Menuda joya
Fadiga, una de las estrellas de Senegal, investigado por el robo de un collar de oro
Al senegal¨¦s Fadiga se le fue la mano el pasado domingo y la polic¨ªa de Daegu, al sureste de Corea del Sur, le ha puesto un estrecho marcaje. El jugador, que ma?ana, al igual que sus compa?eros, debutar¨¢ en un Mundial, est¨¢ siendo investigado por el presunto robo de un collar de oro valorado en unos 300.000 won (250 euros). Fadiga fue interrogado el pasado martes y, seg¨²n la polic¨ªa local, se limit¨® a decir que hab¨ªa cometido el hurto 'por curiosidad'.
En principio, y una vez que Fadiga pag¨® el importer de la joya, todo apunta a que podr¨¢ jugar el torneo, ya que no parece que vaya a ser arrestado porque carece de antecedentes penales. No obstante, Koh Young-sung, portavoz de la polic¨ªa de Daegu, matiz¨®: 'Muy pronto cerraremos la investigaci¨®n y veremos si presentamos cargos contra el futbolista'.
Fadiga, de 27 a?os, se encontraba con un compa?ero, cuyo nombre no ha trascendido por ahora, cuando supuestamente pill¨® el collar en una joyer¨ªa de Daegu, la capital de la moda surcoreana y la tercera ciudad m¨¢s poblada del pa¨ªs, con 2,5 millones de habitantes. Un incidente que puede oscurecer el gran sue?o de este peculiar extremo r¨¢pido, habilidoso y excelente lanzador de faltas. Porque a Fadiga no s¨®lo le ilusionaba debutar en una cita tan relevante, sino hacerlo contra Francia y en el partido inaugural. Al fin y al cabo, naci¨® en Par¨ªs y luego pas¨® sus primeros seis a?os en Senegal, colonia francesa hasta 1960. Lo contrario que Vieira, el imponente medio centro franc¨¦s nacido en Dakar, la capital senegalesa. El jugador del Arsenal no se desplaz¨® a Francia hasta que cumpli¨® los 16 a?os. A su vez, Fadiga apenas conoce las calles de su pa¨ªs futbol¨ªstico, aunque asegura que en su casa siempre 'se han mantenido los h¨¢bitos senegaleses'. Y no duda: 'Mi color es senegal¨¦s'. Algo similar le solt¨® al seleccionador belga, Robert Waseige, cuando quiso afiliarle con motivo de la Eurocopa de 2000.
Iniciado en las categor¨ªas inferiores del Par¨ªs Saint Germain, Fadiga despunt¨® sobre todo en la Liga belga, primero con el Lieja y luego con el Brujas. Durante este periplo contrajo matrimonio con una belga, lo que le pudo abrir las puertas de su selecci¨®n. Pero, finalmente, se decidi¨® por Senegal, equipo con el debut¨® de forma tard¨ªa, a los 25 a?os, en la Copa de ?frica de 2000. Aquella misma temporada abandon¨® la Liga belga rumbo a la francesa, en la que se comprometi¨® con el Auxerre, su club actual, con el que el pasado curso anot¨® ocho goles en 27 partidos. En la selecci¨®n, de la que 21 de sus 23 integrantes juegan en la Liga francesa, ha logrado dos tantos en 26 participaciones.
Ahora, con vistas al partido inaugural de ma?ana, el t¨¦cnico de los senegaleses, el franc¨¦s Bruno Metsu, deber¨¢ resta?ar la herida creada en la convocatoria por Fadiga y sus revoltosos dedos. El presidente de su federaci¨®n, El Hadj Malick Sy, trat¨® ayer de quitar hierro al incidente y pidi¨® que se sit¨²e en su 'justa dimensi¨®n' despu¨¦s de asegurar que todo empez¨® como una apuesta entre los jugadores. 'Todo ha vuelto al orden. Se encuentran bien y Fadiga cuenta con la solidaridad de todos', explic¨®.
Metsu presume de comportarse como un colega con sus chicos, con los que incluso alterna tras los partidos: 'No soy un polic¨ªa. Soy un entrenador y los jugadores tienen total libertad. Por gritar no te respetan m¨¢s'. Tras el caso Fadiga, la gran estrella junto a Diouf, quiz¨¢ tuviera que alzar la voz. Adem¨¢s, el propio Metsu tambi¨¦n puede haber perdido una joya.
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