Pereza andaluza

Agradezco mucho a don V¨ªctor Jos¨¦ Melon¨¦s Reinoso su carta del d¨ªa 8, felicit¨¢ndome por mi art¨ªculo 'La pereza andaluza, causas y or¨ªgenes de un t¨®pico miserable'. Pero nuestro amable comunicante de Granada, tal vez llevado por su justa indignaci¨®n, ha le¨ªdo equivocadamente la referencia que yo hac¨ªa a don Manuel Aza?a, que es simplemente el traductor del texto ingl¨¦s de George Borrow. Es ¨¦ste ¨²ltimo quien en su libro Los gitanos espa?oles (Ed. Turner, Madrid, 1979), se despacha llam¨¢ndanos a todos los andaluces 'indolentes y superficiales', casi con las mismas palabras del todav¨ªa ministro Aparicio. Mi admirado Aza?a no pudo nunca haber escrito semejante barbaridad.

Aprovecho la ocasi¨®n para agradecer tambi¨¦n al profesor Alberto Alonso, de C¨®rdoba, el env¨ªo que me hace de otro texto curioso. Se debe al poeta gallego Francisco de Trillo y Figueroa (La Coru?a, 1618- Granada, 1685). En una pendencia literaria con G¨®ngora, que anteriormente hab¨ªa dirigido algunas composiciones sat¨ªricas contra los gallegos, el coru?¨¦s escribe una r¨¦plica en d¨¦cimas, que se inician as¨ª: '?Oh llanos de Andaluc¨ªa, / cuya, por decir verdad,/ cultura es ociosidad/, cuyos frutos carest¨ªa'. Exactamente lo que repetir¨¢n hasta la saciedad los viajeros ingleses: que Andaluc¨ªa es una tierra inculta (en el sentido agr¨ªcola) porque su cultura es la pereza. Es obvio que no fueron los ingleses, como Borrow, quienes lo inventaron, pero s¨ª quienes lo propagaron por el mundo, junto a otros t¨®picos de la Andaluc¨ªa rom¨¢ntica.