'Un presidente de Gobierno no puede llamar inmorales a los obispos'

La relaciones de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y la Iglesia cat¨®lica chirr¨ªan de nuevo por donde m¨¢s le duele a la Conferencia Episcopal: el sufrimiento y la ira de los espa?oles contra el terrorismo de ETA. Aznar dijo el lunes que la pastoral de los prelados vascos es una 'perversi¨®n intelectual y moral grave', extendiendo su severidad al resto de los obispos si ¨¦stos no elevaban el tono de su condena, y ayer el cardenal de Barcelona, Ricard Mar¨ªa Carles, le replic¨® 'que un presidente de Gobierno no puede llamar inmorales a los obispos'. '[Los obispos] han tenido mucha paciencia con una ley tan importante como la de la clase de religi¨®n, y tambi¨¦n han podido pronunciarse sobre la moralidad de ciertas leyes que precisamente hacen los pol¨ªticos', dijo el cardenal Carles.

La Iglesia cat¨®lica soporta con dificultad que el Gobierno del PP, te¨®ricamente af¨ªn a las tesis del catolicismo por su pertenencia a la internacional democristiana, no les haya hecho caso en su ofensiva para derogar leyes como la del aborto, y que tampoco haya dado satisfacci¨®n, en su plenitud, a las reivindicaciones sobre la ense?anza de la religi¨®n en la escuela p¨²blica, ni a la financiaci¨®n fiscal de sus actividades a trav¨¦s del IRPF.

Superado el incidente de hace un a?o a causa del pacto contra el terrorismo promovido por el Gobierno y el PSOE [los obispos se negaron a firmarlo porque no era asunto de su competencia, dijeron entonces], nada amenazaba ahora el entendimiento del Gobierno con la jerarqu¨ªa cat¨®lica, que incluso estaban a punto de fructificar en importantes concesiones. Pero esta nueva trifulca, que en algunos sectores de opini¨®n habitualmente afines al catolicismo ha alcanzado una virulencia extraordinaria, parece dif¨ªcil de cicatrizar porque, para satisfacer las exigencias de los cr¨ªticos, la Conferencia Episcopal deber¨ªa saltarse las reglas e inmiscuirse en asuntos que son propiedad de cada obispo diocesano.

'Algunos puntos oscuros'

Pero no todos est¨¢n dispuestos a callar. El cardenal Rouco tiene sobre la mesa una petici¨®n del arzobispo castrense, Jos¨¦ Manuel Estepa, para que convoque de urgencia al pleno de la Comisi¨®n Permanente de la CEE, integrado por 21 prelados, y mientras tanto, como lluvia de abril, van produci¨¦ndose declaraciones personales de obispos que van calando sobre la tesis de que Rouco se enfrenta a una grave crisis en la organizaci¨®n y ante la sociedad.

Entre esas reacciones, ayer destacaron la del responsable de la Secretar¨ªa de Medios de Comunicaci¨®n de la CEE, el obispo de Sig¨¹enza-Guadalajara, Jos¨¦ S¨¢nchez. Claro, que frente a 'algunos puntos oscuros' y 'frases desafortunadas' que S¨¢nchez ve en la pastoral, tambi¨¦n considera que el asunto ha sido tratado injustamente e incluso con 'ensa?amiento', con una lectura 'sesgada y sectaria' de la pastoral, tanto por parte de los poderes p¨²blicos como de los medios de comunicaci¨®n. De la misma opini¨®n fue el arzobispo de Valencia, Agust¨ªn Garc¨ªa-Gasco.