La CIA prepara con Arafat la refundaci¨®n de la polic¨ªa palestina
Lucha en la sombra entre palestinos por la jefatura de la seguridad
La CIA ha vuelto con fuerza a Oriente Pr¨®ximo tras m¨¢s de un a?o de ausencia para desempe?ar una misi¨®n delicada encomendada por la Casa Blanca: reestructurar los servicios de seguridad de la Autoridad Palestina. George Tenet, el jefe de la agencia, y Yasir Arafat, el presidente palestino, se reunieron ayer en Ramala para preparar la refundaci¨®n de la polic¨ªa aut¨®noma.
Tenet y Arafat conversaron durante tres horas en las oficinas de la Mukata -residencia presidencial- de la capital cisjordana. Trataron todos los temas, pero sobre todo estudiaron con detalle la remodelaci¨®n de los servicios de seguridad palestinos, una exigencia planteada por la comunidad internacional, y muy especialmente por EE UU, en los ¨²ltimos meses como f¨®rmula imprescindible para controlar a los grupos radicales y acabar con la Intifada. El presidente palestino, antes de entrar en el debate del programa de reestructuraci¨®n de la polic¨ªa, pidi¨® a Tenet que gestionara ante Israel dos peticiones urgentes: la retirada de sus tropas de las ¨¢reas aut¨®nomas y el fin del asedio de las ciudades palestinas, iniciado hace m¨¢s de dos meses, que amenaza con establecer en Palestina un apartheid.
No es ¨¦sta la primera vez que la CIA colabora con la Autoridad Palestina para estructurar sus servicios de seguridad. En 1996 la central de inteligencia de EE UU y el presidente palestino suscribieron un programa de cooperaci¨®n y ayuda que permiti¨® a centenares de polic¨ªas de Cisjordania y Gaza trasladarse a EE UU para recibir cursos de lucha antiterrorista, m¨¦todos de interrogatorios y acabar as¨ª con las pr¨¢cticas brutales que provocaban regularmente la muerte de detenidos.
La colaboraci¨®n de la CIA con la Autoridad Palestina se reafirm¨® y consolid¨® dos a?os m¨¢s tarde, en octubre de 1998, en la cumbre de Wye Plantation, cuando el entonces primer ministro israel¨ª Benjam¨ªn Netanyahu, el presidente Bill Clinton y Arafat acordaron que la Central se convirtiera en ¨¢rbitro de la lucha antiterrorista y asumiera el desarme de las milicias radicales palestinas, una tarea que qued¨® interrumpida con el estallido de la Intifada. El protagonismo y la eficacia de la CIA en el conflicto israelo-palestino, un colaborador aceptado por las dos partes, ha supuesto el bloqueo de otros servicios de inteligencia, especialmente de los europeos.
Mientras Tenet se reun¨ªa ayer con Arafat, continuaba sin embargo entre bambalinas la lucha sorda de los jefes de la polic¨ªa palestina por hacerse con el control de la futura fuerza unificada. El pen¨²ltimo acto lo protagoniz¨® Mohamed Dahlan, el todopoderos¨ªsimo jefe de la Seguridad Preventiva de Gaza, que, en un golpe inesperado de teatro, dimit¨ªa de su cargo y ped¨ªa un mes de vacaciones.
Mohamed Dahalan, considerado por todos como el hombre de confianza de EE UU en Gaza, no ha abandonado la carrera policial, simplemente ha cambiado su objetivo: su m¨¢xima aspiraci¨®n es la de convertirse ahora en asesor del presidente para temas de seguridad; es decir, una especie de ministro de Interior en la sombra.
Ayer a primera hora de la tarde, como si la decisi¨®n de Dahalan hubiera estado pactada, Arafat acept¨® su dimisi¨®n, nombr¨® un sustituto para Gaza, y apuntaba el nombre del general Abdel Razak, de 53 a?os, como posible jefe de la futura polic¨ªa unificada. Razak es un hombre de toda la confianza del presidente, pertenece a la vieja escuela, no en vano lider¨® el Ejercito de Liberaci¨®n de Palestina, en la d¨¦cada de los ochenta.
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