El antijuego y Zizou
Los dos partidos disputados por la selecci¨®n francesa en esta Copa del Mundo, el primero contra Senegal y el segundo contra Uruguay, nos han hecho recordar una verdad que puede volver a producirse el pr¨®ximo martes ante Dinamarca: cuando un equipo es supuestamente m¨¢s d¨¦bil que su adversario tiene todo el inter¨¦s en evitar que se juegue.
Los entrenadores se han convertido en expertos en la materia: saben que en ocasiones es preferible establecer una t¨¢ctica ultradefensiva en vez de tratar de desafiar al rival en la construcci¨®n del juego. Los uruguayos realizaron una demostraci¨®n de ello, pero utilizando medios l¨ªcitos.
En el futuro, los ¨¢rbitros deber¨¢n desempe?ar un papel fundamental si no queremos que el juego se aleje de su vocaci¨®n inicial. Deber¨¢n castigar m¨¢s a los equipos que rechazan jugar, como hacen hoy los colegiados italianos, los mejores del mundo.
Desde 1998, la selecci¨®n francesa tiene el deber moral de realizar un buen f¨²tbol. Ese a?o organizamos la Copa del Mundo: nadie, por aquel entonces, habr¨ªa comprendido que no tuvi¨¦ramos la iniciativa ofensiva. Concentrado en este objetivo, convert¨ª a mi equipo en un bloque colectivo en el que todo el mundo ten¨ªa unas obligaciones muy precisas, con la salvedad de Zidane, que era libre de hacer lo que quisiera. Mis dos delanteros deb¨ªan ejercer una presi¨®n constante sobre los defensas para impedir a los equipos contrarios desarrollar su juego.
El t¨ªtulo de campe¨®n del mundo no ha cambiado nada: ahora, m¨¢s que nunca, los franceses deben buscar el partido. Contra Uruguay, en un momento del encuentro, esperaron a su adversario pensando que ¨¦ste se abrir¨ªa. Pero los uruguayos no se movieron un ¨¢pice, lo que provoc¨® que asisti¨¦ramos a una fase de antijuego. Luego, los franceses volvimos a tomar la iniciativa. Y, con 10 contra 11 tras la expulsi¨®n de Henry, fuimos quienes demostramos crear m¨¢s juego. Sin embargo, encontrar una brecha en la defensa rival no fue f¨¢cil. Cuando un equipo se encierra, los espacios escasean. En esos momentos es necesario multiplicar las permutas y los desmarques en diagonal para infiltrarse en las l¨ªneas rivales.
El precio del ¨¦xito es que todos los entrenadores del mundo saben ahora c¨®mo deben jugar contra Francia. Todos han analizado su juego para frenarlo mejor. Sin embargo, hay un elemento contra el que ning¨²n t¨¦cnico podr¨¢ hacer nada: el talento de este futbolista excepcional que es Zidane.
Por mucho que uno estudie su juego hasta el m¨¢s m¨ªnimo detalle, Zizou siempre sorprender¨¢ con un gesto nuevo o su sentido t¨¢ctico. A d¨ªa de hoy, todo radica en saber en qu¨¦ estado f¨ªsico y mental est¨¢ antes de enfrentarse a Dinamarca. Pienso que est¨¢ inquieto. Al no saber muy bien cu¨¢l es su estado, debe preguntarse si recuperar¨¢ su nivel de juego anterior a la lesi¨®n, as¨ª como el ritmo de competici¨®n.
Asimismo, Zizou debe repetirse lo siguiente: 'Mis compa?eros han sufrido problemas durante mi ausencia. As¨ª que cuentan mucho conmigo'. La responsabilidad que pesa sobre sus hombros ante este partido es igual que el personaje: enorme.
Aim¨¦ Jacquet fue seleccionador de Francia y camp¨¦on del mundo en 1998.
Aim¨¦ Jacquet fue seleccionador de Francia y camp¨¦on del mundo en 1998.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.