Aznar se abre paso en Europa

El pasado diciembre, el Gobierno espa?ol no incluy¨® ni una palabra sobre inmigraci¨®n, legal o ilegal, en las nueve p¨¢ginas sobre las prioridades de su presidencia semestral de la UE. Hoy, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha convertido ese asunto en 'una prioridad para toda Europa, la cuesti¨®n m¨¢s relevante' para la cumbre de Sevilla. En enero, el jefe del Gobierno espa?ol inici¨® su presidencia europea con el ¨²nico mensaje claro de potenciar la colaboraci¨®n en la Uni¨®n contra el terrorismo. Ahora, a s¨®lo tres semanas de concluir el semestre, las propuestas de Aznar para reformar la UE y la OTAN o frenar la inmigraci¨®n ilegal, siempre de la mano de su amigo Tony Blair, le han dado un protagonismo impensable hace medio a?o.

La inmigraci¨®n ilegal, que en diciembre ni se mencionaba, es ahora una prioridad absoluta

'Aznar puede considerarse hoy uno de los grandes en la UE, pero su Europa s¨®lo beneficia precisamente a los grandes'. Pronunciada por un diplom¨¢tico del Consejo de la Uni¨®n, la frase resume la posici¨®n actual del jefe del Gobierno espa?ol. En diciembre, las prioridades espa?olas para la UE eran, por este orden, la lucha contra el terrorismo, la puesta en circulaci¨®n con ¨¦xito del euro, el impulso a la competitividad europea, la ampliaci¨®n de la UE, el refuerzo de la pol¨ªtica exterior com¨²n y lanzar el debate sobre el futuro de Europa.

Con sus cambios t¨¢cticos, Aznar ha logrado tres objetivos a la vez. Ha impuesto su agenda al resto de l¨ªderes, varios de los cuales han bloqueado durante a?os las iniciativas de la Comisi¨®n sobre Inmigraci¨®n. En segundo lugar, ha dejado en la sombra el asunto m¨¢s importante previsto inicialmente para Sevilla, el estado de las negociaciones para la ampliaci¨®n; un terreno en el que Espa?a no cumple sus compromisos por el rechazo de Alemania, Reino Unido, Suecia y Holanda al cap¨ªtulo financiero. Por ¨²ltimo, la creciente corriente ultraderechista y xen¨®foba europea se ha quedado sin discurso, ocupado su lugar por los Gobiernos m¨¢s conservadores.

Algunos de sus colegas, como el italiano Silvio Berlusconi, le han expresado su 'total sinton¨ªa', pero otros le han llamado la atenci¨®n. Goran Persson, el primer ministro sueco, le dijo en Estocolmo el pasado d¨ªa 3 que se debe tener 'mucho cuidado' al relacionar inmigraci¨®n y delincuencia. Con advertencias o no, Aznar ha logrado que la inmigraci¨®n sea hoy un asunto prioritario en los despachos de los primeros ministros de los Quince y, al calor de la pol¨¦mica desatada, varios Gobiernos, incluido el espa?ol, han anunciado endurecimientos de sus leyes.

No menos impacto han causado las ideas que Aznar lanz¨® el pasado 20 de mayo durante su visita a Tony Blair. Prudente siempre a la hora de decir qu¨¦ Europa quiere, el l¨ªder espa?ol descubri¨® sus cartas al apostar por crear la figura de un presidente del Consejo de la UE, un ¨®rgano que describi¨® como 'la instituci¨®n competente para decidir las orientaciones y estrategias pol¨ªticas de la Uni¨®n', con capacidad incluso para disolver el Parlamento Europeo. Aznar cree que el sistema de las presidencias semestrales debe ser cambiado por un grupo de cinco o seis pa¨ªses que, junto al presidente, dirijan la UE durante varios a?os.

Blair y el presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, piensan lo mismo. Otros han dejado claro que no. En la gira de capitales que realiza estos d¨ªas antes de la cumbre, los primeros ministros de Holanda, B¨¦lgica y Luxemburgo le entregaron la semana pasada, y a los periodistas tambi¨¦n, un documento conjunto en el que rechazan la creaci¨®n de la figura del presidente europeo y advierten de que debe respetarse 'el principio de igualdad de los Estados miembros' a la hora de sustituir el m¨¦todo de las presidencias semestrales. Como la Comisi¨®n, los pa¨ªses peque?os ponen ahora en entredicho la intenci¨®n de Aznar de conseguir 'M¨¢s Europa', como dice el lema de su presidencia.

Una vez m¨¢s junto a Blair, Aznar envi¨® el d¨ªa 3 al secretario general de la OTAN, George Robertson, su visi¨®n sobre el futuro de esa organizaci¨®n en crisis. Una de las frases m¨¢s significativas del documento conjunto precisaba que Espa?a y el Reino Unido son 'miembros destacados tanto de la OTAN como de la UE', algo que nadie pon¨ªa en duda de Londres, pero s¨ª de Madrid. Aznar logr¨® de nuevo ser considerado uno m¨¢s del selecto club de los grandes.

Con estas propuestas, la alianza de Aznar con Blair, planteada inicialmente a favor de la liberalizaci¨®n del mercado laboral o en la mejora de las relaciones entre Europa y EE UU, ha dado un salto cualitativo que se ha traducido en beneficio del espa?ol, como lo prueban tambi¨¦n las negociaciones sobre Gibraltar. Este protagonismo de Aznar ha coincidido, adem¨¢s, con un periodo electoral en Francia y preelectoral en Alemania que han oscurecido la presencia europea de Jacques Chirac y del canciller Gerhard Schr?der, quien ha aparcado sus rencillas con el dirigente espa?ol y reconoce 'su actitud decidida en todos los aspectos'.

Esos papeles condicionados de los l¨ªderes franc¨¦s y alem¨¢n hipotecaron, aunque s¨®lo en parte, las metas de abrir los mercados energ¨¦ticos en la cumbre de Barcelona o los avances en los cap¨ªtulos m¨¢s sensibles de la ampliaci¨®n. A cambio, Aznar super¨® la dura oposici¨®n de Holanda o Alemania, pero tambi¨¦n de Estados Unidos, para sacar adelante en marzo el proyecto europeo Galileo que competir¨¢ con el GPS americano. Y logr¨® el acuerdo para repartir por Europa a los 13 palestinos de la bas¨ªlica de Bel¨¦n, aunque los avances en pol¨ªtica exterior europea han sido muy menores y lo ha puesto de relieve precisamente la grave crisis en Oriente Pr¨®ximo en este semestre. Eso s¨ª, Aznar cumpli¨® su deseo de que la UE negocie con Washington un acuerdo de colaboraci¨®n judicial que incluya el espinoso problema de las extradiciones.

Ante la cita de Sevilla, el presidente espa?ol tiene tambi¨¦n una doble oportunidad para poner un broche de oro a su semestre. Se trata de aprobar las primeras medidas (ver EL PA?S, 2 de junio) para reformar el Consejo Europeo, pero tambi¨¦n de solventar el complicado contencioso greco-turco que impide el acuerdo OTAN-UE para que la pol¨ªtica europea de seguridad y defensa sea realmente operativa. El Gobierno griego cree posible ese acuerdo en la capital andaluza. Si ambos asuntos salen adelante, Aznar tendr¨¢ m¨¢s puntos a la hora de ser considerado, junto a Blair, un posible candidato a convertirse en ese futuro presidente del Consejo de la UE que ambos propugnan. El calendario electoral beneficia a Blair. La corriente derechista que invade Europa, a Aznar.