La 'banda' de McCarthy

Si Ra¨²l abandonara la concentraci¨®n de la selecci¨®n espa?ola insultando a Jos¨¦ Antonio Camacho y a sus compa?eros provocar¨ªa el mismo da?o que Roy Keane caus¨® a la irlandesa el d¨ªa que se amotin¨® en la isla de Saip¨¢n menospreciando a sus colegas y a su seleccionador, Mick McCarthy. Aquel d¨ªa, a una semana del Mundial, nadie apost¨® un duro por el futuro de un equipo ya de por s¨ª d¨¦bil que acababa de ser abandonado por su mejor jugador, su capit¨¢n y su emblema.

Tres semanas m¨¢s tarde, a punto de enfrentarse a Espa?a en los octavos de final, se puede decir que Irlanda sobrevivi¨® al desastre. Empat¨® con Camer¨²n y Alemania y derrot¨® a Arabia Saud¨ª antes de clasificarse marcando m¨¢s goles que en todos los Mundiales que ha jugado con anterioridad. De hecho, al d¨ªa siguiente de la marcha de Keane, los jugadores cantaron su canci¨®n favorita mientras acud¨ªan al entrenamiento en autob¨²s: We're on the one road (Estamos en el verdadero camino).

Holland, uno de los l¨ªderes del equipo, describi¨® as¨ª sus sentimientos tras la marcha del centrocampista del Manchester: 'Me qued¨¦ como el resto del equipo, como si todo fuera un sue?o. Un sue?o surrealista. El entrenador y el capit¨¢n hab¨ªan estado pele¨¢ndose, insult¨¢ndose, como dos jugadores. Tradicionalmente, el entrenador es el que manda y Keane olvid¨® eso'. Su sustituto como capit¨¢n, Staunton, a?adi¨® que Keane se hab¨ªa 'pasado de la raya'. '?Qu¨¦ llev¨® a Roy a arruinar su propia Copa del Mundo y sabotear la nuestra?', prosigui¨®; 'no hay una respuesta. Durante cuatro a?os hemos luchado como un grupo unido. Y ah¨ª nos quedamos, con nuestro talism¨¢n, el ¨²nico jugador de los nuestros que entrar¨ªa entre los mejores, falt¨¢ndole el respeto al t¨¦cnico, a los dem¨¢s y creo que a s¨ª mismo'.

Keane justific¨® su rebeld¨ªa en la 'preparaci¨®n amateur' de la selecci¨®n, se quej¨® del campo de entrenamiento y acus¨® a sus compa?eros de 'conformarse con ser unos segundones'. Pero hay que remontarse al verano de 1992, en Boston, para vislumbrar el origen del arrebato. Por entonces, McCarthy era el capit¨¢n de Irlanda y Keane su ni?o prodigio. La selecci¨®n hab¨ªa ido a Estados Unidos a jugar un torneo de verano llamado Us Cup. Despu¨¦s de un partido, Keane hizo lo que sol¨ªa: emborracharse y prolongar la juerga hasta la madrugada. McCarthy, que, por entonces era la mano derecha del t¨¦cnico, Jack Charlton, le pill¨® con las manos en la masa y le llam¨® al orden.

'M¨ªrate a t¨ª mismo. ?D¨®nde has dejado la profesionalidad?', le pregunt¨® McCarthy. '?Y t¨²? ?D¨®nde te has dejado tu primer toque?', le respondi¨® Keane a sabiendas de que golpeaba donde m¨¢s dol¨ªa. McCarthy era un central ¨¢spero que se hab¨ªa ganado el apodo de Animal por su forma de jugar, pero que demostraba ternura en el trato fuera del campo. No era un tipo de car¨¢cter fuerte. Tampoco era irland¨¦s de nacimiento, pues es originario de Barnsley, en el condado de Yorkshire, hijo de un camionero irland¨¦s que emigr¨® a Inglaterra en busca de trabajo.

Tras regresar a Irlanda, Keane acus¨® a McCarthy de no ser siquiera irland¨¦s. Pero el propio Keane nunca se gan¨® el aprecio del p¨²blico de su pa¨ªs. Ser el capit¨¢n del Manchester y haber hecho m¨¦ritos para ser considerado el mejor futbolista -la derrota de Italia en Estados Unidos 94- tampoco le sirvi¨® para ganarse el respeto de sus compa?eros.

La relaci¨®n entre el efervescente Keane y el tierno McCarthy se deterior¨® inexorablemente tras el altercado de Boston. Cuando McCarthy fue nombrado seleccionador, en 1996, las cosas no mejoraron. Pero McCarthy dirigi¨® al equipo con la ayuda de los nuevos talentos que fue descubriendo, los chavales a quienes llama la banda, y el apoyo silencioso de los veteranos, como Quinn, McAteer, Kelly, Harte, Given y Staunton, todos hartos del violento Keane. La banda concentra la mayor¨ªa del talento actual. Se incluyen dos puntas h¨¢biles y el¨¦ctricos, Duffer y Robbie Keane, el lateral Finnan y los medios Kinsella y Holland. Entre todos se encargaron de hacer p¨²blico un comunicado pidiendo a Keane que no regresara cuando intent¨® reincorporarse. 'Keane vive en el 'mundo de Roy Keane', coment¨® Holland; 'y se niega a aceptar la autonom¨ªa y las opiniones de otras personas. Hemos llegado al Mundial gracias a nuestro esp¨ªritu de equipo. Keane era parte vital de eso, pero no estaba por encima de nada. McCarthy ha decidido preservar ese esp¨ªritu porque sabe que es nuetra fuerza'.

Ayer se supo que la federaci¨®n irlandesa renovar¨¢ el contrato a McCarthy pase lo que pase.