M¨¦xico pone la directa
El equipo de Aguirre remonta sin demasiados problemas ante Ecuador
Tan calculadores como son sobre un campo de f¨²tbol, los italianos tienen deberes aritm¨¦ticos para los pr¨®ximos d¨ªas. Mucho tendr¨¢n que sumar y restar para evitar la peor clasificaci¨®n de su historia en un Mundial. La victoria de M¨¦xico sobre Ecuador deja en el aire todas las ecuaciones del grupo y al equipo de Trapattoni con el telele. Si gana a M¨¦xico, podr¨¢ respirar tranquilo; en caso contrario, deber¨¢ cruzar los dedos.
M¨¦xico, la selecci¨®n del grupo con m¨¢s opciones de llegar a los octavos de final, ya que le bastar¨ªa un empate en la ¨²ltima jornada, sum¨® su segunda victoria a costa de un conjunto que se mostr¨® tan p¨¢lido como en su estreno frente a Italia.
A partir de un juego pausado, sedante en ocasiones, el conjunto de Javier Aguirre remont¨® el gol inicial de Ecuador. Un tanto de Delgado a los cinco minutos. Un espejismo. Los suramericanos no volvieron a dar se?ales de vida hasta 80 minutos despu¨¦s con un ligero estir¨®n que hizo soplar a los mexicanos, que se defendieron con escalofr¨ªos. Fue entonces, en los ¨²nicos instantes en que fue exigida, cuando la defensa mexicana qued¨® bajo sospecha. Pese al liderazgo de M¨¢rquez, un central reputado del M¨®naco sobre el que curso tras curso se discute en el mercadeo de los fichajes, la zaga mexicana hizo presagiar lo peor cuando Vieri, Totti y compa?¨ªa carguen las bater¨ªas.
Hasta sus titubeos finales, la superioridad de M¨¦xico fue elocuente pese al traspi¨¦ del principio en el marcador. Sin inmutarse, el equipo no se desvi¨® un mil¨ªmetro del gui¨®n marcado por Aguirre. La pelota en el pasto, siempre custodiada por un paciente jugador mexicano. Exquisiteces, las justas; buenas intenciones, algunas.
No es M¨¦xico un equipo veloz, explosivo, directo, pero s¨ª una selecci¨®n desenvuelta cuando agarra el bal¨®n. El punto de partida es Torrado, el jugador del Sevilla, un futbolista con criterio y soltura al que todos buscan mientras ¨¦l encuentra a todos. Se equivoca poco y garantiza a M¨¦xico lo que m¨¢s le sosiega, abanicar la pelota, no desgastarse en su b¨²squeda, porque entonces se agrieta.
Como Ecuador, un equipo de perfil muy bajo, se crey¨® obligado a rentabilizar el cabezazo de Delgado cuando a¨²n ten¨ªa 85 minutos amenazantes que soportar, M¨¦xico se sinti¨® a gusto al frente de las operaciones. Una pared por aqu¨ª, una apertura por all¨ª. Un intento por la derecha, otro en direcci¨®n opuesta. Hasta que Borgetti dio calabazas a los ecuatorianos y puso el equilibrio en el marcador.
Ecuador sigui¨® a la intemperie, sin lograr dos pases seguidos, sin exponer nada en absoluto. Con un f¨²tbol descosido, escu¨¢lido en todas sus l¨ªneas, se dej¨® llevar por la corriente mexicana. A cada paso atr¨¢s que daba Blanco, el delantero del Valladolid, los defensas ecuatorianos perd¨ªan la referencia y se les abr¨ªa un boquete.
Como no pod¨ªa ser de otro modo, el partido deriv¨® hacia el segundo gol de M¨¦xico, un zurdazo de Torrado que super¨® a Cevallos. Pero su tanto supuso que se fueran evaporando poco a poco mientras Ecuador daba un paso al frente. La entrada de Tenorio, una gacela, descosi¨® a los centrales mexicanos, que perdieron el norte y se angustiaron m¨¢s de la cuenta.
Ecuador tuvo sus ¨²nicas opciones en este tramo final, pero su timidez le hab¨ªa condenado durante toda la tarde. Con todo, el grupo est¨¢n tan apretado que hasta los chicos de Bolillo G¨®mez, con dos derrotas a cuestas, podr¨ªa tirar de la calculadora si vencise a los irregulares croatas.
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