Negocios sin control
El banco de negocios Merrill Lynch, acusado de divulgar informes enga?osos sobre la calidad de compa?¨ªas que eran clientes de su divisi¨®n de banca de inversi¨®n, se ha incorporado, tras el esc¨¢ndalo de Enron, a la lista de empresas norteamericanas que contaminaron la informaci¨®n y el an¨¢lisis independiente que deb¨ªan a sus clientes con actividades especulativas muy rentables. Ahora, a fin de contener la avalancha de demandas legales que arruinar¨ªan toda su credibilidad, ha optado por reconocer su culpabilidad aceptando un acuerdo con la Fiscal¨ªa de Nueva York por el cual pagar¨¢ 100 millones de d¨®lares a cambio de que los reguladores renuncien a las acciones legales. El acuerdo incluye un compromiso de separaci¨®n muy estricta entre las actividades de an¨¢lisis y banca de inversi¨®n, y tambi¨¦n el control de ambos negocios a trav¨¦s de una comisi¨®n independiente de supervisi¨®n.
Parece cada vez m¨¢s evidente que los negocios en los cuales el cliente compra independencia y credibilidad -auditor¨ªa, an¨¢lisis de empresas, investigaci¨®n y orientaci¨®n de mercados- son incompatibles con el desarrollo de divisiones que explotan otros negocios. No hay barreras que impidan la presi¨®n interesada a favor de un cliente privilegiado ni detengan la especulaci¨®n de una divisi¨®n con informaci¨®n sensible procedente de otra. Quienes sostienen que las sociedades de auditor¨ªa perder¨¢n una fuente importante de experiencia y conocimientos si renuncian a sus divisiones legales y de consultor¨ªa o quienes defienden que los clientes exigen servicios integrados deber¨ªan entender que la independencia y la credibilidad son los bienes mayores que hay que proteger en este conflicto. Sin confianza en la igualdad de oportunidades ante el beneficio y sin certeza en la honradez de las transacciones, los mercados no funcionan.
Llama la atenci¨®n el pragmatismo de la justicia estadounidense, dispuesta a renunciar a las acciones legales con el fin de no condenar a una empresa a su desaparici¨®n. Pero este nuevo esc¨¢ndalo viene tambi¨¦n a recordar a las autoridades europeas su compromiso de poner en pr¨¢ctica la directiva sobre auditor¨ªa y control de empresas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.