El erotismo transgresor de Helmut Newton
Una antolog¨ªa recorre en Madrid todas las series de un fot¨®grafo sofisticado y provocador
'Mis fotos no est¨¢n retocadas, ni procesadas electr¨®nicamente. Fotograf¨ªo lo que veo'. Lo que resulta sorprendente es lo que Helmut Newton (Berl¨ªn, 1920) ve. Mujeres hermosas, muchas veces ligeras de ropa, casi siempre con zapatos de tac¨®n, atrapadas en ambientes lujosos y colocadas, en algunos casos, en situaciones que rozan lo prohibido. Dentro de la programaci¨®n de PHotoEspa?a 2002, la Fundaci¨®n Telef¨®nica present¨® ayer Works, una muestra con m¨¢s de 350 im¨¢genes que recorren ocho series que este provocador fot¨®grafo realiz¨® entre 1960 y 2000.
Un peque?o accidente dom¨¦stico impidi¨® que fueran el propio Helmut Newton y su esposa June, comisaria de la exposici¨®n, los que presentaran ayer Works en la sede de la Fundaci¨®n Telef¨®nica (hoy se espera su llegada para la inauguraci¨®n oficial). Se trata de una complet¨ªsima antolog¨ªa del fot¨®grafo que se organiz¨® con motivo de su 80? cumplea?os y que ha venido a Madrid como parte del programa de PHotoEspa?a 2002. Oliva Mar¨ªa Rubio, directora de este festival de fotograf¨ªa, fue la encargada de presentar la muestra, de la que dijo que se ajustaba a la perfecci¨®n al tema que ha propuesto para esta edici¨®n, Femeninos. La identidad desde la perspectiva del g¨¦nero, en la medida en que la obra de Newton resume el imaginario masculino a la hora de concebir a la mujer.
Ligueros, medias, tacones. Mujeres vestidas con elegancia y esas mismas mujeres desvestidas. Maniqu¨ªes. Ambientes lujosos y situaciones peligrosas. Hay im¨¢genes que sugieren violencia y otras cargadas de sentido del humor. Helmut Newton, que empez¨® con una fot¨®grafa que m¨¢s tarde morir¨ªa en Auschwitz, abandon¨® Berl¨ªn en 1938 y se traslad¨®, primero a Singapur y, m¨¢s tarde, a Australia. All¨ª se cas¨® con June Brunell. A partir de 1961 empez¨® a trabajar con la edici¨®n francesa de Vogue, y luego con otras publicaciones. Ya era due?o del estilo sofisticado y provocador que ha caracterizado su trabajo desde entonces.
No hay lugar en sus im¨¢genes para el dolor o para las minucias dom¨¦sticas. La belleza de los cuerpos que retrata sugiere mundos inalcanzables, pero que ha hecho reales. La vida del lujo y de los excesos. M¨¢s all¨¢ de su erotismo, de la obra de Newton, dijo Oliva Mar¨ªa Rubio, emerge una mujer distinta, la que ha asumido los retos de su independencia.
Babelia
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