Fantas¨ªa de rock

Josetxo Ezponda, delgado como un espantap¨¢jaros, evoca con frustraci¨®n su anterior actuaci¨®n en Madrid: 'Fue en 1996, en El Sol. Lo que son las cosas: ten¨ªamos como teloneros a Dover... y no vino nadie'. In¨²til recalcar que, en solitario o al frente de Los Bichos, el rockero navarro nunca ha llegado al sitio justo en el momento adecuado. Su idea de un rock'n'roll estridente, cantado en ingl¨¦s, cercano en est¨¦tica a Johnny Thunders y otros malditos del underground neoyorquino, nunca ha llegado a cuajar. '?Y qu¨¦ voy a hacer? Es la m¨²sica con la que crec¨ª. Me encanta el son cubano, pero estoy incapacitado para tocar algo que no tiene un punto de rebeli¨®n sonora.'

Inevitablemente, Josetxo insiste. Cuero negro y pelos insurgentes, ha vuelto a Madrid para animar la presentaci¨®n de www.infoconciertos.com, una gu¨ªa electr¨®nica de la m¨²sica lanzada por la revista El Bolo Feroz. Las circunstancias le obligan ahora a funcionar en solitario, con un arsenal de guitarras y pedales que toca sobre rotundas bases programadas, todo escupido por un amplificador Marshall. Obviamente, echa de menos el respaldo de m¨²sicos de carne y hueso. Adem¨¢s, las m¨¢quinas de ritmos tienen sus inflexibles condicionamientos. Hay momentos de desconcierto que el artista resuelve con oleadas de ruido hiriente.

Cuando logra llegar a un entendimiento con la t¨¦cnica, Josetxo se tranquiliza y desarrolla lo que mejor sabe hacer: romanticismo rockero. Son temas propios y pr¨¦stamos como Sittin' on top of the world, en homenaje expl¨ªcito a Howlin' Wolf, o la rollingstoniana Out of time. Y lo que pudo ser pat¨¦tico se ha hecho verdad candente, grandeza de Quijote.