Schumacher fue otra vez el m¨¢s listo de la clase
El alem¨¢n vence en Montreal tras aguantar en la ¨²ltima vuelta sin apenas combustible
D¨ªgase, porque es cierto, que si la carrera dura una vuelta m¨¢s, Michael Schumacher no gana. D¨ªgase tambi¨¦n que jug¨® con fuego, llegando a la ¨²ltima vuelta sin apenas combustible, casi clavado, con el Ferrari llorando, cansino, sin alimento, mientras por detr¨¢s el escoc¨¦s David Coulthard llegaba a toda mecha. Pero d¨ªgase, y bien alto, que Michael Schumacher dio ayer una soberana lecci¨®n de estrategia, demostrando que es, con diferencia, el m¨¢s listo de la clase.
Diez segundos sacaba Schumacher a Coulthard al inicio de la ¨²ltima vuelta. 4.361 metros despu¨¦s, que ¨¦sa es la longitud del circuito, la diferencia era de 1,1 segundos. Fue una vuelta fren¨¦tica, que mostr¨® al Ferrari de Schumacher arrastr¨¢ndose por el mismo asfalto por el que volaba el McLaren de Coulthard, que le sac¨® tiempo en cada metro, en cada cent¨ªmetro. Nueve segundos, siete, cinco, cuatro, dos... La meta segu¨ªa lejos, el Ferrari sufr¨ªa por encontrar una gota de combustible. Pero lleg¨® primero Schumacher, firmando la victoria n¨²mero 150 de Ferrari.
Canad¨¢ volvi¨® a ser escenario de una carrera grande, en la que Montoya desperdici¨® la pole position. Pilot¨® como un grande el colombiano, que ya hab¨ªa anunciado que sigue sin aceptar de buen grado la dictadura de Schumacher. Pero su Williams acab¨® con el motor roto. Montoya perdi¨® la primera plaza al poco de iniciarse la carrera. Fue h¨¢bil en la arrancada, al dar un volantazo hacia su derecha para cerrarle el paso a Schumacher. Pero se olvid¨® del otro costado, del izquierdo, por donde se col¨® Barrichello. En esas primeras vueltas se vio lento a Shumacher, lo que result¨® ser una treta de un tipo que sab¨ªa que en un circuito donde las velocidades son alt¨ªsimas, con puntas superiores a los 330 km por hora, podr¨ªa bastarle con una ¨²nica entrada en los boxes si lograba racionalizar el combustible.
Por eso en la sexta vuelta la diferencia entre el primero, Barrichello, y su compa?ero de Ferrari era de seis segundos. Se par¨® el BAR de Jacques Villeneuve, y el coche de seguridad hizo su aparici¨®n, lo que pareci¨® exagerado pues el monoplaza estaba a un lado del asfalto. Aquella parada machac¨® a Barrichello, que iba primero y lanzado. Aprovechando la coyuntura, Montoya entr¨® en los boxes, lo que no dej¨® de causar extra?eza dado que era la vuelta 14. Se quedaron as¨ª los dos Ferrari al frente, perseguidos por Kimi Raikonnen (McLaren) y Ralf Schumacher (Williams). Y entonces, Montoya, que hab¨ªa regresado en el quinto puesto, protagoniz¨® el adelantamiento del d¨ªa y seguramente del Mundial. Fue en el mismo lugar donde en la vuelta inicial Barrichello le hab¨ªa sorprendido. Montoya se peg¨® a Ralf, encontr¨® un hueco en la izquierda y por el mismo precio adelant¨® al menor de los Schumacher y a Raikonnen.
Todo estaba en orden. Los dos Ferrari mandando y Montoya amenazando. Las diversas entradas en los boxes hicieron que el liderato pasara de unas manos a otras. Pero Schumacher hizo su parada m¨¢s tarde que ninguno, apurando lo posible y lo imposible. Con Barrichello al mando y Montoya segundo, a ¨¦ste se le rompi¨® el motor. El brasile?o, por su parte, volvi¨® a parar y Schumacher regres¨® al primer lugar. Quedaban muchas vueltas, tantas como 13. Aceler¨® el alem¨¢n, sabedor de que al final no podr¨ªa hacerlo. La jugada le sali¨®, como tantas veces, de vicio, demostrando que es tan inteligente como para ganarlo todo, incluida la batalla de la gasolina.
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