Una exposici¨®n vincula a Gaud¨ª con el arte de su ¨¦poca y rastrea su eco
La exhibici¨®n, que se inaugura hoy en Barcelona, viajar¨¢ al Reina Sof¨ªa de Madrid
La exposici¨®n Universo Gaud¨ª, que hoy se abre en el Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB), intenta demostrar, mediante bocetos, libros, dibujos, esculturas y pinturas, de Rodin, Dal¨ª, Picasso, Mir, Man Ray, Le Corbusier y otros muchos artistas, la vinculaci¨®n del arquitecto con las corrientes art¨ªsticas de su ¨¦poca y su influencia en la pl¨¢stica y la arquitectura posteriores. Juan Jos¨¦ Lahuerta, renovador de los estudios sobre Antoni Gaud¨ª y comisario de la muestra, la describi¨® como 'la carne y la sangre' que faltaba al 'esqueleto' bien conocido de la obra del arquitecto.
'La cabeza de Gaud¨ª era una estancia enorme donde cab¨ªan multitud de cosas'
'Para los surrealistas, Gaud¨ª era el pozo sin fondo de todas sus neurosis'
La exposici¨®n se estructura en tres apartados b¨¢sicos: Las cosas vistas, El taller y La fortuna. Con ellos, se plantea un recorrido 'a trav¨¦s de una especie de habitaciones mentales, con ventanas que se abren y se cierran, en donde entran y de donde salen muchas ideas', explic¨® Juan Jos¨¦ Lahuerta. 'La misma cabeza de Gaud¨ª era una estancia enorme donde cab¨ªan multitud de cosas', a?adi¨® el comisario.
En las primeras estancias se contempla el periodo de formaci¨®n de Gaud¨ª en la segunda mitad del siglo XIX, ¨¦poca en la que era estudiante de la Escuela de Arquitectura de Barcelona, fundada en 1871. Esta instituci¨®n represent¨® la superaci¨®n de los viejos maestros de obras y prepar¨® arquitectos para las necesidades constructivas que reclamaba la ciudad y su nueva burgues¨ªa. En este apartado se pueden ver proyectos y planos realizados por Gaud¨ª para otros arquitectos reci¨¦n acabada la carrera. Es el momento en el que el joven Gaud¨ª fija las conexiones de su mundo con el exterior. Se deja fascinar por los pintores prerrafaelitas, con los que comparte su renovada visi¨®n del medievo. De Viollet-le-Duc le subyuga su interpretaci¨®n del g¨®tico como soluci¨®n racional a las necesidades de la arquitectura moderna. En esa recreaci¨®n de mundos compartidos no pod¨ªan faltar las referencias a los artistas que expresan la fascinaci¨®n por las culturas ex¨®ticas. Una serie de fotograf¨ªas de Mariano Fortuny Madrazo, realizadas en Venecia a principio del siglo XX, inciden en este aspecto. Tambi¨¦n el mundo wagneriano, en su b¨²squeda de la grandilocuencia del arte total, no pod¨ªa mostrarse ajeno a Gaud¨ª, m¨¢xime si su gran cliente, la familia G¨¹ell, participaba plenamente de esta sinton¨ªa.
La segunda parte de la exposici¨®n, titulada El taller, comienza con la exhibici¨®n del cuadro de Joaquim Mir La catedral de los pobres (1898), en el que se ven pedig¨¹e?os deambulando por los alrededores de las obras de la Sagrada Familia. El cuadro da pie al comisario para tratar desde diferentes ¨¢ngulos el tema de la miseria, muy recurrente en la creaci¨®n art¨ªstica de principios del siglo XX, y con el que las clases burguesas dilu¨ªan su mala conciencia con relaci¨®n al proletariado. 'No hemos de olvidar que la Sagrada Familia es un templo expiatorio con el que Barcelona quer¨ªa limpiar sus faltas. Y qu¨¦ mayor pecado en aquel momento que la lucha de clases', explic¨® Lahuerta. Junto a la tela de Joaquim Mir, hay otros dibujos alusivos al tema. Entre ellos, el titulado Hambre (1902), de Picasso, en el que un personaje de cierta prestancia se encuentra hablando con un grupo de harapientos y, a modo de vi?eta, aparecen estos textos: 'Os hablo de cosas importantes, de Dios, del arte...', dice el hombre adinerado. 'S¨ª, s¨ª', le contestan los mendigos, 'pero nuestros hijos tienen hambre'.
La exposici¨®n destaca, en este mismo apartado, el uso que hicieron los artistas de la ¨¦poca de la fotograf¨ªa. Y lo hace por los vericuetos art¨ªsticos de Rodin, del que se muestran una gran cantidad de vaciados de yeso de personas, plantas y objetos. Todo ello para ilustrar la manera de trabajar de Gaud¨ª, que, aunque se apropiaba de todo, necesitaba la experimentaci¨®n propia para fijar las bases de su trabajo constructivo.
La ¨²ltima parte de la exposici¨®n orienta hacia fuera el trabajo de Gaud¨ª. Se constata la influencia que ejerci¨® el arquitecto, tanto en los expresionistas alemanes como en los surrealistas. 'Los expresionistas lo valoraban porque ve¨ªan en ¨¦l al constructor de un mundo total; para los surrealistas,Gaud¨ª era el pozo sin fondo de todas sus neurosis', coment¨® Lahuerta.
Tambi¨¦n fueron concernidos por Gaud¨ª los racionalistas, que valoraban sus formas populares y sus aspectos constructivos. La exposici¨®n concluye con la recuperaci¨®n del artista en los a?os cincuenta de la mano de Juan Eduardo Cirlot y el movimiento Dau al Set. Cierra Universo Gaud¨ª la obra Tr¨ªptico (1948), de Antoni T¨¤pies, en la que aparece la Sagrada Familia.
La exposici¨®n se clausurar¨¢ en Barcelona a primeros de septiembre y se presentar¨¢ en Madrid, en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sof¨ªa (MNCARS), del 15 de octubre al 6 de enero de 2003. Universo Gaud¨ª ha sido organizada por el CCCB y el MNCARS, y coproducida por el Departamento de Cultura de la Generalitat de Catalu?a y la Fundaci¨®n BBVA.
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