La funcionaria no ve¨ªa el partido

Tres presos de la c¨¢rcel de M¨¢laga intentaron ayer fugarse durante el partido que enfrentaba a Espa?a y Paraguay aprovechando el tumulto que montaron otros dos internos en la sala de televisi¨®n hacia las 12.15, poco antes del segundo gol de Morientes.

Los presos, de nacionalidad espa?ola, hab¨ªan trazado un plan sencillo para escapar saltando los muros del penal y confiados en que sus custodios estar¨ªan relajados por la celebraci¨®n del encuentro, que tambi¨¦n hab¨ªa generado gran expectaci¨®n entre los reclusos.

Lo que desconoc¨ªan era que una funcionaria poco interesada en el partido estaba al cargo en ese momento de la sala de monitores, donde se visionan las im¨¢genes de las c¨¢maras que vigilan el penal de Alhaur¨ªn de la Torre. La funcionaria dio la alarma y avis¨® a la Guardia Civil cuando los tres reclusos, multirreincidentes por robo en segundo grado penitenciario, saltaron el primer muro del m¨®dulo 6. Los vigilantes ya no pudieron ver el segundo tanto de Morientes. Los evadidos volver¨¢n al primer grado.

Muchos otros funcionarios, aunque no precisamente de prisiones, hicieron ayer dejaci¨®n durante los 90 minutos del Espa?a-Paraguay. En el bar M¨ªo Cid, en pleno centro de Barcelona, y confundidos entre el gent¨ªo, algunos polic¨ªas nacionales hab¨ªan abandonado sus uniformes para corear los goles del combinado espa?ol y participar de la mofa generalizada contra el meta paraguayo, Chilavert. 'Ayer', explicaba uno de los agentes, 'hicimos algunas horas m¨¢s de la cuenta para esta ma?ana [por ayer] poder ver el partido en un ambiente m¨¢s festivo'. Un compa?ero a?ad¨ªa entre sonrisas y a modo de justificaci¨®n: 'Pero no somos los ¨²nicos. Estoy seguro de que m¨¢s del 90% de la gente que estamos aqu¨ª ha hecho mutis por el foro en su trabajo'.

No iba desacertado. En cuanto el ¨¢rbitro decret¨® el final del encuentro, el local, que registraba una afluencia muy superior a la habitual a esa hora de la ma?ana -tambi¨¦n los propietarios se desga?itaban desde m¨¢s all¨¢ del mostrador animando a la selecci¨®n-, se vaci¨® de inmediato. 'Como soy mi propio jefe, me he autoconcedido una pausa', confirmaba con traje y corbata el responsable de un despacho de abogados de la capital catalana.

La fiebre futbolera condujo tambi¨¦n a algunas empresas a rendirse ante la evidencia. En Sant Andreu, un populoso barrio barcelon¨¦s, una f¨¢brica de accesorios audiovisuales premi¨® a sus trabajadores instalando una pantalla gigante y concedi¨¦ndoles dos horas de pausa para disfrutar del partido con la mayor tranquilidad. Fue una idea que tambi¨¦n pusieron en marcha diversos colegios de toda Espa?a para evitar que muchos ni?os se quedaran en casa.

Tiendas de electrodom¨¦sticos y grandes superficies monopolizaron cientos de pantallas con el Espa?a-Paraguay. 'No ha sido una estrategia comercial, pero durante el partido se ha registrado el doble de gente de la habitual en la secci¨®n de audiovisuales', confirmaban desde El Corte Ingl¨¦s, de Barcelona.

El partido interfiri¨® incluso en cuestiones divinas. El p¨¢rroco de Villalba de la Lampreana (Zamora) adelant¨® en una hora la misa de las 11.00 por temor a quedarse sin feligreses. No se equivoc¨®. Hubo pleno en la homil¨ªa, que festejaba el Sagrado Coraz¨®n, y una hora m¨¢s tarde en el bar del pueblo para corear, con cura incluido, a la selecci¨®n.