Acoso y derribo

LAS SOTERRADAS PRESIONES de los profesionales del poder sobre los tribunales para conseguir sentencias favorables a sus intereses constituyen el primer movimiento -aunque no el ¨²nico- de la instrumentaci¨®n pol¨ªtica de la justicia. La vista oral celebrada ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y Le¨®n para conocer la querella dirigida por Nevenka Fern¨¢ndez -ex concejal del PP en Ponferrada- contra Ismael ?lvarez -alcalde de ese mismo Ayuntamiento-por un delito de acoso sexual puede servir como ejemplo de esas ocultas maniobras. El ins¨®lito comportamiento del fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia, que simul¨® confundir a la querellante con una acusada durante un interrogatorio humillante, qued¨® remediado s¨®lo parcialmente por la medida de retirarle posteriormente del proceso.

La carta p¨²blica de despedida dirigida por el alcalde dimisionario de Ponferrada a sus vecinos descalifica a los jueces que le condenaron por acosar sexualmente a una concejal de su partido

Pero la manipulaci¨®n pol¨ªtica de la justicia no se detiene cuando los tribunales pronuncian su veredicto: ese segundo movimiento se ha hecho visible tras la sentencia dictada el 29 de mayo por el Tribunal Superior de Justicia, que consider¨® probado el delito de acoso sexual y conden¨® al acusado por dos votos contra uno. Si bien Ismael ?lvarez dimiti¨® de la alcald¨ªa nada m¨¢s conocer el fallo, la carta p¨²blica de despedida enviada a sus convecinos descalifica a los jueces y desnuda soezmente ante el p¨²blico a Nevenka Fern¨¢ndez. La circular sostiene que la sentencia es 'tremendamente injusta' y que los magistrados 'no mencionan ni un solo hecho probado', ni tampoco 'argumentan jur¨ªdicamente la condena'; la constataci¨®n de esa 'tremenda inseguridad jur¨ªdica' lleva a una conclusi¨®n piadosa y pesimista: 'S¨®lo nos queda rezar para que nadie presente querellas infundadas contra uno'.

El argumento expresado por Ismael ?lvarez 'como dem¨®crata' muestra claramente su incapacidad para comprender los diferentes papeles que les corresponden a los jueces y a los votantes en un Estado de derecho: a su parecer, resulta 'tremendo' que los magistrados 'hayan podido violentar la voluntad de miles de ciudadanos de Ponferrada'. Esa descalificaci¨®n de la justicia marcha en paralelo con una paranoide explicaci¨®n conspirativa -'as¨ª se coci¨® un aut¨¦ntico linchamiento pol¨ªtico'- de la condena. La responsabilidad ¨²ltima corresponde a 'una terrible y cruel maquinaria medi¨¢tica', movida por 'm¨²ltiples presiones de grandes magnates medi¨¢ticos' y puesta al servicio de la animadversi¨®n -'por razones de tipo pol¨ªtico'- de una concejal del PSOE.

Hasta la difusi¨®n de la carta, los pronunciamientos de los responsables del PP sobre la condena por acoso sexual de un alcalde y procurador auton¨®mico popular hab¨ªan multiplicado los distingos y las cautelas. Nevenka Fern¨¢ndez, elegida concejal en las listas del PP en 1999, lamenta la insolidaridad de sus antiguos correligionarios y se sorprende de los elogios de Javier Arenas, Ana Botella y otros militantes del PP a la decisi¨®n ('impecable') de dimitir tomada por Ismael ?lvarez. El reflejo defensivo ante las cr¨ªticas externas propio del patriotismo de partido y el temor a que el ex alcalde de Ponferrada rompa eventuales pactos de silencio sobre materias oscuras podr¨ªan explicar la actitud de prudente distanciamiento adoptada por el PP respecto a una compa?era acosada sexualmente por su jefe pol¨ªtico.

En cualquier caso, la carta de despedida a los vecinos de Ponferrada ha dejado en evidencia al ex alcalde en aspectos a¨²n m¨¢s comprometidos que su desaforada cr¨ªtica a los magistrados. Ismael ?lvarez se jacta de ser el cazador de la pieza cobrada en una monter¨ªa sexual ('?es muy cre¨ªble un acoso despu¨¦s del derribo?') y comete la vileza de incluir en el texto de la circular una antolog¨ªa fotocopiada de las cartas amorosas que le escribi¨® Nevenka Fern¨¢ndez durante su tormentosa relaci¨®n: no les resultar¨¢ f¨¢cil a las militantes y votantes del PP disculpar el rancio machismo y la amenazadora prepotencia de este casposo seductor de caf¨¦, copa y puro, ya condenado por acoso sexual, pero condenable todav¨ªa por violar la intimidad de su v¨ªctima.