La boda secreta m¨¢s famosa

Poco despu¨¦s de las cinco de la tarde, la legi¨®n de periodistas que cercaban ayer el castillo de Leslie oy¨® ta?er las campanas de la capilla de San Salvador. Todos llegaron a la misma conclusi¨®n: la boda secreta m¨¢s famosa del mundo se hab¨ªa consumado. El beatle Paul McCartney y la activista y antigua modelo Heather Mills se hab¨ªan convertido en marido y mujer.

M¨¢s suposiciones que noticias circulaban acerca de los detalles del enlace. Se sabe que ha sido en ese rec¨®ndito castillo de un pueblecito llamado Glasglough, en el condado de Monaghan, en la isla de Irlanda, cuyos propietarios, la exc¨¦ntrica familia Leslie, se tienen por descendientes de Atila. Se sabe tambi¨¦n que los invitados degustaron champa?a y comida india estrictamente vegetariana tras el enlace. Y que tuvieron ocasi¨®n de bailar junto al lago del castillo, en la carpa montada para acogerles y protegerles de la pertinaz lluvia irlandesa.

Los 300 invitados llegaron en helic¨®ptero y autobuses y degustaron comida india vegetariana

Se sabe tambi¨¦n que la novia vest¨ªa un traje de dise?o propio, confeccionado con la ayuda de dos dise?adoras londinenses. Y que el padrino de bodas fue Mike, padrino del novio en ¨¦sta y en la boda que celebraron Paul McCartney y Linda East-man en 1969. Linda, compa?era del m¨¢s jovial y m¨¢s retocado de los cuatro beatles, muri¨® de c¨¢ncer en 1998. Un a?o despu¨¦s, Paul conoci¨® a Heather. Ayer se casaron.

Se sabe tambi¨¦n que unos 300 invitados llegaron al castillo en ocho autobuses y en helic¨®ptero. Y que entre ellos estaba Ringo Starr, el otro beatle vivo, quien en 1969 se qued¨® sin boda por sus desavenencias con el brillante Paul.

Se cree que estuvieron tambi¨¦n los m¨²sicos Jools Holland y Chrissie Hynde, localizados pocas horas antes en un hotel junto al aeropuerto londinense de Heathrow, a punto de atravesar el mar de Irlanda. Y David Gilmour, el guitarrista de Pink Floyd. Y los hijos de sir Paul con Linda: Stella, James y Mary. Y su hijastra Heather.

Algunos dicen que estaban tambi¨¦n otros m¨²sicos famosos, como Bono, Eric Clapton y Elton John. Y hab¨ªa rumores tambi¨¦n sobre la presencia de Bill Clinton, el ex presidente de Estados Unidos, que est¨¢ estos d¨ªas por las islas dando conferencias. Y lo que no se sab¨ªa ayer, se sabr¨¢ ma?ana, o pasado, cuando los invitados empiecen a contar los detalles de la m¨¢s famosa boda secreta del a?o.

Paul McCartney eligi¨® el castillo de Leslie como homenaje a su madre, originaria de estas tierras. Ha sido una elecci¨®n bastante m¨¢s moderada que la de 1969, cuando su boda con Linda acab¨® en los ricos salones del Ritz, en la londinense Picadilly Road. El escenario en esta segunda boda de sir Paul, que confiesa ya 59 a?os frente a los 34 de Heather, es campestre, mucho m¨¢s modesto e incluso accesible para cierto gran p¨²blico. El castillo es en realidad un hotel a medio camino entre l¨²gubre y coqueto, con 14 estupendas habitaciones con precios bastante asequibles: 88 euros por noche, en las habitaciones con vistas al jard¨ªn; 101 euros, las que dan al lago, y 120, las de categor¨ªa superior.

Por ese precio, los visitantes podr¨¢n no s¨®lo rastrear los restos de la fiesta, sino orinar en un excusado utilizado en su d¨ªa por Mick Jagger, el m¨ªtico Rolling que est¨¢ apunto de convertirse en caballero y ser honrado por la reina de Inglaterra con el t¨ªtulo de sir. Al parecer, sir Michael alivi¨® aqu¨ª su vejiga.

Pero la de ayer era la fiesta de Paul y de Heather. Ella era una desconocida para el gran p¨²blico hasta que se ennovi¨® con el que ya es su marido. Los m¨¢s agoreros advierten de que esta novia trae mal fario. Estaba esquiando en los Balcanes cuando Yugoslavia estall¨® hecha pedazos en varias guerras. En India, poco antes de que un terremoto devastara una parte del inmenso subcontinente. En Nueva York, cuando cayeron las Torres Gemelas.

Su vida siempre ha tenido algo de dram¨¢tico. Se convirti¨® en modelo tras una infancia dif¨ªcil en una familia con problemas, pero en 1993 perdi¨® una pierna en un accidente de moto. Tiene car¨¢cter. Es (casi) capaz de interrumpir a su ya marido en p¨²blico para a?adir su punto de vista. O conseguir, como en v¨ªsperas del enlace, que Paul reparta saludos y aut¨®grafos tras dirigir unas breves palabras a la prensa. Desde ayer, dicen los ta?idos de campana, son marido y mujer.