Simp¨¢ticas osas
Visita a 'Paca' y 'Tola' en Asturias
Paca y Tola son dos osas a las que un furtivo priv¨® de su madre en 1989 y a las que mantuvo encerradas en un establo, donde fueron encontradas por las autoridades. Las osas pasaron un tiempo en el centro de recuperaci¨®n de animales salvajes El Osquillo (Cuenca). All¨ª aprendieron de nuevo a vivir, para luego desenvolverse por s¨ª mismas en la semilibertad cercada del monte del Oso. Con una extensi¨®n de cinco hect¨¢reas y situado entre los concejos asturianos de Santo Adriano y Proaza, el lugar ha brindado a la pareja la posibilidad de crecer en buenas condiciones. Y a la vista del p¨²blico.
Lo primero que suelen hacer los visitantes es pasarse por el Museo del Oso, ubicado en un edificio, junto a lo que fue la iglesia parroquial de Proaza, en donde se explica la vida del oso pardo y sus problemas de conservaci¨®n. All¨ª el visitante conoce de un modo r¨¢pido y sencillo sus costumbres m¨¢s curiosas, como, por ejemplo, que un oso en celo llega a caminar m¨¢s de 20 kil¨®metros en un d¨ªa, o que su forma de cazar, algo excepcional, es asest¨¢ndole a su v¨ªctima un fuerte zarpazo en la cabeza. Los pocos osos que quedan en libertad en Espa?a, que no llegan al centenar, comen frutos secos, insectos, miel, y raramente alg¨²n mam¨ªfero que encuentran muerto. Tambi¨¦n se muestra el modo en el que el hombre ha puesto en peligro su existencia. Incluso hay en el museo, cuya entrada es gratuita, un esqueleto que anta?o soport¨® 140 kilogramos de peso.
El poder observar a las osas depende de la casualidad. Normalmente todos los d¨ªas, alrededor de las doce, las hermanas acuden a alimentarse en el comedero habilitado para ellas, menos durante la ¨¦poca fr¨ªa, cuando hibernan en las cuevas del monte. En los meses m¨¢s templados y calurosos, las dos hembras gustan de refrescarse en una laguna artificial. El visitante permanece en el exterior del recinto vallado, al que s¨®lo cuidadores y guardas pueden acceder. Tambi¨¦n est¨¢ prohibido dar a las osas cualquier tipo de alimento.
Una actividad complementaria recomendable es una caminata a lo largo de los 22 kil¨®metros de la denominada senda del Oso, entre las localidades asturianas de Tu?¨®n y Entrago, en el mismo trazado abandonado del tren minero del siglo XIX. Se puede recorrer a pie o en bicicleta de monta?a para conocer los bellos parajes naturales -la sierra del Aramo, el desfiladero de las Xanas, el hayedo de Montegrande...- y la etnograf¨ªa viva de la zona -h¨®rreos, paneras, molinos, r¨²sticos aperos...-. Los j¨®venes excursionistas quiz¨¢ encuentren m¨¢s divertido deslizarse por el enorme tobog¨¢n-oso junto al edificio del museo.
![<i>Tola,</i> un ejemplar pardo cant¨¢brico, descansa en el cercado osero del monte Fernanch¨ªn, en Proaza (Asturias).](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GVS4GS7YIQ2UMMYVXCJUXFY4AY.jpg?auth=924374af28dfe0311e926a2b79584c59ff3b27de97ee057ee728c38f83c8aaa9&width=414)
GU?A PR?CTICA
Desde Oviedo se toma la A-63 destino La Espina, y en Trubia se emprende rumbo a Puerto Venta, hasta Proaza.
- Pe?as Juntas (985 76 14 63). Proaza. La habitaci¨®n doble, 40 euros. - Restaurante El Manantial (985 76 12 51). Proaza. Unos 12 euros.
- Casa del Oso (985 76 10 53). Proaza. Todos los d¨ªas, de 10.00 a 19.00 horas. Entrada gratuita.
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