El misterio de Gwangju
Camacho dice que fomenta dudas en los jugadores para mantener la tensi¨®n competitiva y la disciplina
Se contraen los rostros de los jugadores y se amontonan los lesionados en la enfermer¨ªa. Jos¨¦ Antonio Camacho eleva los decibelios de sus ¨®rdenes y los v¨ªdeos de Eslovenia calientan la pantalla de la sala de proyecciones del hotel Seobu. Es lo que quiere el seleccionador: ansiedad y dudas para mantener la tensi¨®n competitiva y, de paso, la disciplina. La Copa del Mundo le pisa los talones a Espa?a y el clima de la concentraci¨®n se endurece. 'Queremos que empiece esto y, adem¨¢s, que empiece ya', dice el inquieto De Pedro abriendo mucho los ojos.
A la selecci¨®n le quedan dos d¨ªas de entrenamiento en el fort¨ªn de Ulsan. Ayer acometi¨® una exhaustiva sesi¨®n de estrategia y ejercicios f¨ªsicos. El s¨¢bado se desplazar¨¢ a Gwangju, en el extremo suroeste del pa¨ªs. Y hasta el mismo domingo por la tarde -el deb¨² ser¨¢ a las 20.00, hora local- nadie conocer¨¢ si jugar¨¢ ni c¨®mo deber¨¢ hacerlo. 'Lo intuyen, porque eso te lo hueles por lo que haces en el entrenamiento', explic¨® el t¨¦cnico; 'pero no es lo mismo intuirlo a que te digan: 'Juegas' o 'no juegas'.
Camacho ha decidido los once titulares que pondr¨¢ ante Eslovenia, aparte las lesiones o los contratiempos de ¨²ltima hora. Pero no se lo comunicar¨¢ a los jugadores para garantizar una estancia pac¨ªfica hasta el d¨ªa del partido, seg¨²n una costumbre que respeta desde hace a?os. De lo contrario, considera, algunos podr¨ªan sentirse agraviados. 'Imag¨ªnese', explica; 'que si uno sabe que no va a jugar y tiene que bajar a comer a las dos..., pues a lo mejor dice: 'Que baje tu madre', y baja 15 minutos tarde. Y, si le dices a uno que no juega y luego el que iba a ser titular se te lesiona, sabe mal decirle: 'Oye, que s¨ª juegas'.
El sistema t¨¢ctico de Espa?a, no demasiado entrenado por falta de tiempo, es un 4-4-2 convertible a un 4-3-2-1. Esto es lo que mejor se saben los futbolistas, que repasan v¨ªdeos de Eslovenia desde el martes por la noche. Las cintas reflejan c¨®mo se defiende y c¨®mo ataca el equipo alpino. Camacho convoca a los jugadores un par de veces al d¨ªa para explicarles qui¨¦n tira las faltas, qui¨¦n va de cabeza, en qu¨¦ zonas y qu¨¦ jugadores conviene marcar seg¨²n el momento. El entrenador ha dirigido las charlas a mostrar el juego del adversario y a intentar transmitir su idea de los movimientos colectivos que debe hacer Espa?a cada vez que pierda o recupere el bal¨®n. ?Pero qui¨¦nes jugar¨¢n? ?En qu¨¦ banda? ?En qu¨¦ posici¨®n? Muchos no lo saben, pero, como dice Camacho, 'lo intuyen'.
Despu¨¦s de una sesi¨®n de v¨ªdeo, los jugadores ensayaron ayer movimientos t¨¢cticos en el campo para dirigir la presi¨®n de forma coordinada. Del entrenamiento intuyeron la alineaci¨®n del domingo. Esto es, que Helguera no s¨®lo no jugar¨¢ en el centro del campo, sino que, en favor de Nadal, probablemente ni juegue. El acompa?ante de Hierro no est¨¢ definido. Puyol ser¨¢ el lateral derecho y Romero gana enteros para ubicarse en el izquierdo. Baraja jugar¨¢ por la derecha, Valer¨®n y Albelda lo har¨¢n en el medio y Mendieta se volcar¨¢ a la izquierda. Ra¨²l jugar¨¢ por detr¨¢s de Trist¨¢n, muy metido entre los centrales contrarios.
'La alineaci¨®n la dir¨¦ en el hotel, antes de salir hacia el estadio', avisa Camacho; '¨¦sa ha sido siempre mi costumbre. Primero, porque en el hotel tenemos pizarra y all¨ª quiz¨¢ no la tengamos. No conocemos las instalaciones'.
'Luego, en el campo, veremos la alineaci¨®n del rival y, en base a ella, dar¨¦ otra charla', puntualiza Camacho, 'y ordenaremos los marcajes: qui¨¦n defiende a qui¨¦n en las jugadas a bal¨®n parado, qui¨¦n va al primer palo, qui¨¦n al segundo, etc¨¦tera, etc¨¦tera...'.
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