La fiscal¨ªa recurre y sostiene que la apolog¨ªa es delito de terrorismo
La Fiscal¨ªa General del Estado recurri¨® ayer el auto de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo que rechaz¨® la querella contra el portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, por gritar '?viva ETA!' en San Juan de Luz (Francia) el 30 de marzo pasado, y transmiti¨® al alto tribunal su 'preocupaci¨®n institucional' por la doctrina de que el delito de apolog¨ªa del terrorismo no es terrorismo, sino un delito de opini¨®n no perseguible fuera de nuestras fronteras. 'Si el delito de exaltaci¨®n del terrorismo no es un delito de terrorismo, ?qu¨¦ es exactamente?', pregunta el fiscal.
La fiscal¨ªa expresa su preocupaci¨®n por el hecho de que la Sala Penal del Supremo haya utilizado un simple auto firmado por una ¨²nica secci¨®n de tres magistrados, para 'proclamar una doctrina con importantes consecuencias jur¨ªdicas' sobre el concepto de terrorismo. Esta decisi¨®n del Supremo, seg¨²n el fiscal, 'alimenta dudas en cuestiones que no debieran ser objeto de controversia, como, por ejemplo, las que afectan a la perseguibilidad de esos delitos'.
El recurso expone que la sentencia del Constitucional invocada para rechazar la querella contra Otegi carece de conexi¨®n con los hechos protagonizados por el portavoz de Batasuna. Para el fiscal, sean o no delito de terrorismo la apolog¨ªa, el enaltecimiento, la exaltaci¨®n o la justificaci¨®n, la discusi¨®n no debe influir en la perseguibilidad de esas figura penales.
La fiscal¨ªa tambi¨¦n contradice el argumento de atribuir a la apolog¨ªa del terrorismo el car¨¢cter de 'delito de opini¨®n'. El fiscal traza un paralelismo con el delito de genocidio y dice que el C¨®digo Penal, bajo el t¨ªtulo de 'Delitos de Genocidio', castiga tambi¨¦n la difusi¨®n de ideas o doctrinas que nieguen o justifiquen esos delitos, y ¨¦se es el criterio del Convenio para la prevenci¨®n y sanci¨®n del delito de genocidio.
El fiscal pide al Supremo que revoque su decisi¨®n y admita la querella porque 's¨®lo persigue la incoaci¨®n de un proceso penal, por un delito de terrorismo, con el fin de dispensar la merecida tutela a todas aquellas v¨ªctimas del terrorismo que han sido humilladas y menospreciadas por el querellado'.
Cardenal lo intuy¨®
La rapidez de la fiscal¨ªa en recurrir el auto del Supremo contrasta con la actitud inicial del fiscal general del Estado, Jes¨²s Cardenal, quien, intuyendo la respuesta del Supremo, se mostr¨® un tanto remiso a presentar la querella. Poco despu¨¦s de los vivas de Otegi a ETA, Cardenal dijo en el Congreso que no actuar¨ªa contra ¨¦l porque, aunque sus palabras eran 'un claro delito de apolog¨ªa del terrorismo', ¨¦ste se hab¨ªa cometido 'en territorio franc¨¦s'. Cardenal se?al¨® entonces que los tribunales competentes ser¨ªan, 'si acaso', los franceses. El ministro de Justicia, ?ngel Acebes, asegur¨® entonces que si Francia no denunciaba a Otegi, Cardenal lo har¨ªa. Cuatro d¨ªas despu¨¦s, Cardenal present¨® la querella.
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