EE UU dedicar¨¢ 4.600 millones de d¨®lares a la lucha contra el bioterrorismo
El presidente Bush asegura que 'algunos pa¨ªses malvados' ya disponen de armas biol¨®gicas'
Con su firma y el sello presidencial, George W. Bush introdujo ayer una nueva legislaci¨®n contra el bioterrorismo que aparta 4.600 millones de d¨®lares (4.800 millones de euros) para la investigaci¨®n y aprovisionamiento de vacunas, la inspecci¨®n de alimentos y la seguridad en los sistemas de distribuci¨®n de agua. Aunque ni el Gobierno de Estados Unidos ni los servicios de espionaje han dado nunca una explicaci¨®n coherente sobre los ataques con ¨¢ntrax que el pasado oto?o causaron cinco v¨ªctimas mortales, Bush dio por hecho que 'algunos pa¨ªses malvados' tienen ya armas biol¨®gicas.
El Senado y la C¨¢mara de Representantes hab¨ªan aprobado con holgura el texto que ayer el presidente, Bush, convirti¨® en legislaci¨®n formal y que reserva 4.600 millones de d¨®lares para la lucha contra el terrorismo biol¨®gico.
Buena parte del dinero se dedicar¨¢ a la investigaci¨®n de nuevas vacunas y medicamentos contra posibles plagas esparcidas por armas qu¨ªmicas o biol¨®gicas. La nueva ley establece un incremento del n¨²mero almacenado de vacunas contra la viruela y tambi¨¦n promueve la fabricaci¨®n de medicamentos contra lo que Bush denomin¨® 'las armas potencialmente m¨¢s peligrosas del mundo'.
Extra?amente, Bush no mencion¨® en ning¨²n momento a Irak, referencia habitual en los discursos del Gobierno de EE UU sobre armamento biol¨®gico: 'El 11 de septiembre el mundo aprendi¨® que hombres malvados pod¨ªan transformar aviones de l¨ªnea en armas terroristas. Y poco despu¨¦s aprendimos tambi¨¦n c¨®mo gente malvada puede usar esporas microsc¨®picas como armas terroristas', dijo en referencia a los env¨ªos de ¨¢ntrax detectados en octubre del a?o pasado.
Pero la menci¨®n impl¨ªcita a Irak se escond¨ªa entre sus palabras. Aunque no hay avance en la investigaci¨®n y a pesar de que se da por sentada la teor¨ªa del 'terrorista solitario' que actu¨® desde dentro de Estados Unidos, Bush us¨® ese incidente para asentar sus argumentos sobre el nuevo orden mundial: 'El bioterrorismo es una amenaza real contra nuestro pa¨ªs. Es una amenaza contra todos los pa¨ªses que aman la libertad. Los grupos terroristas buscan armas biol¨®gicas; sabemos que algunos pa¨ªses ya las tienen', asegur¨®.
La nueva ley incrementa tambi¨¦n la reserva de los productos qu¨ªmicos derivados del potasio que pueden servir para el tratamiento de enfermos afectados por exposici¨®n a radiaciones procedentes, por ejemplo, de un accidente en una planta nuclear o un atentado con bomba sucia como el que George W. Bush dice haber evitado con la detenci¨®n del chicano Jos¨¦ Padilla en Chicago, el pasado 8 de mayo.
Los gobiernos locales de Estados Unidos est¨¢n obligados ahora a tener provisi¨®n de estos medicamentos contra radiaciones para tratar a toda persona que resida en un radio de 32 kil¨®metros en torno a una central nuclear, es decir, el doble de lo que establec¨ªa hasta ayer la Comisi¨®n de Regulaci¨®n Nuclear. En el presupuesto se reservan tambi¨¦n 1.600 millones de d¨®lares para hospitales y centros de salud que carecen no solamente de los medios m¨ªnimos para tratar enfermedades de origen bioterrorista, sino de conocimientos suficientes para detectar casos de este tipo. En algunos casos, el dinero puede emplearse para comprar un fax o conectar los ordenadores a Internet, cosas simples pero necesarias en caso de que se produzca una epidemia. Los ataques con ¨¢ntrax que mataron a cinco personas el a?o pasado 'fueron un aviso del que tomamos nota', dijo Bush.
La legislaci¨®n es al mismo tiempo un cat¨¢logo terror¨ªfico de posibles ataques. Habla de expandir la inspecci¨®n de los alimentos importados para detectar posibles manipulaciones sanitarias; menciona la vulnerabilidad de los sistemas de distribuci¨®n de agua; somete a mayores controles la posesi¨®n de casi 40 agentes t¨®xicos, e impulsa la modernizaci¨®n de los laboratorios del Centro de Control de Enfermedades, lo cual sirve para certificar que es una instituci¨®n obsoleta y poco eficaz.
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