'Tenemos que estar todos a una'

Fue ayer un d¨ªa largo en las cocheras de autob¨²s de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB). La jornada comenz¨® a las cuatro de la madrugada. A esa hora, varios centenares de trabajadores se concentraron frente a sus centros de trabajo (avenida de Borb¨®n, Zona Franca y Triangle Ferroviari) para decidir qu¨¦ actitud tomar¨ªan ante los servicios m¨ªnimos. La votaci¨®n fue r¨¢pida y se acord¨®, tel¨¦fono m¨®vil en mano, con los compa?eros de las otras cocheras: no se respetar¨ªan. No saldr¨ªa ning¨²n autob¨²s. Por lo menos en toda la ma?ana.

Media hora despu¨¦s, y tambi¨¦n de forma simult¨¢nea, se presentaba en las cocheras la polic¨ªa antidisturbios. Seis furgonetas en la avenida de Borb¨®n. '?Por qu¨¦ se pone el casco si no hacemos nada?', pregunt¨® un conductor a un agente. 'El casco me lo paga el pueblo para que me lo ponga'. La respuesta provoc¨® risas entre los concentrados.

Eran casi las cinco y poco a poco llegaban 'los chicos de la prensa', como los huelguistas llaman a los periodistas. Inmediatamente, afloraron las fotocopias de n¨®minas y de comunicaciones de Hacienda sobre los ingresos anuales de los empleados: 811 euros (135.000 pesetas) de sueldo base por 42 horas semanales durante seis d¨ªas, que, con conceptos como antig¨¹edad o nocturnidad, pueden alcanzar los 1.081 euros (180.000 pesetas). 'Con esto no vive una familia con ni?os y una hipoteca que pagar', asegur¨® alguien.

Enmedio de un largo anecdotario, cada uno contaba su situaci¨®n personal. Y ah¨ª apareci¨® el pluri. Algunos empleados de TMB recurren al pluriempleo para llegar a final de mes. De los presentes en la avenida de Borb¨®n, uno reparte pasteles de madrugada, su compa?ero monta mobiliario y otros conducen autobuses escolares de empresas privadas. 'Es la ¨²nica manera', aseguraron mientras criticaban los salarios de los directivos: 'Ninguno de ellos cobra menos de 10 millones de pesetas'. Los trabajadores tambi¨¦n se refer¨ªan a sus condiciones de trabajo. Seg¨²n contaron, est¨¢n sometidos a demasiada presi¨®n y responsabilidad, teniendo en cuenta que transportan personas.

A las seis, la apertura del bar Avenida supuso una curiosa tregua. Huelguistas, agentes antidisturbios y parejas apurando la noche compartieron los pocos metros cuadrados en torno a la barra.

Las siete. Los huelguistas comenzaron a considerar en serio la posibilidad de que la empresa abriera expedientes. El presidente del comit¨¦ de huelga, Jos¨¦ Antonio Mu?oz, no dud¨® ni un segundo: 'Cuantos m¨¢s expedientes, mejor. Lo preocupante ser¨ªa que abrieran s¨®lo tres o cuatro, pero se trata de estar todos a una'.

A mediod¨ªa, y tras el anuncio de TMB que confirm¨® la apertura de expedientes, el comit¨¦ de huelga decidi¨® reunirse en las cocheras del Triangle Ferroviari para decidir sobre el cumplimiento de los servicios m¨ªnimos en los turnos de tarde: tampoco se respetar¨ªan, y para asegurarse no se mover¨ªan de las cocheras en todo el d¨ªa. La postura era firme y se hab¨ªan tomado las dos decisiones m¨¢s dif¨ªciles del d¨ªa, pero se notaba tensi¨®n en el ambiente.

Aunque nadie lo afirm¨® ante la prensa, entre algunos trabajadores reinaba ayer la sensaci¨®n de que la huelga ha ido demasiado lejos, al tiempo que reconoc¨ªan que no hay vuelta atr¨¢s. Tambi¨¦n admitieron que las reivindicaciones, los famosos 240 euros de incremento mensual, son fruto de anteriores convenios. 'Desde 1994 hemos firmado malos convenios y ahora lo estamos pagando', reconocian.

En el comit¨¦ de empresa de TMB hay seis representantes del sindicato ACTUB, cinco del SIT, cuatro de CGT, y CC OO y UGT tienen cinco representantes cada uno. Todo indica que son los tres primeros sindicatos los que tiran del carro de la huelga. En p¨²blico nadie entre los trabajadores quiere mencionar la palabra divisi¨®n y repiten una y otra vez que el comit¨¦ est¨¢ muy unido.