Senegal, la ex colonia m¨¢s francesa
La campeona debuta ante la revelaci¨®n africana, con la que mantiene lazos muy estrechos
'Yo soy el m¨¢s franc¨¦s de los senegaleses y el m¨¢s senegal¨¦s de los franceses'. El aforismo del poeta Leopold Sedar Senghor, primer presidente de Senegal tras su independencia francesa, en 1960, no era ning¨²n trabalenguas. Cuarenta y dos a?os despu¨¦s, la relaci¨®n entre este peque?o pa¨ªs africano y su antiguo colonizador a¨²n es estrech¨ªsima.
El f¨²tbol es un claro ejemplo: 21 de los 23 convocados por el seleccionador franc¨¦s de Senegal, Bruno Metsu, juegan en la Liga francesa, 18 viven en Francia desde antes de cumplir los 20 a?os y algunos pisaron suelo africano por primera vez cuando se pusieron la camiseta senegalesa. Por contra, del equipo de Roger Lemerre tan s¨®lo cinco juegan en Francia: Ram¨¦ (Burdeos), Coupet (Ly¨®n), Leboeuf (Marsella), Dugarry (Burdeos) y Ciss¨¦ (Auxerre).
'Ser¨¢ un partido entre una selecci¨®n de la Liga francesa y otra de exiliados en Francia'
'Ser¨¢ un partido entre una selecci¨®n de la Liga francesa contra un combinado de exiliados de Francia. Veremos qu¨¦ podemos ense?ar los alumnos a los maestros', sostiene Metsu ante el partido m¨¢s emocionante de su vida. Y Vieira, todo un campe¨®n del mundo, tambi¨¦n le har¨¢ un hueco en su interior: naci¨® en Dakar, la capital senegalesa.
Una ciudad que apenas ha visitado Coly, un defensa del Lens que lleg¨® al mundo en Dakar hace 28 a?os. A los seis se traslad¨® a Francia con su familia y s¨®lo regres¨® a su tierra 20 a?os despu¨¦s en unas vacaciones. Diatta, uno de los centrales titulares, tanto en Senegal como en el Rennes, dej¨® ?frica cuando ten¨ªa un a?o: 'Soy m¨¢s franc¨¦s que senegal¨¦s, obviamente; pero, cuando me pongo la camiseta internacional, soy el m¨¢s senegal¨¦s del mundo'. Tanto como Ndiaye y Fadiga, que nacieron en Par¨ªs, y como Beye, natural de Suresnes. El primero, internacional por su abuelo senegal¨¦s, se desplaz¨® por primera vez cuando iba a debutar con la selecci¨®n. Y tuvo suerte de que el partido se jugara en Dakar.
No es extra?o, en efecto, que Senegal juegue en Francia, con el consiguiente ahorro econ¨®mico para su modest¨ªsima federaci¨®n, que lamenta que los grandes equipos no quieran jugar contra ellos por su pobreza. Cuando alguien acepta, como Jap¨®n el pasado a?o, la cita se fija en Francia. Los africanos eligieron Lens, donde en cada partido del equipo local se instalan numerosos tenderetes con fetiches de la selecci¨®n de Senegal.
Cuatro de los ¨ªdolos locales -Coly, Diop, Sarr y Diouf, la gran estrella- se enfrentar¨¢n hoy a los campeones del mundo. La revista oficial del Lens realiza un seguimiento minucioso de todo aquello que sucede en la selecci¨®n senegalesa. Adem¨¢s, estos d¨ªas el club franc¨¦s ha remitido un telegrama a Diouf, nombrado este a?o mejor jugador de ?frica, por delante de Kuffur y Eto'o, dese¨¢ndole 'salud y suerte' para el partido frente a los chicos de Lemerre.
'Somos una banda de hermanos', apunta Diouf, un delantero potente y pillo que marc¨® nueve de los 14 goles logrados por Senegal en la fase de clasificaci¨®n en la que super¨® a equipos como Egipto, Marruecos y Argelia y se gan¨® una plaza en su primer Mundial. Fue el primer s¨ªntoma del despegue senegal¨¦s. Poco despu¨¦s disput¨®, por primera vez en su historia, una final de la Copa de ?frica, en la que cay¨® por penaltis frente a Camer¨²n.
Ante dos haza?as similares, el f¨²tbol se ha convertido en un espect¨¢culo efervescente en todos los rincones del pa¨ªs. A Diouf s¨®lo le discute el puesto de l¨ªder nacional el internacionalmente reconocido Youssou N'Dour, un m¨²sico que ha lanzado para la aventura coreana un superventas titulado Allez les lions -los futbolistas senegaleses son conocidos como Los leones de Teranga-. N'Dour acostumbra a invitar a los jugadores a su club de Dakar: 'Les invito a bailar en mi local, con una atm¨®sfera muy senegalesa, para que jam¨¢s olviden sus ra¨ªces. Cada vez que ocurre siempre acaban reconociendo que aman Senegal'.
En ocasiones han dado muestras p¨²blicas de ello. A principios de a?o, los internacionales estuvieron a punto de declararse en huelga y no acudir a la Copa de ?frica. El motivo era econ¨®mico. Quer¨ªan que las primas por haberse clasificado para el Mundial se elevaran de 14.907 euros a 59.663. Directivos de la federaci¨®n y mediadores del Gobierno se desplazaron a Par¨ªs, donde finalmente, tras arduas negociaciones, los futbolistas aceptaron cobrar s¨®lo 15.200 euros si el Estado suscrib¨ªa un compromiso para mejorar las infraestructuras del deprimido f¨²tbol senegal¨¦s, un pa¨ªs de 8,8 millones de habitantes, con 193.000 futbolistas, apenas 50 de ellos profesionales, y 82 clubes.
A cambio, antes de partir hacia Corea, el presidente senegal¨¦s, Abdulaye Wade, entreg¨® a la expedici¨®n la bandera nacional y lanz¨® una misiva concreta: 'Sed ambiciosos. No olvideis que representais a ?frica'. Como hizo Camer¨²n en el partido inaugural del Mundial de 1990, cuando gan¨® (1-0) a la Argentina de Maradona.
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