M¨¦xico acomete una ambiciosa campa?a de fomento de la lectura
El Gobierno invierte 400 millones de d¨®lares y Bill Gates dona 40
El Gobierno mexicano acometi¨® su mayor operaci¨®n cultural desde la investidura de Vicente Fox, hace casi 18 meses, al anunciar una inversi¨®n de unos 400 millones de d¨®lares para el fomento de la lectura. El programa, probablemente el de mayor envergadura en Am¨¦rica Latina, incluye 1.100 nuevas bibliotecas p¨²blicas, la modernizaci¨®n de 2.000 m¨¢s y la compra de 120 millones de libros. La Fundaci¨®n Gates don¨® 40 millones para la compra de ordenadores y software educativo. La lectura, subray¨® el jefe del Gobierno, ayudar¨¢ a la consolidaci¨®n de la democracia, y forma parte del proyecto humanista de su Administraci¨®n.
La ambiciosa empresa, cuyo desarrollo ocupar¨¢ los cuatro a?os y medio que restan al mandato de Fox, es necesaria para aumentar los ¨ªndices de lectura y llevar a efecto la 'revoluci¨®n educativa' prometida por el presidente en una naci¨®n con importantes atrasos en ese sector. 'Todos y cada uno de los municipios del pa¨ªs contar¨¢n, al menos, con una biblioteca p¨²blica', declar¨®. Su esposa, Marta Sahag¨²n, est¨¢ al frente de la campa?a por las bibliotecas mexicanas. El presidente Fox se entrevist¨® con el due?o de Microsoft el pasado a?o para estimular su colaboraci¨®n en el Programa Nacional hacia un Pa¨ªs de Lectores. El magnate norteamericano acept¨® la invitaci¨®n.
'Si bien los libros son una parte medular de las bibliotecas, la presencia de Internet en esos recintos permite tener acceso a enormes bancos de informaci¨®n', destac¨® Bill Gates durante su participaci¨®n en el acto de Ciudad de M¨¦xico, v¨ªa sat¨¦lite, desde Seattle. Le acompa?aba su esposa, Melinda Gates. 'La alfabetizaci¨®n', agreg¨®, 'es algo m¨¢s que saber leer y escribir, y obliga al acceso al mundo globalizado de la informaci¨®n. Las computadoras y la red de redes se han convertido en una herramienta fundamental del aprendizaje'. La meta del gobierno mexicano es disponer de 6.000 bibliotecas bien equipadas, con ordenadores y acceso a la red, y 50.000 bibliotecarios, maestros y promotores de lectura, capaces de fomentar el inter¨¦s por el conocimiento y la literatura.
El placer de leer
'Habr¨ªa que enfatizar en que la lectura es un placer, y que no s¨®lo forma parte de los valores, sino que es uno de los pocos placeres que no dependen de los dem¨¢s', seg¨²n Ramiro Osorio, director del Festival Internacional Cervantino. 'El primero de los libros para m¨ª es el Quijote. Que yo recuerde, desde los siete a?os le¨ªa libros de Verne o Salgari. Nac¨ª en una casa de muchos libros porque mi padre es historiador'. Los j¨®venes mexicanos, incluidos aquellos que viven en remotas aldeas de M¨¦xico, podr¨¢n acceder a los autores de sus preferencias, y los docentes dispondr¨¢n de material especializado.
La divulgaci¨®n del plan cultural emprendido por Vicente Fox se efectu¨® en la sala de lectura de la vieja Biblioteca Jos¨¦ Vasconcelos, que ser¨¢ ampliada, remozada y convertida en 'un paradigma de biblioteca p¨²blica'. El secretario (ministro) de Educaci¨®n, Reyes Tamez, inform¨® sobre la masiva dotaci¨®n de bibliotecas en marcha, y la creaci¨®n de 12.000 salas de lectura en M¨¦xico y en las comunidades mexicanas en el exterior. La promoci¨®n de la industria editorial y el aumento de las ferias del libro y festivales constituyen otros elementos del programa.
'La primera acci¨®n para acercar a los ni?os a la lectura es el amor, que la lectura se convierta en un momento ¨ªntimo entre la madre y los hijos', dijo Sari Berm¨²dez, presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 'Lo primero que se debe lograr es acercar f¨ªsicamente los libros a los ni?os y a los adultos, y hacerles ver que son una excelente compa?¨ªa. Se trata de seducir, no de fomentar la lectura por decreto, porque ese objetivo es imposible', seg¨²n V¨ªctor Hugo Rasc¨®n, presidente de la Sociedad General de Escritores de M¨¦xico, que memoriz¨® de ni?o la Constituci¨®n y el himno nacional. 'En la secundaria, La Celestina me transform¨®'.
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