Del tiempo y del espacio
Absolutamente consolidado como cantautor al modo cl¨¢sico, Ismael Serrano est¨¢ ofreciendo a sus paisanos tres noches de canciones en la intimidad de un teatro, recinto por antonomasia para practicantes de este artesano g¨¦nero musical. En la primera de las tres veladas, motivo de esta cr¨®nica, Serrano engarz¨® un collar de canciones hecho de cuentas de dos colores, sus dos obsesiones como letrista: el tiempo, reflejado en la memoria y con parada en la melancol¨ªa dulce o triste, y el espacio, en una nueva dimensi¨®n viajera en busca de la profundidad humana, por muy terrible que sea lo que uno encuentre. Todo ello lacado con el meritorio barniz de la denuncia de la injusticia y la b¨²squeda de un mundo, si no mejor, menos despiadado.
Ismael Serrano
I. Serrano (voz y guitarra), Freddy Marug¨¢n (guitarra y direcci¨®n musical), Jos¨¦ Vera (bajo), Paco Garc¨ªa (bater¨ªa), Javier Bergia (percusi¨®n) y Jacob Sureda (teclados). Teatro Alb¨¦niz. Madrid, de martes 28 a jueves 30.
De este modo, Ismael Serrano, con su voz serratiana y su aplomo esc¨¦nico cargado de sinceridad, llev¨® en volandas al p¨²blico hasta las m¨ªseras calles de El Cairo con La ciudad de los muertos; hasta el abandonado pueblo saharahui, con Un hombre espera en el desierto, y hasta ese Buenos Aires, deshecho en jirones de desesperanza, con Buenos Aires 2001 y A las Madres de Mayo. Asimismo, viaj¨® a bordo de las agujas del reloj, comprobando el estado de las utop¨ªas en Pap¨¢, cu¨¦ntame otra vez, el de los propios recuerdos de noches canallas e historias ins¨®litas -La extra?a pareja, Cien d¨ªas- y tambi¨¦n el de las ausencias que duelen lo justo como para producir bonitas canciones como Qu¨¦ andar¨¢s haciendo.
Flanqueado por una banda que, si bien cumple de modo excelente las expectativas, tal vez acuse cierta dependencia de la guitarra y sus posibilidades, Ismael Serrano cedi¨® su p¨²blico al cubano Frank Delgado, quien interpret¨® dos bellas composiciones, y a otro referente de la canci¨®n de autor espa?ola, Javier Bergia, con el que cant¨® Aquellos a?os verdes. Fue, en definitiva, una actuaci¨®n perfecta para 'familiares y amigos', como defini¨® el cantante varias veces a los espectadores, que acompa?aron las canciones con sus coros y el ritmo de sus palmas.
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