Modelo renovador para la sociedad

En junio de 1993 son¨® por vez primera la Orquesta de C¨¢mara de la Escuela Superior de M¨²sica Reina Sof¨ªa. Fue en el Palacio de Oriente, Sal¨®n de las Columnas, y sirvi¨®, principalmente, para mostrar los resultados de una buena ense?anza. Una orquesta en un centro educativo de alta categor¨ªa viene a ser el mejor taller imaginable para los j¨®venes int¨¦rpretes, incluso aquellos que apuntan muy precisamente hacia el estrellato.

Ahora, la Escuela y su orquesta han cumplido una decena de a?os y a la difusi¨®n de una labor cuidada con mimo por todos, empezando por la Reina, se une el crecimiento del prestigio. El acto de clausura del X curso, 2001-2002, tuvo la escena luminosa y cl¨¢sica del Patio de los Borbones en el Palacio de El Pardo, Real Sitio en el centro de un gran bosque de encinas, con nutrid¨ªsima vegetaci¨®n hirsuta y bien oliente, como escribiera Sainz de Robles. Hasta all¨ª se desplaz¨® una representaci¨®n significativa de la voluntariosa empresa de Paloma O'Shea, acompa?ada de mecenas, nombres bien conocidos de la pol¨ªtica cultural y una cuota numerosa de music¨®filos y m¨²sicos.

Durante el acto fue entregado a sir Colin Davis, el famoso director y ense?ante brit¨¢nico, el Premio Yehudi Menuhin a la Integraci¨®n de las Artes y la Ense?anza. Despu¨¦s de la laudatio del galardonado, pronunciada por Tom¨¢s Marco, sir Colin Davis recibi¨® la distinci¨®n de manos de la Reina y largas ovaciones por parte de todos, que renovaron las recibidas en sus conciertos con la Sinf¨®nica y la Royal Philharmonic de Londres en las series de Orquestas del Mundo.

En su actuaci¨®n, la siempre renovada orquesta juvenil asumi¨® una experiencia dif¨ªcil: la interpretaci¨®n de m¨²sica barroca seg¨²n el pensamiento y el estilo del notabil¨ªsimo viola da gamba y director Jordi Savall (Igualada, 1941). Corelli, de Fusignano (Mil¨¢n, 1652), el sorprendente bohemio Biber (1644), el esplendoroso H?ndel (Halle, 1685) y Ramau (Dijon, 1683) fueron expuestos con naturalidad y a medio camino entre el historicismo y la viva palpitaci¨®n, por los docentes de la escuela, atentos al talante, las indicaciones y el prestigio del fundador de Le concert des Nations triunfante en el mundo a trav¨¦s del concierto en vivo, la grabaci¨®n y el filme.

Qued¨® claro el cumplimiento de los prop¨®sitos comentados por Paloma O'Shea en sus palabras iniciales: que la escuela sirva de modelo renovador para la sociedad. Resumen: un acto alegre y esperanzador como lo es, en todo momento, la d'orsiana 'obra bien hecha'.

Merecen una cita de honor el concertino Juan Espina, el maestro de ceremonias ?lvaro Guibert y los profesorales comentarios de ?lvaro Mar¨ªas.