado en lo que yo llevo s¨®lo siete meses. Otros consejos, m¨¢s resolutivos, me recomiendan que emprenda acciones judiciales contra el propio Ayuntamiento. ?Pero qu¨¦ est¨¢ ocurriendo? Creo que ser¨ªa interesante reflexionar sobre si no es esta forma de ejercer la pol¨ªtica la responsable de la creciente tendencia que se atisba en Europa a votar grupos o partidos extremistas o antisistema. Yo mismo, perdida la confianza en las administraciones, de izquierdas y socialmente comprometido, ser¨ªa capaz de votar a quien parezca que me comprende y me prometa acabar con ese problema que me tortura.
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