"Ya no hay jugadores con personalidad de l¨ªderes"
Tost?o, campe¨®n del mundo en 1970, y Falc?o, componente del equipo de 1982, quiz¨¢ el mejor de la historia de Brasil, analizan el f¨²tbol actual
Eduardo Gon?alves de Andrade, Tost?o, pasea la mirada por la boite del hotel Hyundai, frente a los astilleros Hyundai, con la misma aparente serenidad con que buscaba los desmarques de Pel¨¦ en Jalisco. El local, hundido en un bajo, es una caja de ruidos discotequeros. Una chica surcoreana en minifalda canta I will survive, de Gloria Gaynor, como si fuera lo ¨²ltimo que har¨¢ en su vida, moviendo las piernas de ac¨¢ para all¨¢.
'Pel¨¦ estaba lleno de vitalidad cuando saltaba al campo. Por eso era f¨¢cil asistirlo. Le dabas una pelota y sal¨ªa disparado como un poseso', recuerda Tost?o mientras se come una hamburguesa. Su pase m¨¢s recordado no termin¨® en gol. Fue en diagonal, sobre el ¨¢rea de Uruguay, en la semifinal de la Copa del Mundo de M¨¦xico 70. El legendario portero Mazurkiewicz se abalanz¨® sobre la pelota al mismo tiempo que Pel¨¦. El delantero lleg¨® antes, se cruz¨® con el bal¨®n y no lo toc¨®. 'Sigui¨® de largo y enga?¨® al guardameta, que se fue tras sus pasos mientras el cuero rodaba lentamente por el ¨¢rea', dice Tost?o. 'Pel¨¦ se dio la vuelta, recogi¨® la pelota y solo, sin marca, fall¨® el disparo', se lamenta.
Tost?o: 'Pel¨¦ estaba lleno de vitalidad cuando saltaba al campo. Por eso era f¨¢cil asistirlo'
Falc?o: 'De Scolari se pueden decir muchas cosas, pero no que no haya sido coherente'
El entendimiento que logr¨® la delantera formada por Jairzi-nho, Gerson, Tost?o, Pel¨¦ y Rivelino durante el Mundial de M¨¦xico fue casi telep¨¢tico. La aventura concluy¨® instalando sus cinco nombres en la leyenda. Fue la apoteosis del jogo bonito frente a los sistemas defensivos europeos. Un momento evocado por todos los hinchas de Brasil como un patr¨®n de medida a la hora de juzgar a todas las selecciones siguientes. En aquellos a?os, hasta mediados de los ochenta, Brasil experiment¨® una mezcla de auge deportivo y econ¨®mico que contrast¨® con el aterrador marco pol¨ªtico.
De regreso a casa, Tost?o protagoniz¨® el ¨²nico acto de rebeld¨ªa del equipo: se neg¨® a presentar el trofeo Jules Rimet, la Copa del Mundo, al entonces dictador, Emilio Garrastazu Medici. 'No pude cerrar el ojo en toda la noche. Ten¨ªa miedo a las represalias', murmura el ex delantero centro.
El caso de Paulo Roberto Falc?o es distinto. Si Tost?o es capaz de denunciar p¨²blicamente en su columna peri¨®dica en el Jornal do Brasil la 'arrogancia' de los nuevos jugadores brasile?os, Falc?o mide sus palabras con mucho cuidado en sus comentarios en la cadena de televisi¨®n O Globo.
El medio centro de la selecci¨®n que acudi¨® a Espa?a 82, considerada por muchos como la m¨¢s completa de la historia de Brasil, es perfeccionista y correcto en su discurso, como cuando ordenaba en el campo. No por nada aspira a ser nombrado director de las selecciones de la Confederaci¨®n Brasile?a y comparte ciudad con el seleccionador, Luiz Filipe Scolari. Los dos son gauchos, naturales de Rio Grande do Sul y vecinos de Porto Alegre.
'Pocos equipos del mundo tienen los atacantes de Brasil', responde Falc?o cuando se le pregunta por las posibilidades de un conjunto que s¨®lo coleccion¨® frustraciones en los ¨²ltimos tres a?os. 'Pocos equipos tienen jugadores del nivel de los dos Ronaldos y Rivaldo. Si sumamos los que pide la gente, Romario, Amoroso, Elber, Jardel... Esto prueba la calidad de los que est¨¢n aqu¨ª. Un equipo que tiene como titulares nada menos que a Ronaldo, Ronaldinho y Rivaldo, con unas bandas ocupadas por Caf¨², Roberto Carlos y Denilson, es un equipo que puede conseguir cualquier cosa'.
Tost?o es rotundo: 'Ninguna selecci¨®n en el mundo tiene el poder ofensivo de Brasil. Una delantera formada por Denilson, Rivaldo, Ronaldo y Ronaldinho es insuperable. Argentina tiene a Piojo L¨®pez, Batistuta y Ortega. Buenos, pero normales. Espa?a tiene a Ra¨²l y Trist¨¢n. Y ninguno de los dos, a mi parecer, alcanza el nivel de Rivaldo o Ronaldo. Si Brasil fuera capaz de tener la organizaci¨®n de Argentina, ser¨ªa invencible. Si Argentina fuera capaz de tener la delantera de Brasil, igual'.
Tost?o advierte una carencia b¨¢sica en Brasil: 'No tenemos centrocampistas leves ni h¨¢biles. Hoy, y no s¨®lo en Brasil, los equipos parten el campo por la mitad: unos jugadores marcan y otros atacan. En el medio se ubican futbolistas pesados. No hay nadie que comande desde atr¨¢s, que dirija al equipo, que sepa cu¨¢ndo jugar en corto y cu¨¢ndo hacerlo en largo. En el f¨²tbol actual hay muy pocos centrocampistas de estas caracter¨ªsticas. Ver¨®n, en Argentina; Baraja, Helguera y Mendieta, en Espa?a... A Brasil le pasa como a Italia, que no tiene centrocampistas de este corte. O no han sido convocados los que hay, como Juninho Pernambucano, Z¨¦ Roberto o Ricardinho'.
?Por qu¨¦ Brasil ya no tienen volantes armadores como Falc?o? El ex ¨ªdolo del Roma tarda en mojarse: 'Ehhh... Es muy dif¨ªcil encontrar una selecci¨®n con conductores puros. El f¨²tbol ha cambiado mucho. Ehhh... Hoy se juega m¨¢s con dos volantes de contenci¨®n y tres defensas centrales, dos como alas o carrileros. Tenemos un 3-4-3 como base que se puede convertir en un 3-5-2 o un 5-3-2, un 5-5-1, un 5-4-1... No me gusta la comparaci¨®n porque se pueden cometer injusticias. Los grandes jugadores de hoy podr¨ªan jugar en aquel momento. Y al rev¨¦s. En el 82 los ¨²nicos que jug¨¢bamos fuera de Brasil ¨¦ramos Dirceu y yo. Hoy el 50% de la selecci¨®n est¨¢ jugando fuera. Son 11 de 23 y existe ya una diferencia enorme. Hoy juegan con un 3-5-2. Antes lo hac¨ªamos con un 4-4-2 o un 4-2-2-2. Esquemas diferentes, jugadores diferentes... Si comparas, puedes cometer injusticias'.
Tost?o tiene el pelo blanco, parece despreocupado y no duda demasiado: 'El centro del campo de Espa?a es mucho m¨¢s creativo que el de Brasil. Sin embargo, parece un equipo menos agresivo. Es bello, juega bonito, pero da sensaci¨®n de debilidad. No me gusta la defensa. Da muchos espacios al rival, concede demasiadas oportunidades'.
Corpulento, erguido, la mirada firme, Falc?o ha cambiado poco y se le nota de lejos que esconde un orgullo notable. 'A Brasil le ha faltando un poco de ritmo', argumenta; 'Rivaldo ha tenido problemas f¨ªsicos, como Ronaldo. ?sta es una selecci¨®n que jugar¨¢ el Mundial con 15 d¨ªas de preparaci¨®n. Lo bueno de comenzar en un grupo d¨¦bil, contra Turqu¨ªa, China y Costa Rica, es que te permite coger el ritmo para empezar fuerte en los octavos de final. Porque s¨®lo a partir del 3 de mayo Scolari pudo trabajar con los jugadores en los que conf¨ªa. As¨ª es dif¨ªcil dar un perfil al equipo. Antes era dif¨ªcil ser coherente. Y de Luiz Felipe se pueden decir muchas cosas, pero no que no haya mantenido una coherencia. No s¨¦ si fue un error dejar de convocar a Romario, Amoroso, Z¨¦ Roberto, Elber... En Brasil nunca hubo ni habr¨¢ consenso cuando se haga una convocatoria'.
'Romario y M¨¹ller fueron los mejores delanteros centro de la historia', dice Tost?o; 'yo, en M¨¦xico, jugu¨¦ en esa posici¨®n porque Gerson estaba en la media punta, mi sitio natural. Pero nunca fui un nueve. No sab¨ªa rematar con fuerza. Siempre la colocaba'.
'El f¨²tbol ha cambiado en un aspecto por encima de todo, y es en que ahora quitarle el bal¨®n al contrario es parte del juego', concluye Tost?o; 'antes, los equipos se posicionaban atr¨¢s y esperaban. Luego, cada vez m¨¢s, adelantaron las l¨ªneas para presionar y robar la pelota m¨¢s arriba. Holanda, en 1974, fue la ¨²nica selecci¨®n que lo logr¨® realmente. Este Brasil lo intenta, como Argentina. Quiz¨¢ porque el t¨¦cnico es de Rio Grande do Sul, que es frontera con Argentina. A los del sur les gusta el orden. Por el contrario, en R¨ªo los jugadores s¨®lo quieren divertirse'.
Falc?o tuerce el gesto como si algo le carcomiera. Al final, insin¨²a lo que piensa: 'Hoy, pr¨¢cticamente, no existen los jugadores con personalidad, los l¨ªderes, aquellos centrocampistas que comandaban a todo el equipo, que pon¨ªan la pausa. Hoy los jugadores se sienten m¨¢s c¨®modos si hay un entrenador dando gritos en la banda'.
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