El coleccionista de carreras
Un profesor aprueba sus s¨¦ptimos estudios universitarios con vistas a iniciar los octavosUn profesor aprueba sus s¨¦ptimos estudios universitarios con vistas a iniciar los octavos
Algunos tanto y otros tan poco. Son muchos los universitarios que sudan tinta para acabar la carrera y cuando lo hacen s¨®lo piensan aquello de: 'Una y no m¨¢s'. Crist¨®bal Gonz¨¢lez Palma es un ejemplo de todo lo contrario. A sus 44 a?os, a¨²n no ha terminado de saborear su s¨¦ptima titulaci¨®n en una vida acad¨¦mica corta, ya que ha simultaneado estudios en dos ocasiones. Primero, Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y Magisterio, y luego, el ciclo superior de Psicopedagog¨ªa y Derecho. En total, 16 a?os y medio de vida dedicada al estudio.
Este engullidor de asignaturas nacido en Fuengirola (M¨¢laga) mira hacia atr¨¢s y admite que lo que ha hecho est¨¢ fuera de lo com¨²n, pero asegura que no ha sido premeditado. 'Es algo que viene y que no piensas', argumenta. Gonz¨¢lez recopila ahora todos sus certificados acad¨¦micos para presentarlos ante un notario y remitirlos al Libro Guinness de los r¨¦cords.
Con tres carreras en el saco comenz¨® su carrera pol¨ªtica, que dur¨® 16 a?os
Asegura que no duerme m¨¢s de seis horas y que su secreto est¨¢ en una buena organizaci¨®n
Ahora, 160 asignaturas despu¨¦s, clasifica su trayectoria en tres etapas. La primera responde a la cl¨¢sica formaci¨®n para ejercer una profesi¨®n, la de maestro. As¨ª que para abrir el apetito simultane¨® Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y Magisterio (ahora Ciencias de la Educaci¨®n), las cuales acab¨® en 1979 y en 1977, respectivamente. En esta ¨¦poca ya aparecen las primeras proezas: desde junio de 1976 hasta junio de 1977 super¨® 11 materias anuales de Hisp¨¢nica y otras 47 cuatrimestrales de Magisterio. Las 57 en cuatro convocatorias.En aquellos tiempos, a¨²n con la barba a medio hacer, los horarios de los ex¨¢menes coincid¨ªan y ten¨ªa que pedir a los profesores que le dejaran llegar tarde. Ten¨ªa que correr desde El Ejido, donde estaba Magisterio, hasta el antiguo convento de San Agust¨ªn, que albergaba la rama de Hisp¨¢nica. Lo ¨²nico que le fastidiaba era que el segundo examen del d¨ªa fuera en El Ejido, adonde se llega despu¨¦s de una fatigosa cuesta. Las calificaciones en esta etapa no eran muy brillantes, bastaba con el esfuerzo f¨ªsico. El quinto curso de Hisp¨¢nica y las oposiciones a maestro las prepar¨® en el servicio militar.
Gonz¨¢lez Palma aprendi¨® ingl¨¦s muy joven, cuando en los meses de verano trabajaba como botones o ayudante de recepci¨®n en Fuengirola, en plena expansi¨®n de la Costa del Sol. Para apuntalar sus conocimientos se matricul¨® en Anglogerman¨ªstica (hoy Filolog¨ªa Inglesa). Se la tom¨® con tranquilidad, a raz¨®n de tres asignaturas por curso. Todo un paseo.
Con tres carreras en el saco y siendo ya profesor de instituto en su pueblo, comenz¨® su carrera pol¨ªtica, que dur¨® 16 a?os, como concejal independiente, a veces en las listas del PSOE. Incluso lleg¨® a ser teniente de alcald¨ªa. Recuerda este periodo como 'embrutecedor'. 'Es un mundo en el que el nivel intelectual desciende', sentencia.
La llegada de la Ley Org¨¢nica de Ordenaci¨®n del Sistema Educativo (LOGSE), de 1990, y los planes de reciclaje de los profesores para el nuevo sistema hicieron que se matriculara en Ciencias de la Educaci¨®n en 1992. En 1995 acab¨® y realiz¨® el curso puente de Psicolog¨ªa, cuyo segundo ciclo superior termin¨® en el curso 96-97, al mismo tiempo que sacaba los cursos de doctorado en Ciencias de la Educaci¨®n.
Crist¨®bal Gonz¨¢lez, conversador impulsivo y amante del orden, culmin¨® su ¨²ltima fase universitaria con un plato fuerte: Derecho, simultaneado con Psicopedagog¨ªa. Se convirti¨® en abogado el pasado mes de febrero. 'Habr¨ªa terminado en tres a?os y ocho meses de no ser por un suspenso que tengo recurrido en un juzgado contencioso-administrativo, tema en el que pienso llegar hasta el Tribunal Constitucional', sentencia. A pesar de que sus notas en el resto de la carrera est¨¢n plagadas de matr¨ªculas de honor y sobresalientes, tuvo que acabar Derecho en la Universidad Complutense de Madrid. All¨ª le dieron sobresaliente en Procesal II.
Asegura que no duerme m¨¢s de seis horas y que todo es cuesti¨®n de organizaci¨®n, como si se tratara de un malabarista que cada vez lanza m¨¢s pelotas al aire. Y debe ser as¨ª, porque Crist¨®bal Gonz¨¢lez no tiene bastante con las clases en el instituto (Literatura, Ingl¨¦s e Informaci¨®n y Comunicaci¨®n), su tesis doctoral, que titular¨¢ El profesor principiante en secundaria, un libro que ha empezado sobre el profesorado universitario y su condici¨®n de entrenador de baloncesto juvenil. Por si no fuera poco, su despacho desde el que ejerce la abogac¨ªa por las tardes a¨²n huele a nuevo. El pasado lunes 29 de debut¨® como letrado en su primer juicio, un litigio familiar sobre parcelas y expropiaciones.
Aunque la voracidad de conocimiento de Crist¨®bal Gonz¨¢lez no tiene fin, pretende dedicarse m¨¢s a su familia (mujer y dos hijas de 5 y 8 a?os) y no tiene claro si se presentar¨¢ a las municipales de 2003. Su pasado como colaborador en diversos medios de comunicaci¨®n le despierta el gusanillo de estudiar Periodismo. Pero, de momento, est¨¢ dispuesto para el descanso del guerrero.
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