'Douce France'
Francia ha pisado mierda. ?sta es la sensaci¨®n con la que ayer comieron nuestros vecinos, en silencio y pregunt¨¢ndose qu¨¦ han hecho para merecer esto. Primero fue Le Pen, con un susto de muerte en las presidenciales. Luego, la derecha gan¨® las elecciones del domingo gracias al caos de la izquierda, clavando as¨ª el ¨²ltimo clavo al ata¨²d de una cohabitaci¨®n que De Gaulle invent¨® en una mala tarde. Y ahora eso: caer eliminados a las primeras de cambio de un Mundial en el que se las promet¨ªan felices y al que llegaron sobrados de una grandeur que les rob¨® la atrevida selecci¨®n de Senegal.
Y, sin embargo, no deber¨ªa cundir el p¨¢nico. En los ¨²ltimos dos decenios, la pol¨ªtica deportiva francesa ha conseguido resultados brillantes. En casi todos los deportes, sus selecciones son firmes candidatas a t¨ªtulos y se ha renovado totalmente el sistema de competici¨®n, creando as¨ª una cantera que tiene cuerda para rato.
En lo futbol¨ªstico, la generaci¨®n del 98 ha exportado el sentido l¨²dico del juego de una serie de jugadores indiscutibles que ahora comprueban que la l¨®gica de este deporte puede con todo, como en su momento pudo con la selecci¨®n de Brasil del 82 o las distintas selecciones holandesas que nunca se comieron un quiqui.
Es una mala noticia para Francia, seguro, y supondr¨¢ un trauma que desenpolvar¨¢ met¨¢foras cargadas de estos derroches filos¨®fico-melanc¨®licos que tanto les gusta manejar a los franceses cuando se cabrean. No faltar¨¢n los chistes pidiendo que Jos¨¦ Bov¨¦ sea el nuevo seleccionador. O Ast¨¦rix.
Hablando m¨¢s en serio, tiene cierta l¨®gica que Francia no haya podido revalidar su t¨ªtulo. El equipo de Jacquet del 98 ten¨ªa la virtud de ser un conjunto en el que las individualidades quedaban relegadas a un segundo plano. No olvidemos que, en su primera etapa como seleccionador, Jacquet prescindi¨®, no sin esc¨¢ndalo, de talentos tan indiscutibles como Ginola o Cantona. La Copa del Mundo justific¨® ¨¦sa y muchas otras decisiones. Desde entonces, el equipo se disolvi¨® y cada uno de sus componentes busc¨® su particular atraco en Ligas que pagaban m¨¢s que la francesa. Zidane hizo realidad su sue?o de ganar la Champions, que no pudo conseguir en la Juventus, y lleg¨® saturado a Corea.
Es una mala noticia para Francia, s¨ª, pero una buena noticia para el f¨²tbol, que le da a Dinamarca la oportunidad que en otro momento tuvo Francia. El talento y la suerte cambian de bandera, eso es todo, y adem¨¢s: Laudrup se lo merece.
?Hay que deprimirse? No. Francia no ha jugado mal y merece reflexionar sobre la derrota cantando el C'est si bon en versi¨®n flamenca: C'est si bon, / si lo digo en franc¨¦s / y no se me entiende bien, / dir¨¦ qu¨¦ bueno es. Si en 1998 demostr¨® que sab¨ªa ganar y disfrutar de la victoria, ahora le toca aplicar su grandeur a la derrota.
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