El tormento de Aicha

La foto de esta p¨¢gina donde la ni?a saharaui Aicha Embarek posa junto al futbolista del Real Madrid Ra¨²l Gonz¨¢lez fue tomada en 1995, cuando Aicha lleg¨® por primera vez a Espa?a, con 12 a?os. Viaj¨® con en el mismo programa que los 8.000 ni?os saharauis que cada junio son acogidos durante dos meses por familias espa?olas. Javier, su padre de acogida -que no adoptivo- conoc¨ªa a un utillero del Madrid, y de ah¨ª la foto con Ra¨²l. En esa ¨¦poca todo eran risas.

Julia Taladrid y Javier Barrios, el matrimonio que acogi¨® a Aicha, tienen una hija de 27 a?os y son due?os de una carnicer¨ªa en el pueblo de El Espino, de cien habitantes, a 24 kil¨®metros de Ponferrada (Le¨®n). Javier y Julia le propusieron a Aicha que se quedara a estudiar el resto del a?o. La ni?a accedi¨®. Los padres de ella, tambi¨¦n. Y as¨ª pasaron ocho a?os.

'Pens¨¦ en casarme con alg¨²n amigo con tal de salir de aqu¨ª, pero abandon¨¦ la idea'

'Cuando no estoy en la cocina, estoy en la cama. Aqu¨ª no hay m¨¢s que hacer'

En todo ese tiempo Aicha s¨®lo visit¨® a su familia durante dos meses en el verano en que ella cumpl¨ªa los 15 a?os. El a?o pasado, a la edad de 19, una Aicha a la que ya no le gustaba el t¨¦ y que no se expresaba en ¨¢rabe con la misma fluidez que antes; una Aicha con la selectividad aprobada y a punto de sacarse el carn¨¦ de conducir, volvi¨® al S¨¢hara para visitar a su familia, pero la familia ya no la dej¨® marchar.

'Aicha me llam¨® a los quince d¨ªas para decirme que no la dejaban volver porque la madre dec¨ªa que estaba enferma y ella estaba obligada a atender a la madre y a la familia', se?ala Julia Taladrid.

Y ah¨ª empez¨® una historia triste donde no falt¨® ni un intento de fuga que fracas¨® tras pagarle un amigo del matrimonio espa?ol 500 d¨®lares a un saharaui para que la ayudara a atravesar 800 kil¨®metros de desierto. La familia de acogida en Espa?a ha recabado 17.000 firmas de apoyo en la provincia de Le¨®n. El pasado domingo, este peri¨®dico contact¨® con Aicha en los campos de refugiados cercanos a la provincia de Tinduf y sostuvo la siguiente entrevista telef¨®nica.

-?Est¨¢ usted ah¨ª contra su propia voluntad?

-Absolutamente. Todos los d¨ªas y a todas horas. Voy a hacer 20 a?os en agosto. Si fuese hombre esto no me habr¨ªa pasado. Pero, por el hecho de ser mujer, mi familia me retiene aqu¨ª, a la espera de que mi madre se cure de una enfermedad que no tiene. Si el d¨ªa de ma?ana tengo una hija adulta que no desee estar conmigo, yo no la obligar¨¦. Aqu¨ª la mujer es como un objeto hasta que se casa.

-?Es cierto que ha pensado usted en concertar un matrimonio con un amigo saharaui para salir de los campos hacia Espa?a?

-S¨ª, pero tengo miedo de que se convierta en un doble problema: mi marido y mi familia. Una vez que te casas, por muy amigo que sea, es ¨¦l quien decide.

-?Tiene alguna esperanza de volver a Espa?a?

-Ninguna. Toda esa lucha que est¨¢n haciendo Julia y Javier para que yo vuelva, creo que no va a resultar nada. A cualquier sitio que voy van detr¨¢s de m¨ª. Ellos se r¨ªen de lo que est¨¢n haciendo en Espa?a. Con lo de la fuga, se pusieron m¨¢s cabezones. '?Quieren quitarnos a nuestra hija? ?pues que vengan!'. Ellos esperan que con el tiempo me olvide.

-?C¨®mo es un d¨ªa normal en su vida?

-Me levanto muy temprano, cuando no hace calor, para hacer la comida de mis padres y de mis cinco hermanos. Yo soy la mayor de tres varones y dos hembras. Acabo a las once o las doce de la ma?ana y ya no tengo nada que hacer. Despu¨¦s... me tumbo, escucho a Alejandro Sanz o leo un libro de historia de ?frica que me ha tra¨ªdo Aurora, una amiga de Julia. O estudio el libro del carn¨¦ de conducir, que me gustar¨ªa sac¨¢rmelo. Cuando no estoy en la cocina, estoy durmiendo. A veces le digo a mi madre: 'Jol¨ªn, pero ?qu¨¦ quieres, que est¨¦ aqu¨ª metida contigo en la jaima haciendo cusc¨²s?' Y ella me dice: 'S¨ª, como hace todo el pueblo saharaui'.

Aurora Alonso es amiga y paisana de Julia Taladrid y Javier Barrios. Es tambi¨¦n la ¨²ltima persona pr¨®xima a Julia que habl¨® personalmente con Aicha en los campos de refugiados. Fue durante una visita que hizo desde el 26 de marzo al 8 de abril a los padres de la ni?a de 16 a?os que vive con ella en r¨¦gimen de acogida desde hace ocho a?os.

'Cuando vi el aspecto de Aicha estuve sin comer dos d¨ªas. La encontr¨¦ con unos 20 kilos menos de peso. Parec¨ªa bastante resignada', se?ala Aurora Alonso. 'Es consciente de que va a resultar muy dif¨ªcil que salga de all¨ª. Le intent¨¦ dar ¨¢nimos para que estudie ¨¢rabe y otras cosas. Pasa muchas horas durmiendo. Yo la animaba para que intentase levantarse con un horario y una rutina. Pero eso es demasiado f¨¢cil decirlo. Porque aquello se presta a estar tumbado y que pasen las horas. No hay nada que hacer. Y ahora hay un calor de unos cincuenta grados. No come nada. La piel la tiene muy bonita, pero ves fotos de c¨®mo era antes y no es la misma persona'.

'Cuando la gente de all¨ª la ve tan delgada no le da importancia', prosigue Aurora. 'Porque como hay ya tantas muchachas que han estudiado en Cuba y despu¨¦s se han quedado ah¨ª porque una madre o una t¨ªa estaba enferma cuando ellas vinieron de vacaciones a visitar la familia... El primer a?o se desesperan, el segundo tambi¨¦n, pero despu¨¦s llega un momento que se resignan'.

'La sociedad saharaui se ha tomado este caso como nosotros lo del Pe?¨®n, como diciendo: ?qui¨¦nes somos los espa?oles para quitarle a sus hijos?', explica Aurora. 'Yo no comparto la opini¨®n de los padres, pero. si te pones en la piel, ves que ellos habr¨¢n pensado: 'Mucha educaci¨®n, mucho estudiar, pero est¨¢ perdiendo nuestras ra¨ªces. Quiere ser ingeniera agroalimentaria, s¨ª, pero est¨¢ perdiendo lo m¨¢s aut¨¦ntico de ella'.

'Pero los padres no caen en la cuenta de que si Aicha viene a Espa?a ellos van a tener un seguro de vida, va a poder ayudarles', contin¨²a Aurora. 'No puedo entender que los padres hayan querido durante ocho a?os que la hija estudie fuera y no previesen que eso iba a cambiarla para siempre. Si las familias quieren que su hijo tenga una educaci¨®n que all¨ª no puede tener, han de ser conscientes de que eso va a cambiar la vida de ellos para siempre'.

'Ni la familia verdadera quiere hacerle da?o a Aicha', prosigue Aurora, 'ni la familia de aqu¨ª. Pero por lo menos, su familia espa?ola respeta su opini¨®n y su criterio'.

'El problema de Aicha', a?ade Aurora, 'es que apenas ha ido all¨ª en ocho a?os. Mi ni?a, por ejemplo, va todos los a?os a ver a sus padres. Y por eso cuando est¨¢ all¨ª se adapta, se pone la melfa, sirve el t¨¦ y lleva los ojos bajos. Y claro, Aicha lleg¨® y no le gustaba el t¨¦, no quer¨ªa ponerse la melfa'.

?Por qu¨¦ s¨®lo ha ido Aicha dos veces en ocho a?os a ver a sus padres?

'Porque las autoridades espa?olas dijeron que los menores de edad saharauis ten¨ªan que marcharse de Espa?a a los campamentos', responde Julia Taladrid. 'Si Aicha iba, no pod¨ªa regresar aqu¨ª. Hasta que cumpli¨® la mayor¨ªa de edad y ya no hab¨ªa ning¨²n problema. Pero los padres siempre han estado de acuerdo en que Aicha estudiara aqu¨ª'.

Cuando Julia se dio cuenta de que no pod¨ªa convencer a la madre de Aicha para que la dejase volver a proseguir sus estudios, habl¨® con Brahim Gali, el representante del Frente Polisario en Espa?a. 'Le dije que de haber sabido esto cuando Aicha ten¨ªa 12 a?os no me la habr¨ªa tra¨ªdo. Porque ella ahora estar¨ªa estudiando en Argelia. Por querer hacer el bien, al final la he perjudicado'.

Despu¨¦s vino el intento de fuga de Aicha, la recogida de firmas, dos columnas de Rosa Montero en este peri¨®dico, reportajes, entrevistas con senadores...

Brahim Gali, representante del Frente Polisario en Espa?a y antiguo ministro para los Territorios Ocupados, se?ala que el Frente no ha de interceder en este caso. 'Nosotros estamos ahora pendientes de una situaci¨®n internacional donde se dirime el destino de todo un pueblo. Y ¨¦ste es un problema muy personal, entre familias. Por un lado, la saharaui, y por otro, la espa?ola, simpatizante y solidaria con la causa saharaui. Nuestro granito de arena est¨¢ a disposici¨®n de las dos familias. Pero no se deben utilizar m¨¦todos que en vez de ayudar empeoran las cosas. Tanta publicidad le est¨¢ afectando a la familia. Si se hubieran utilizado otros m¨¦todos m¨¢s silenciosos se podr¨ªa haber resuelto el caso'.

'Para investigar si la mujer saharaui es libre, se puede dirigir usted a las miles de familias espa?olas que conocen al pueblo saharaui y que cada verano acogen a 8.000 ni?os', concluye el representante del Frente Polisario.

El ayuntamiento del municipio donde viven Julia Taladrid y Javier Barrios recibi¨® el pasado mi¨¦rcoles un comunicado de la Delegaci¨®n Saharaui de Castilla y Le¨®n, en el que 'en vista del auge' que est¨¢ tomando el caso 'de la ni?a' Aicha Embarek 'en la provincia de Le¨®n y en especial en la comarca del Bierzo', se invita al Consejo de la Comarca del Bierzo a que env¨ªe una comisi¨®n a los campamentos de refugiados y hable con Aicha y su familia.

En el comunicado se indica que 'no se puede abanderar una cruzada por la libertad de la mujer saharaui, poniendo como lema el caso de Aicha, sin saber la historia y los logros en donde se halla hoy la mujer saharaui'.

A rengl¨®n seguido, en el mismo documento, la Delegaci¨®n Saharaui de Castilla y Le¨®n se?ala: 'Sobre la mujer saharaui no hay mejor ejemplo que la actual secretaria general de Mujeres Saharauis, de 32 a?os, casada y con tres ni?os'. Esta mujer, seg¨²n el comunicado, 'tuvo que sacrificar sus estudios por enfermedad de su madre y hacerse cargo de su familia siendo una ni?a de 17 a?os. No solamente pudo cumplir con la obligaci¨®n de la sociedad en que vive, sino tambi¨¦n, al mismo tiempo, pudo acabar sus estudios por libre y graduarse en varias profesiones, entre ellas, la lengua espa?ola'.

'El Frente Polisario dice que se inhibe', replica Julia Taladrid, 'que esto es un problema entre familias. Pero yo pido una responsabilidad pol¨ªtica a un Gobierno que se precia de tal. Y que tiene una Constituci¨®n en cuyo art¨ªculo s¨¦ptimo se declara que todos los ciudadanos son iguales ante la ley. Nos encontramos ante una persona adulta que est¨¢ all¨ª en contra de su voluntad. El caso de Aicha se ha dado muchas veces con muchas chicas saharauis. Pero las otras a lo mejor no ten¨ªan tanta ayuda, ni sitio adonde ir. Estamos hablando, insisto, de una persona que va a cumplir 20 a?os en agosto. Y que est¨¢ all¨ª en contra de su voluntad'.

De momento, Espa?a para Aicha queda tan lejana como el d¨ªa en que le hicieron una foto junto a Ra¨²l cuando a¨²n le gustaba el t¨¦ del desierto y no so?aba con ser ingeniera.