Sudupe afirma que el Estatuto es un instrumento 'vivo y v¨¢lido'

El diputado general de Guip¨²zcoa, el peneuvista Rom¨¢n Sudupe, defendi¨® ayer ante la Comisi¨®n Especial de Autogobierno del Parlamento, que el Estatuto de 1979 es un instrumento 'vivo y v¨¢lido', pese a que ha sido 'amputado' a base de 'incumplimientos' e 'interpretaciones unilaterales' por el Gobierno central, las leyes b¨¢sicas y las sentencias judiciales.

Su exposici¨®n mantuvo un tono de aprecio por el texto estatutario ya infrecuente en muchos medios del PNV. As¨ª, calific¨® su contenido de 'extraordinariamente avanzado' y subray¨® la necesidad de explicarlo a los j¨®venes 'que creen que hemos tenido estos instrumentos desde siempre'. Sudupe destac¨® incluso los 'aspectos positivos' de la Constituci¨®n. 'En ese marco se consigui¨® un Estatuto singular para el Pa¨ªs Vasco', del que destac¨® que es 'din¨¢mico y susceptible de actualizaci¨®n', como revelar¨ªa el mecanismo previsto para su reforma.

Entre las 'grandes sombras', recalc¨® su uso como 'moneda de cambio' y el sometimiento de su desarrollo a las 'conveniencias de la gobernabilidad' en Madrid, lo que le habr¨ªa despojado de su condici¨®n de pacto, un esp¨ªritu al que apost¨® por volver, reclamando 'transversalidad': no hay soluci¨®n al margen de nacionalismo, pero tampoco s¨®lo desde el nacionalismo, afirm¨®.

Sudupe acus¨® al Gobierno del PP de 'apropiaci¨®n indebida' del texto de Gernika y fue esc¨¦ptico sobre las posibilidades de entendimiento con el Ejecutivo central para su desarrollo ¨ªntegro. Por ello, apost¨® por un pacto 'de Estado entre las fuerzas progresistas' de toda Espa?a. 'Nos lo agradecer¨ªa la democracia de todo el Estado', apostill¨®.

Su propuesta pasar¨ªa por un nuevo punto de encuentro que descanse en los derechos hist¨®ricos y en el pleno desarrollo del Estatuto, recupere su valor de pacto y establezca mecanismos de garant¨ªa que impidan incumplimientos unilaterales. Sudupe lleg¨® a sugerir un 'aval europeo' a tal efecto y tambi¨¦n explicit¨® la necesidad de que cualquier nuevo acuerdo tenga, cuando menos, el mismo nivel de adhesi¨®n que tuvo el Estatuto de Gernika.